𝐂𝐚𝐩𝐭𝐚𝐢𝐧 |𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝| ✓

9. ¿Estás seguro de eso, Wood?

Erin había hecho una enorme lista de cosas por hacer y poco a poco se abrió camino a través de ella el jueves, entre clases. Necesitaba responderle a su madre, finalizar su estrategia para su primer partido contra Gryffindor, crear un nuevo programa de entrenamiento, preparar las próximas sesiones de entrenamiento, reservar el campo, hablar con su equipo y estudiar tanto para Encantamientos como para Herbología.

Erin acababa de terminar de escribir la carta a su madre, planeando ir a la lechucería más tarde. Ella le había dicho a Erin que había estado ahorrando para la escoba de Benji por un tiempo, así que una Nimbus 2000 era posible, lo cual era una gran noticia. Su madre ya la había encargado y llegaría en un par de días. Erin también le escribió que había logrado ser capitana. Ella era la capitana del equipo de quidditch de Hufflepuff, una de los cuatro capitanes de toda la escuela.

Acababa de comenzar a completar su programa de entrenamiento cuando Cedric entró. Miró a Erin por un momento y luego se dirigió hacia ella.

–¿Me puedo sentar?– preguntó, a lo que Erin asintió.

–Felicidades por ser capitana del equipo, te lo mereces– dijo, un poco forzado, extendiendo la mano. Erin la tomó con gusto, aliviada de que él no estuviera enojado con ella.

–Gracias, eso significa mucho, sé cuánto lo querías tú también.

–No, Madame Hooch tenía razón. No estaba bien jugar el partido sin ti. Además, eres buena en esto, lo harás genial– Cedric era un gran chico y una de las personas del equipo con la que Erin se llevaba bien.

–Bueno, todavía me vendría bien un poco de ayuda, si estás dispuesto. ¿Qué piensas? Estaba pensando en tres prácticas a la semana, dos de ellas entrenando habilidades, una de ellas sobre estrategia de juego.

Cedric se sentó a su lado y miró sus notas. Hablaron de su estrategia de entrenamiento, su plan de juego contra Gryffindor y nuevos movimientos para probar este año. Mañana sería su primera práctica y Erin la dirigiría.

–Oye Erin, voy a Transformaciones, ¿No tienes esa clase?– Anthony Rickett, uno de los Golpeadores de Hufflepuff, preguntó. Erin miró su reloj, estaba completamente perdida en el tiempo.

–Oh, maldita sea, tienes razón. Tengo que ir Cedric, ¡Nos vemos!– Agarró sus cuadernos, corrió a su dormitorio para agarrar sus cosas, rápidamente se peinó y corrió escaleras abajo de nuevo. Anthony todavía la estaba esperando. Tenían tres clases juntos, pero por alguna razón nunca caminaron juntos a clase. Quizás eso se podría convertir en un hábito.

–Gracias por eso, perdí completamente la noción del tiempo– dijo, saliendo de la sala común de Hufflepuff.

–No hay problema, ¿Ya estás ocupada con el quidditch?– Preguntó Anthony.

–Puedes apostar. Planeo patear algunos traseros de Gryffindor– sonrió. Sería extraño jugar contra Oliver ya que habían estado trabajando juntos durante el último mes.

–Creo que lo harás muy bien, tienes toda mi dedicación, capitana– sonrió. Anthony no era exactamente el tipo de Erin en cuanto a apariencia, pero en cuanto a personalidad definitivamente lo era. Sin embargo, por alguna razón, no sentía mucho cuando estaba cerca de él. Tenía un tono de piel más oscuro, con rizos oscuros que eran más cortos en los lados y más largos en la parte superior. Tenía ojos castaños claros y abdominales definidos, que es algo que Erin definitivamente había notado durante la práctica a veces.

–Llegamos– dijo y le abrió la puerta del salón de Transformaciones.

–Bueno, gracias, amable señor– Erin se inclinó dramáticamente y entró. Aunque sería un muy buen amigo.