21 de Julio del 2019.
Abismo. Capital del Abismo.Juliette estaba sumida en un mundo de sueños y sombras, un lugar inconexo dominado por el subconsciente. Donde muy pocos tenían el poder y control, que podían jugar a ser dios. El deseo de todo simple mortal, poder ser un dios. Decidir que existía, que ocurría, como ocurría. Controlar los caprichos del destino y la casualidad. Ambos complementaban a la par que destruían los designios del otro como un macabro juego. Ahí estaba ella, en un mundo oscuro, donde su cuerpo reposaba. ¿Que hacía allí? ¿Donde estaba? de Poco a poco, los recuerdos fueron llegando, disparos, el ataque. Rosamund defendiendolas. Ella y su madre aturdidas. Explosiones, polvo y luego la imagen de Víctor estirando su mano hacia ella. El cúmulo de sensaciones, sentimientos que agitaron su ser como un mar furioso la fueron jalando de aquella realidad difusa.
Despertó con un jadeo, abriendo los ojos con brusquedad. Un techo oscuro, de piedra se mostró ante ella. Al incorporarse, su mirada recorrió el sitio desconocido para ella. Una gran habitación de piedra, equipada con todo lo necesario. Su corazón saltó un latido cuando su mirada se encontró con la oscura figura de máscara blanca y alargada cual pájaro con dos ojos negros.
—La señorita ha despertado, mi cazador—Avisó el médico del castillo.
—Gracias, puedes retirarte.
El ser se alejó de Juliette, tomó un maletín donde llevaba equipo básico y tras hacer una reverencia ante Víctor, se retiró. Su mente, por más rápido que anduviera, no podía entender todo lo que estaba ocurriendo en aquel sitio y remolinos de preguntas surcaban su mente.
El sonido de la puerta al cerrarse la sacó de sus pensamientos. Exhaló, lentamente y por primera vez fue consciente del frío y lo frío que por igual estaba su cuerpo. Se masajeó los brazos buscando calor. Sus ojos observaron cómo esa habitación, tenía desde un ropero, hasta una mesa con un espejo y otra puerta más. Lentamente se iba haciendo una idea, muy acertada, de donde estaba. Luego su mirada fue hacia Víctor.
El cazador estaba mirando desde un balcón la capital del Abismo, pero su mente estaba muy lejos. Específicamente en Venezuela. Apenas había pasado una hora desde el ataque. Juliette, a pesar de ser ajena al mundo de la magia, podía sentir su aura pesada, oscura y lleva de ira. Pero con una calma tensa que solo la hacia peor. No llevaba camisa a lo cual sus ojos no tardaron en observar a detalle su figura. Su espalda se mostraba con unas pocas cicatrices.
Él, entonces, se giró.
—Me tenías preocupado—Soltó ingresando a la habitación.
—¿Que me pasó?—Entonces algo en su mente hizo click. ¡Su padre! ¡Su madre!—¿Donde está mi mamá? ¡¿Y mi papá!?
—Te desmayaste al no estar lista para viajar entre portales—El cazador se acercó, sombras se cernieron sobre su piel en contraste con las luces—Tu madre está aquí, bajo vigilancia médica al haberse desmayado por igual, ahora tu padre. Ya di la orden de preparar un equipo Spectre para extraerlo.
Su figura, resaltaba en los matices de oscuridad y luz. Ella pudo ver sus brazos delgados pero fuertes, su pecho levemente desarrollado y su abdomen que para su sorpresa no estaba definido como los protagonistas de las historias de acción, pero si tenía una que otra cicatriz esparcida. Sus ojos surcaron el tatuaje en su mano y brazo. Esos ojos rojos brillaban con intensidad. Como dos faroles en la penumbra.
—¿Juliette?
—P-perdon..
Ella desvío la mirada, regañandose por dentro al desviar su atención de lo realmente importante.
—Mi padre...
—Ya debe estar en manos del SEBIN, que por lo visto fue el cuerpo que fue tras él—El cazador suspiró—No te preocupes, nosotros lo traeremos.
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El Hombre Sin Miedo (Saga: El Cazador Libro#2)."Actualizaciones Lentas""
FantasyLos Renacidos son ahora un grupo radical en el mundo sobrenatural que atenta contra el delicado balance entre El mundo humano y El mundo Sobrenatural. Y sus garras ahora se ciernen sobre un país de América del Sur. Venezuela. Siendo este el nuevo d...