Capítulo 19 "Amenaza Interna"

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15 de Julio del 2019.
Venezuela. Estado Lara.

La destrucción y caos en aquella fiesta, nacidos de la sinfonía de muerte que solo las explosiones indiscriminadas, nacidas del poder destructivo de aquellos seres sobrenaturales, de las balas que eran escupidas por las armas de fuego humanas. El fuego crepitaba con su chirriar, buscando expandirse o extinguirse. Los cuerpos adornaban aquella macabra pintura, junto con la destrucción del ambiente. ¿Era esta la propia naturaleza del ser humano? Se podría decir que era por igual compartida por las múltiples especies sobrenaturales que en el peor de los momentos se refugian en ese instinto animal interior. Ese instinto asesino y sanguinario. ¿Eran entonces, realmente diferentes a los animales? La respuesta era sencilla. Si. ¿Por qué? Porqué ellos son conscientes de sus acciones y de que cada acto tiene consecuencias. Repercusiones.

Juliette terminó de vendar la herida de Erika, tras detener la quemadura que está empeorase. Suspiró, limpiando una gota de sudor de su frente. Cuervo hizo una mueca.

-¿Va a estar bien?-Preguntó Aldrich.

-Si, solo debe evitar hacer movimientos bruscos para que no se abra la herida y haya que suturar de nuevo-Explicó Juliette-Que bueno que traje ampollas con anestesia.

-¿Donde aprendiste eso?-Preguntó Erika incorporándose lentamente.

-Los protectores me enseñaron-Respondió la pelirroja.

César observaba el paisaje desde uno de los bordes de la terraza. Se preguntaba cómo era posible que hubiera tanta muerte y destrucción escondida del conocimiento general. Cómo ese gobierno corrupto, esos políticos venezolanos eran capaces de gastar más recursos en esconder la verdad y en seguir robando que en solucionar la profunda crisis que vivía ese país.

-Si no fuera por esta crisis, yo no sería un maldito asesino-Gruñó para si mismo.

-Nadie lo sería.

El grandulon dirigió la mirada a Bruno, a su lado, el Explosivista se quitó la máscara de gas, regresando así su rostro. Suspiró, cómodo. El joven con rasgos asiáticos miró a su compañero.

-Yo debería estar usando mi gusto por la química en crear y estudiar posible aleaciones, nuevos minerales y sus posibles usos, en su lugar, creo explosivos altamente peligrosos-El joven tomó una granada de fósforo blanco entre sus manos-Esto, tú has visto lo que esto es capaz de hacer.

-Si, es un ejemplo de cómo se pierde el potencial y en cambio, surgen los que tienen "Palancas"-Cesar se encogió de hombros.

Hilary, Carlys y Azul se sentaron en otro borde de la terraza, mirando hacia el atardecer. Había sido algo pesado, a pesar de que no estuvieron directamente en lo peor del combate. La arquera se quitó los lentes limpiandolos. "Realmente es una vida peligrosa" se dijo mentalmente.

-¿Por qué nos mantuvieron tan alejados del combate?-Susurró Azul.

-No somos rivales para un hombre lobo o un vampiro-Respondió Carlys-Al final solo seríamos su cena.

-Io no voy a ser cena de nadie we-Se quejo Hilary.

Al mismo tiempo, Ana hablaba con Laury. Ambas mercenarios alejadas del resto. Querían algo de privacidad.

-¿Me puedes explicar al final para que tanta muerte?-Le pidió Ana-No termino de entender para que tanto desastre.

-Creeme, yo estoy tan perdida como tú ¿Que pueden obtener con matarlos a todos? No creo que entre todos estos muertos estén los líderes de... ¿Cómo se llamaban?-Inquirió Laury.

-Renacidos.

-Aja, eso mismo. Esto fue un exterminio. No comprendo para qué...

Laury se detuvo cuando notó la mirada del vanguardia sobre ella. Se paralizó, esas pupilas negras eran intimidantes. La intensidad de esa mirada, era una mirada pesada, de esas que no se soportan. El vanguardia desvío la mirada cuando el radio sonó.

El Hombre Sin Miedo (Saga: El Cazador Libro#2)."Actualizaciones Lentas""Donde viven las historias. Descúbrelo ahora