𝐂𝐚𝐩𝐭𝐚𝐢𝐧 |𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝| ✓

5. No puedo discutir con eso

La próxima semana de clases había comenzado y Erin todavía no había escuchado una palabra sobre los resultados de las pruebas de Gryffindor. Benji tampoco y sus nervios no habían mejorado. Oliver seguro que se estaba tomando su maldito tiempo.

Erin intentó captar algún tipo de señal cuando caminaban por los pasillos, pero Oliver tenía una excelente cara de póquer. Él le sonrió cuando se cruzaron en sus caminos, pero no era una sonrisa del tipo "no te preocupes, lo hizo". Beatrice no era fanática de la falta de disgusto por el capitán de Gryffindor, pero Erin todavía estaba un poco confundida. Si se dejaba llevar, volvería a sentir algo por él en aproximadamente 5 segundos. Solo tenía que ser amable con ella dos veces y la perdían. Pero ella sabía que eso no tenía un buen resultado. Él nunca estaría interesado en ella de esa manera, por lo que se estaba ganando un corazón roto. Además, necesitaba concentrarse. La mejor solución posible sería simplemente hacerse amiga de él, pero ¿Podría hacer eso? Si eso significaba que él la ayudaba a convertirse en capitana del equipo, seguro que lo intentaría.

Sin embargo, las clases de E.X.T.A.S.I.S de Erin estaban tomando mucho tiempo ya que definitivamente eran mucho más difíciles que el año pasado. Se encontraba en la biblioteca a menudo, haciendo todo lo posible por mantener buenas calificaciones mientras se concentraba por completo en el quidditch.

De camino a la biblioteca, recibió una noticia.

–¡Erin!– Alguien gritó fuerte desde el otro lado del pasillo. Casi le da un ataque al corazón por el repentino estallido. Su hermano pequeño corría hacia ella y sabía exactamente lo que eso significaba.

–¡Lo logré! ¡Erin lo logré!– Erin no necesitaba ninguna información adicional. Dejó caer su bolso y levantó a su hermano, haciéndolo girar.

–¡Oh Merlín, Benji, eso es fantástico! ¡Sabía que podías hacerlo!– Ella lo volvió a bajar, guardando su brillante rostro sonriente en algún lugar de su cerebro con todos sus otros momentos felices.

–Soy un Cazador de reserva. ¡Soy un Cazador, Erin, como tú!

–Estoy tan orgullosa de ti Benji. Solo espera a que nuestros padres se enteren de esto.

–¿Crees que papá estará orgulloso?– El rostro de Benjamin se suavizó un poco, una mirada triste apareció lentamente en sus ojos.

–Por supuesto que lo estará. Sé que lo hará– dijo Erin. No era momento para caras tristes. De repente, Benjamin enderezó la cara y se puso de pie, con la espalda recta.

–Hola capitán– dijo. Erin se dio la vuelta para ver a Oliver caminando por el pasillo.

–Bueno, bueno, ¿No deberías prepararte para la práctica?– Oliver le preguntó, con una sonrisa en los labios.

–Solo necesitaba... Bien, ¡adiós Erin!– Benjamin volvió a salir corriendo como un loco, haciendo reír a Erin.

–¿Todos te llaman capitán? Me parece un poco mucho– bromeó Erin, a lo que Oliver se encogió de hombros.

–En realidad no, pero no puedo decir que no me gusta – dijo – Es un buen chico- Erin miró el lugar donde Benjamin estaba parado. Oliver le dio un lugar en el equipo. No, no, necesitaba concentrarse.

–Gracias, por cierto. No puedes imaginar lo mucho que esto significa para él.

–Bueno, se lo merecía. Ese niño es un diablillo rápido. Con un poco de entrenamiento será una gran incorporación al equipo– dijo Oliver.

–Supongo que viene de familia– bromeó Erin, echándose el pelo hacia atrás dramáticamente.

–No puedo discutir con eso– dijo, haciendo que Erin se sonrojara locamente. Oh diablos, no. Ella estaba desesperada. Erin volvió a imaginar el fiasco del año pasado, lo que fue de gran ayuda.