Las vacaciones de Navidad finalmente habían llegado y Erin estaba lista para ellas. Aunque amaba absolutamente Hogwarts, era bueno estar de nuevo en casa un par de semanas después de no ver a sus padres durante meses.
El viaje en tren fue rápido, ya que compartió cabina con Tamsin, Beatrice y Anthony. Michael no iba a volver a casa esta Navidad, ya que tenía una situación un poco difícil en el hogar.
–¡Estamos aquí!– Tamsin dijo, feliz de estar de vuelta en Londres. Salieron de su compartimento y esperaron en una de las salidas. Oliver también entró en el pasillo, sonriendo brevemente a Erin. Realmente no habían hablado mucho desde aquella vez en el campo de quidditch. Estaban bien, pero no tan cerca como solían estarlo.
–¿Les alegra estar en casa?– Erin les preguntó mientras se unía a ellos en la salida.
–Sí, claro. Siempre es bueno estar de vuelta en casa. ¿Y tú? ¿Lista para ver a tu papá?
Erin asintió. Tenía tantas ganas de hablar con él.
Las puertas del tren se abrieron y los estudiantes comenzaron a salir corriendo en busca de sus padres. Oliver encontró a los suyos rápidamente y se acercó a ellos. Sus padres parecían muy emocionados de verlo, lo cual fue agradable de ver. El padre de Erin también solía ser el primero en la fila, listo para recoger a su pequeña niña y decirle cuánto la había extrañado. Erin examinó la plataforma para buscar a sus padres o Benjamin, pero todavía no pudo encontrar ninguno.
–¿No están aquí?– Oliver preguntó, que estaba parado a un par de pies de distancia.
–Mamá siempre llega un poco tarde. Le gusta evitar las masas– A la mamá de Erin nunca le gustó dejar a su esposo solo por mucho tiempo, por lo que siempre llegaba un poco tarde para no tener que lidiar con tanta gente y el bullicio.
–Bueno, que tengas unas vacaciones muy lindas, Feliz Navidad– dijo Oliver con una sonrisa incómoda mientras se iba con sus padres.
–Feliz Navidad– murmuró Erin.
–¿Quién era esa chica? ¿Es tu novia?– preguntó su madre de inmediato. Oliver puso los ojos en blanco. Definitivamente lo había esperado.
–No, mamá, solo es una amiga– dijo.
–Bueno, no te culpo. Es muy bonita– Oliver suspiró. Sí, lo era.
Oliver se había sentido realmente extraño estos últimos días. Estaba feliz de volver a estar en buenos términos con Erin, pero sentía como si algo faltara. Quería estar mucho más cerca de ella y su última conversación con Percy le había dado muchas preguntas. Fue hace un par de días, después de su viaje a Hogsmeade. Era solo por la mañana cuando los había visto en Dervish y Banges, mirando la nueva Saeta de Fuego, Erin y Anthony. Había estado de mal humor todo el día y sabía por qué. No era estúpido, sabía que lo que estaba sintiendo eran celos, pero no podía entender de dónde habían venido esos sentimientos.
¿Le gustaba ella? ¿Le gustaba románticamente? Nunca, nunca había estado enamorado de nadie, por lo que fue un poco difícil para él darse cuenta. Estaba convencido de que nunca sentiría algo por alguien de un equipo de quidditch contrario, pero entonces, ¿Por qué todavía se sentía así con ella?
Como Percy, su mejor amigo, estaba saliendo con Penelope Clearwater, Oliver pensó que él podía ayudarlo, así que fue a hablar con él.
–¿Perce?– preguntó esa noche en la sala común. Percy estaba leyendo un libro sobre la aplicación de la ley mágica que aburrió a Oliver hasta la muerte.
–¿Sí?– dijo, sin mirar hacia arriba.
–¿Cómo supiste que te gustaba Penelope?– Eso pareció llamar su atención, ya que miró su libro con sospecha.
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𝐂𝐚𝐩𝐭𝐚𝐢𝐧 |𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝| ✓
Fanfiction"¿Qué? No, por supuesto que no. Estás bromeando, ¿Verdad?" Eso fue lo que Oliver Wood le dijo a Erin Evans cuando ella finalmente se armó de valor para invitarlo a salir. Él había pisado su corazón y ni siquiera parecía darse cuenta. Pero este año...