Para ti, querido lector

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*Este capítulo no influye en la historia general, solo es un capítulo extra y el final respectivo es el anterior*

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*Este capítulo no influye en la historia general, solo es un capítulo extra y el final respectivo es el anterior*

CLAIRE

Estamos en una isla al sur de Italia. Giro a mi derecha y entones veo a Kass mientras deja escapar el humo de sus labios, y se reposa sobre la arena blanca. Él voltea a verme y sonríe de lado. Me detengo a verlo, de igual manera que él lo hace conmigo. Sus ojos grises brillan más que nunca y su cabello negro se sacude por el viento de las olas. Lo miro a los ojos y puedo sentir un sin fin de cosas, pero cuando se acerca a mis labios y los besa, solo siento su calor junto al mío.

−Creo que jamas tuve la oportunidad de decirte cuanto te quiero sin estar apunto de ser asesinados −susurra Kass pegado a mis labios −. Te quiero. Te quiero como se quieren las estrellas y la oscuridad cada noche, como lo hicieron Bonnie y Clyde en cada asalto. A toda intensidad.

Se me hace inevitable no sonreír, porque yo también lo quiero, a toda intensidad, y con cada parte que lleva mi nombre.

−Yo también... −estoy a punto de responder cuando alguien se para en frente nuestro, tapándonos del sol y cortando el bello momento que estábamos teniendo.

−Aunque lo que acabas de decir me puso un poco celoso fue bonito −camina hacia atrás, tan libre y vivo como nunca lo había visto  −. Por si te lo preguntabas: yo te quiero más, bonita. −Max me guiña un ojo con picardía y yo rió.

Mi risa ya no se esfuma por la oscuridad de la noche y los misterios, ya no hay miedos o peligros, ya no soy una pobre adolescente viviendo bajo las sombras, y aunque aún duele, unos ojos grises y una sonrisa siniestra por momentos parece curarlo todo.

Me pongo de pie con urgencia.

−¡Casémonos! −propongo y ambos se miran como si estuviera loca −. Será algo simbólico, sin papeles. Algo para celebrar nuestro amor −voy hacia Max −. ¡Vamos! Estuvimos a punto de morir más de mil veces en Wonderf y ahora estamos en Italia, libres y podemos hacer lo que queramos.

−No me niego ante la posibilidad de que seas mía por siempre, bonita  −responde Max, y corro a abrazarlo −. ¿Y tú Kassidy? Hace un rato le decías que las querías ¿y ahora no sabes que contestar?

Miro a Kass algo confusa cuando de repente dice:

−¿Estás realmente segura de esto?

−Más que nunca.

Kass niega con la cabeza y la comisura de sus labios se extienden en una bella sonrisa.

−Esta bien, pero solo si soy el primero en besarte.

Río a carcajadas mientras vamos camino al hotel.

Me miro en el espejo y noto como el vestido blanco que normalmente uso para la playa se sacude por el viento que entra por la habitación del hotel. Las ventanillas están abiertas, y puedo ver desde aquí el mar y el color de la arena. Me suelto el cabello y unas pequeñas ondas se forman dándole un toque natural a mi rostro levemente maquillado. Alguien toca la puerta y se que ha llegado el momento.

Wonderf  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora