𝐂𝐚𝐩𝐭𝐚𝐢𝐧 |𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝| ✓

19. Feliz Cumpleaños

15 de diciembre, cumpleaños de Oliver Wood. Los últimos días habían sido extraños. Cada vez que Erin veía a Oliver en el pasillo, él evitaba su mirada o sonreía a medias. Erin no podía culparlo. Ella lo había dejado completamente plantado mientras él intentaba hacer las paces.

Quería hablar con él, pero Beatrice sugirió esperar un par de días para ver qué haría él, para ver si ya se daría por vencido. Así que Erin trató de distraerse con Anthony, pero él también pudo ver lo que estaba pasando y ella no estaba siendo justa con él. El hecho es que ella lo estaba engañando y se sentía culpable por ello. Ella simplemente no sabía qué hacer en general.

Entonces, solo tres días después de la charla inexistente, el 15 de diciembre, Erin decidió acercarse. Al menos tenía que demostrarle que todavía le importaba. Tenía que hablar con él.

Cogió unas plumas de azúcar del enorme paquete de dulces de Beatrice, las azules porque eran sus favoritas, y las envolvió cuidadosamente en un papel de regalo amarillo. Añadió una pequeña nota que decía:

Hey Capitán

Feliz cumpleaños. Lo siento, no me presenté. ¿Podemos volver a hacerlo esta noche? 10 pm?

Erin.

Dobló el pergamino y lo añadió al regalo antes de que pudiera cambiar de opinión. Sabía que no tendría las agallas para dárselo en persona, al menos no con sus amigos alrededor, así que eligió el plan B.

–¡Hola Benji!– llamó a su hermano pequeño cuando lo vio antes del desayuno.

–Hola– murmuró. Claramente no era una persona mañanera.

–Necesito que hagas algo por mí– dijo, recibiendo una mirada sospechosa.

–¿Qué es eso?

–Necesito que le des esto a Oliver– dijo, dándole el pequeño paquete amarillo.

–¿Oliver Wood, mi capitán? ¿Por qué?

–Porque te lo digo, hazlo– dijo Erin, empujándolo en sus manos.

–¿Por qué no se lo das tú misma? O al menos por una lechuza– se quejó Benjamín. Erin no había pensado en el correo de la lechuza...

–Solo hazlo, ¿Por favor?– dijo, luciendo sus mejores ojos de cachorro. Benjamin suspiró.

–Bueno.

Rápidamente le dio un abrazo antes de dirigirse a desayunar.

Esperó ansiosamente a que entrara Benjamin. Oliver ya estaba en el Gran Comedor, recibiendo deseos de cumpleaños de la mayoría de los Gryffindors. Parecía feliz, lo que hizo feliz a Erin.

Benjamin entró y no pareció importarle lo más mínimo. Se acercó a Oliver, le tocó el hombro y le dio el paquete. Le dijo algo, pero Erin no pudo leer sus labios. Cuando Oliver la miró directamente, pudo adivinar lo que Benjamin había dicho, obviamente. ¿Por qué tuvo que mirar? Escondió su cara roja detrás de su cabello y se metió un bollo en la boca.

Oliver la miró, tratando de descifrarla. Benjamin no le había dicho mucho, solo que Erin le había pedido que le diera esto. Erin rápidamente desvió la mirada cuando la sorprendió mirando, a lo que Oliver sonrió. Ella estaba tan incómoda y eso le encantó.

Lentamente abrió el paquete, revelando un par de plumas de azúcar azules. Ella lo recordó. Él le había dicho que estas eran sus favoritas hace casi dos meses y ella lo recordaba. Dentro había una pequeña nota.

Hey Capitán

Feliz cumpleaños. Lo siento, no me presenté. ¿Podemos volver a hacerlo esta noche? 10 pm?