Capítulo 41

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MARATÓN 3/3

CLAIRE

¿Que pasó?

¿En donde estoy?

No recuerdo nada hasta el momento que mi padre me inyectó algo en el brazo y luego todo fue oscuridad. Incline la cabeza hacia delante, mire con detenimiento a mi alrededor y descubrí que me encontraba encerrada en una clase de celda un tanto abandonada. Sus paredes eran grises, había mucha tierra y ni siquiera había luz.

Tragué grueso cuando vi una sombra que se acercaba a mí, me escondí hacia atrás donde no podían verme.

−Hola Claire −me saludo él −. ¿Como has dormido?

−¿Quién eres y que has hecho con mi padre? −me puse de pie.

Él vaciló con la mirada.

−He fingido ser tu padre más tiempo de lo que él lleva muerto −saco las llaves de su bolsillo −. Pobre, el idiota era demasiado bueno.

Negué con la cabeza.

−¡Maldito hijo de puta! −lo escupí −. Como no imagine que un ser tan despreciable como tú podría no ser mi padre.

Él se rió.

−La verdad es que fue divertido jugar a la familia, te llegue a tomar cariño −comenzó a caminar de lado a lado −. Aunque en ocaciones deseaba terminar con todo esto y asesinarte. Era demasiado tentador, no lo voy a negar.

−¿Y porque no lo hiciste?  −enfríe mis expresiones −.  Si tanto lo deseabas me hubieras asesinado y ya.

–No lo entiendes, Claire. Yo solo soy un simple ayudante de ella, de la reina oscura y jamás tendré el honor de acabar con lo que tanto desea destruir.

–¿Reina oscura? –pregunté sin comprender lo que decía.

–Exacto, ella siempre fue una mujer, no "el oscuro" como ustedes solían llamarla hasta que se canso de eso y ahora esta en camino para verte. De hecho que esta aquí desde hace unos días.

Maldición. ¿Era quién yo pensaba que era?

–¿Donde esta Spencer? –elevé la voz –. Quiero verla.

Él no contesto; comenzó a abrir la celda y mi pecho empezó a subir y bajar. Tenia miedo y eso no iba a negarlo porque sin ayuda de mi magia yo no era nada. Cerré mis ojos con fuerza porque él estaba por entrar a la celda; espere a tenerlo delante de mí, espere y espere pero en el momento que abrí los ojos alguien le había disparo en medio de la cabeza.

–OMG.

Comencé a desesperarme al ver como la sangre llegaba hacia mí, pero la celda estaba abierta y seguro Kass y el resto me habían encontrado. Salí corriendo de la oscuridad y cuando puse un pie fuera de la celda la vi.

−¿Mamá?

−Hola, cielo  −me sonrió de lado mientras sus ojos verdes brillaban con excelencia.

Estaba delante de mí. No podía creerlo.

Ella estaba totalmente diferente a lo que era antes, estaba bien vestida, su cuerpo era esbelto y llamativo, su color de pelo y sus ojos eran iguales a los míos pero en ella se notaba algo distinto. Limpió los restos de sangre que se salpico en su pistola y me miro fijo.

−No puedo creer lo mucho que has crecido, estas hermosa −susurró con esa voz que resonaba dentro de mi cabeza, una y otra vez.

No podía asimilar tenerla delante de mí. Tanto tiempo deseando escuchar su voz y ahora no sé en quien confiar.

Wonderf  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora