𝐂𝐚𝐩𝐭𝐚𝐢𝐧 |𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝| ✓

2. Las sorpresas no eran muy infrecuentes en Hogwarts

El horario de Erin parecía muy prometedor. Ella había comenzado su año de E.X.T.A.S.I.S, lo que significa que podía elegir sus propias materias. Había elegido solo cinco porque quería enfocarse en el quidditch. Tenía Encantamientos el lunes, Herbología y Defensa Contra las Artes Oscuras el martes, Transformaciones el jueves y Aritmancia los viernes. Ella derrochó en lecciones de aparición el sábado por la mañana, ya que era algo que siempre había querido poder hacer.

La primera práctica de quidditch de la semana sería el miércoles. Luego discutirían qué otros días se reunirían, cómo y cuándo se elegiría al nuevo capitán. Era todo en lo que podía pensar Erin hasta el miércoles por la noche.

Afortunadamente, la semana pasó bastante rápida y veinte minutos antes de que comenzara la práctica real, Erin ya estaba de camino al campo de quidditch, con la túnica pulcramente puesta, el pelo recogido en un moño apretado y la escoba recién pulida. Ella estaba unida y orgullosa de ello. También había arrastrado a Beatrice, con el cabello todavía húmedo de la ducha, se había olvidado los guantes y estaba de muy mal humor por llegar tan temprano cuando estaba lloviendo un poco afuera.

El equipo de Gryffindor acababa de terminar su práctica y abandonaba el equipo. Erin no pudo evitar mirar a Oliver, solo porque quería saber si él la reconocería o no.

–Evans– dijo con un simple asentimiento al pasar, que era más de lo que esperaba.

–¿Ese idiota acaba de hablar contigo?– Beatrice escupió cuando su equipo estaba fuera del alcance auditivo.

–Supongo– murmuró Erin. Sintió que se distraía, algo que no podía usar en este momento. Necesitaba estar en la mejor forma posible.

–Buenas tardes señoritas– gritó madame Hooch mientras las chicas caminaban por el campo. La lluvia comenzaba a aclararse, pero el campo ya estaba embarrado.

–Buenas tardes a usted también, madame– dijo Erin y pudo sentir a Beatrice poniendo los ojos en blanco. Erin a veces se preguntaba por qué su mejor amiga había sido seleccionada para Hufflepuff, ya que parecía una Slytherin pura a primera vista, pero cuando se trataba de eso, tenía un corazón de oro y haría cualquier cosa para ayudar a los que amaba.

Otros miembros del equipo se unieron a ellos en el campo y Erin trató de averiguar con quién competiría. Cedric definitivamente iba a probar para capitán y sería difícil de vencer, a pesar de que era un año más joven que Erin. Los golpeadores Michael y Anthony también podrían estar interesados. Usaron el par de minutos esperando para ponerse al día con el resto del equipo. Algunos estaban en el año de Erin, así que los había visto en clase, pero el equipo de Hufflepuff era un grupo bastante diverso pero compacto, como su segunda familia.

–Las pruebas son la semana que viene. ¿Crees que vamos a tener nuevos miembros?– Cedric le preguntó a Erin, escaneando al resto del grupo. Su equipo estaba bastante lleno, pero todos los que querían probar tenían una oportunidad justa. A pesar de que a Erin le agradaba Herbert, definitivamente les vendría bien un Guardián mejor. Desafortunadamente, Hufflepuff no tenía a nadie que se acercara al nivel de habilidad de los Guardianes en los otros equipos.

–Eso espero, eso siempre es divertido. Aunque no estoy seguro de quién decide, normalmente lo hace el capitán– respondió Erin.

–¿Estás probando para Capitana?– Erin asintió. Sabía que Cedric también estaba interesado en el puesto, por lo que era mejor ser abierto y honesto al respecto.

–Bueno, entonces te deseo la mejor de las suertes.

Madame Hooch los reunió a todos y fue directo al grano.

