18. Ella no quería que terminara

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Olvidar a Oliver fue mediocre para Erin. Ya no estaba enojada con él y había aceptado el hecho de que él ya no estaba en su vida, pero le entristecía. Sabía que era lo mejor y como él no había intentado hablar con ella desde aquella desastrosa vez, probablemente sentía lo mismo, pero ella lo extrañaba. Echaba de menos sus charlas y echaba de menos burlarse de él. Echaba de menos las mariposas que sentía en su estómago cada vez que él le sonreía.

Anthony hizo un buen trabajo manteniéndola distraída, y Erin empezó a gustarle cada vez más. Al contrario de Oliver, Anthony se dio cuenta de inmediato cuando Erin se sintió un poco deprimida y supo exactamente cómo actuar en consecuencia. Con frecuencia traía chocolate caliente a la sala común, le prestaba sus notas y ayudaba a los Hufflepuffs más jóvenes con las tareas escolares. Era un ejemplo perfecto de Hufflepuff y probablemente sería un novio perfecto. Pero, ¿Por qué no sintió la misma atracción?

Entonces, cuando Anthony le pidió nerviosamente que fuera a Hogsmeade con él antes de las vacaciones de Navidad, ella estuvo de acuerdo. Quizás un cambio diferente ayudaría.

Diciembre había comenzado antes de que Oliver se acercara a Erin. Era algo muy simple, pero Oliver necesitaba dar pequeños pasos ya que no quería estropear las cosas una vez más. Iba a hacerlo bien esta vez.

Erin estaba en la biblioteca, buscando un libro para usar en su tarea de Herbología. Era uno que estaba en un estante bastante alto, pero Erin estaba convencida de que podía alcanzarlo sin su varita, que no era el caso. Estaba a punto de voltearse antes de que alguien más le agarrara el libro. Al principio pensó que era Anthony, pero cuando miró hacia arriba, miró directamente a los ojos de Oliver. La miró disculpándose, incluso triste, con una sonrisa que no llegó a sus ojos.

Por una fracción de segundo quiso decir algo malo, como si no necesitara su ayuda, pero en el momento en que lo miró a los ojos, no pudo.

–Gracias– dijo ella, mirando a otro lado. Oliver quería pedirle que hablara, o simplemente disculparse de nuevo, pero perdió la capacidad de hablar cuando sus ojos azules se conectaron con los de él. Ella ya se estaba alejando y él todavía estaba debatiendo si pedirle que hablara sobre lo que sucedió el año pasado o no. Quería saberlo, pero ¿Ella lo escucharía? Ella era una Hufflepuff después de todo y ellos tenían una naturaleza bastante indulgente, pero estaba realmente enojada. Se maldijo a sí mismo por tardar tanto. Necesitaba demostrarle que le importaba, así que tenía que preguntarle una y otra vez hasta que ella aceptara.

Erin ya se había sentado en una de las mesas del fondo, con la nariz clavada en el libro que él le había entregado. Oliver se acercó a ella antes de que pudiera cambiar de opinión.

–Hey– dijo torpemente, haciendo que ella mirara hacia arriba – ¿Crees que podríamos hablar un poco?

Erin estaba desgarrada. Su reacción inicial fue decir que sí, solo para pasar el rato con Oliver, pero por su propio bien, era mejor que no lo hiciera. Pero ella quería cerrar las cosas correctamente sin mala sangre. Oliver todavía estaba esperando una respuesta, Erin solo miraba al vacío.

–¿Erin?– preguntó.

–¿Quieres volver a hablar conmigo?– ella preguntó. Oliver pareció tomarlo con la guardia baja por un momento, pero rápidamente asintió.

–Estaré esperando en el campo de quidditch a las 10 PM esta noche. Si no estás preparada, está bien– dijo Oliver y se fue. No había nada en el mundo que Erin odiara más que esa mirada de dolor en el rostro de Oliver. Realmente parecía arrepentirse, que era algo que Erin no había visto a menudo. Quería ir, quería perdonarlo, pero también necesitaba hablar con Beatrice. Necesitaba una mirada realista de la situación.

𝐂𝐚𝐩𝐭𝐚𝐢𝐧 |𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝| ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora