𝐂𝐚𝐩𝐭𝐚𝐢𝐧 |𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝| ✓

24. Bueno, Oliver me acaba de besar

Decir que Erin estaba en estado de shock sería la mayor subestimación del siglo. Quería correr hacia Oliver y abrazarlo, pero tan pronto como lo alcanzó, él la agarró por la cintura y la besó.

Fue tan inesperado que cuando se apartó, Erin todavía estaba procesando lo que había sucedido. Ella lo miró con los ojos muy abiertos. Oliver la había besado. Oliver Wood la había besado. No solo había estado enamorada de él durante más de un año, él había sido su primer beso.

–Yo... mh... lo siento, debería haber preguntado– dijo Oliver con torpeza al notar la reacción de sorpresa de Erin. Ella no le había devuelto el beso, solo porque su cuerpo se había congelado instantáneamente – No debería haber...

Tan pronto como Erin regresó a la realidad y escuchó esas palabras, necesitaba reaccionar. Ella necesitaba que él supiera que estaba muy feliz con lo que acababa de hacer, así que lo tiró de su túnica de quidditch y lo besó.

Esta vez, Oliver se sorprendió un poco, pero no por mucho tiempo. Pronto, él le devolvió el beso, tratando de contener una gran sonrisa en su rostro.

La realidad realmente apareció cuando los vítores estallaron a su alrededor. Erin se apartó, solo para notar que la mitad de la Casa Gryffindor los miraba, susurrando o vitoreando. El calor subió a las mejillas de Erin, haciéndola sonrojarse locamente. Oliver tuvo prácticamente la misma reacción.

–Debería irme– murmuro Erin – Nos vemos, y felicidades por ganar – dijo, y rápidamente se fue del terreno de juego. Sin embargo, no pudo ocultar la enorme sonrisa en su rostro. Oliver Wood la había besado.

–Entonces, Woody, ¿Qué fue todo eso?– Fred preguntó mientras golpeaba a su capitán en la espalda.

–Sí, no lo vi venir– agregó George – No pensé que alguna vez lo conseguiría con ese cráneo grueso que tiene – Oliver no pudo hacer mucho, ya que su cabeza todavía estaba en el beso, así que se encogió de hombros y caminó hacia los vestuarios. Este había sido un día maravilloso.

–¡Erin, Erin! ¡Necesito tu ayuda!– Le gritó Beatrice mientras entraba a la sala común. Agarró a su mejor amiga por la muñeca y tiró de ella escaleras arriba hasta su dormitorio.

–¿Qué pasa?– Erin preguntó, todavía sonriendo alegremente.

–Meredith me acaba de pedir que me reúna con ella en el Gran Lago en media hora. Me dijo que tenía algo muy importante que preguntarme.

–¡Oh, Merlín, te va a pedir que seas su novia!– Erin chilló, aplaudiendo con entusiasmo.

–¡Eso creo! ¿Puedes elegir un atuendo para mí?– Beatrice dijo, de repente sonando nerviosa. El armario de Beatrice consistía principalmente en negro con algunos tonos amarillos aquí y allá. La mayoría de los artículos eran pantalones largos y suéteres, ya que Beatrice no era realmente una chica femenina. Sin embargo, esa era la persona que le gustaba a Meredith, así que Erin eligió un simple par de pantalones largos negros, un suéter amarillo y unas lindas botas marrones de su propia colección.

–¿De verdad crees que me preguntará? No hay parejas lesbianas en Hogwarts– dijo Beatrice nerviosamente.

–Bueno, tiene que haber una primero, ¿Verdad? ¡Por supuesto que te lo preguntará! ¡Está loca por ti!– Beatrice tomó una respiración temblorosa, mirando su reloj. Erin nunca la había visto tan nerviosa antes.

–Veinte minutos todavía. Por favor, dime algo que me distraiga– se quejó.

–Bueno, Oliver me acaba de besar.

Pasaron un par de segundos antes de que asimilara el mensaje, pero cuando lo hizo, Beatrice miró a Erin con los ojos muy abiertos.

–¡¿QUÉ?!– Erin inmediatamente comenzó a sonrojarse de nuevo.