–Hufflepuffs, estoy aquí porque Madame Sprout me ha pedido que seleccione un nuevo capitán de equipo. Como todos saben, esa decisión es muy importante y me gustaría verlos a todos jugar un par de veces antes de tomar mi decisión. ¿Quién de ustedes está interesado en convertirse en capitán del equipo?– Erin levantó la mano con confianza y trató de no mirar a los demás de forma demasiado obvia.

Se levantaron otras tres manos, las de Cedric, Michael y Tamsin. Los dos primeros eran competidores dignos, pero Erin no estaba muy segura de si Tamsin podría encajar en el papel, aunque a veces podía sorprender.

–Bien, entonces propongo que juguemos dos partidos a finales de septiembre. Michael contra Tamsin y Cedric contra Erin. Cada uno de ustedes liderará su parte del equipo y tomaré una decisión entonces. Hasta ese momento, estaré a cargo de tus prácticas, el miércoles a las 4 PM, el viernes a las 4 PM y el domingo a las 10 AM, ¿Está claro? Las pruebas serán la próxima práctica, así que espero que todos estén presentes. Que estén en el equipo de el año pasado no significa que tengan un lugar este año ¿Entendido?– Erin asintió y agarró su escoba. Por fin había llegado el momento de volver a jugar al quidditch y ella estaba aquí para impresionar. No solo volvería a formar parte del equipo, sino que lo lideraría.

El capitán de quidditch de Gryffindor estaba muy lejos de la etapa de composición del equipo. Su equipo era sólido y realmente no necesitaba jugadores nuevos. Sin embargo, podría usar un par de reservas para entrenar para el próximo año, así que colocó la hoja de registro en la sala común y esperaba algo de carne fresca prometedora. Este fue su último año en Hogwarts y su última oportunidad de ganar la Copa de Quidditch. Era todo lo que quería este año, ganar esa copa. Gryffindor no había ganado en siete años y tenía tantas ganas de ser el que cambiara eso.

–¿Quién crees que será el nuevo capitán de Hufflepuff?– Katie preguntó mientras se unía a ellos en la sala común.

–Apuesto a que es el chico lindo Diggory– dijo George, seguido de Fred – Siempre se sale con la suya.

Cedric de hecho no sería un mal capitán de equipo y la elección lógica, pensó Oliver, pero esta chica Erin también parecía realmente determinada. Una Hufflepuff que se escapó de su sala común para ir al campo de quidditch por su cuenta, eso fue algo que despertó su interés. La gente siempre se burlaba de lo dedicado que estaba al quidditch y era bueno para él no sentirse solo por una vez.

–No importa quién sea. No tienen ninguna posibilidad contra nosotros– dijo Angelina, ganándose un par de vítores. El equipo de Gryffindor era probablemente el más estrecho de todos, pero a veces podían sentirse demasiado confiados.

–No estaría muy seguro de eso– dijo Oliver – Tienen grandes Cazadores.

–Y tenemos un gran portero para evitar que anoten. No pueden decir lo mismo– dijo Katie. El Guardián de Hufflepuff de hecho no era el mejor de todos, pensó Oliver, pero las pruebas eran esta semana y las sorpresas no eran muy infrecuentes en Hogwarts.

–Lo que más importa es que Harry atrape la snitch primero y lo hace todo el tiempo, ¿No es así Harry?– Fred dijo cuando Harry también bajó las escaleras, seguido por su amigo Ron.

Oliver notó que un niño corría hacia la hoja de registro y firmaba con entusiasmo su nombre. Parecía un poco joven para formar parte del equipo, pero su entusiasmo fue un buen comienzo. Rápidamente sonrió al notar la mirada de Oliver y luego desapareció de nuevo a los dormitorios.

–¿Quién era ese?– Preguntó Angelina, notando al niño también.

–Benjamin Evans, está en nuestro año– dijo Harry.

–¿Evans? ¿Es pariente de Erin Evans?– Preguntó Oliver.

–Sí, creo que es su hermana– Eso sonó como música para los oídos de Oliver. Aunque nunca lo admitiría sobre alguien del equipo contrario, Erin era una Cazadora excelente y una buena jugadora de equipo. Si algo de eso le había pasado también a este Benjamín, podría ser una buena reserva.