El Hombre Sin Miedo (Saga: El Cazador Libro#2)."Actualizaciones Lentas""

Capitulo 3: Primer Encuentro

—¡El coño salgan del baño en tres segundos!

Gritó el general cazador apresurado al ver que ya eran las seis y media de la mañana. Adentro estaba Simón bañándose a velocidad y Andy afeitandose ante los gritos de su General.

En el pasillo surgió un Aldrich con el cabello húmedo, solo los jeans y medidas dejando su pecho y abdomen al aire. Miró con una sonrisa burlona a Victor.  Todos habían despertado tarde, pues ninguno supo acomodar las alarmas de sus teléfonos.

—¿Ya acomodaste el bolso?—Preguntó para mayor mal de Victor.

—No puede ser—El joven se pasó una mano por el rostro.

Rosamund corrió a la cocina a preparar un así sea un café para ir con algo en el estómago. Cuando los dos Spectres salieron del baño, Victor y Klaus ingresaron.  Mientras el Francotirador hacia sus necesidades, el cazador se duchó a velocidad, el agua fría le quitó todo rastro de sueño posible. Al salir corrió a uniformarse. Cuando se colocó la camisa, notó un detalle, esos tatuajes, tanto la marca como el dragón no serían bien vistos. La Marca ls cubrió con unos guantes y el dragón con unas vendas.

Treinta minutos más tarde, con un Victor ya vestido como un buen estudiante de 5to año, con bolso incluído. Subieron todos a las camionetas. No sabía porqué, pero nuevamente tenía esa ansiedad, esos extraños nervios salidos de la nada. Ansiedad, expectativa.

Sin más atrasos, el grupo se dirigió al liceo dónde ocurriría muchos eventos importantes para el Cazador.

Ese día, ocurriría uno sin igual.

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6 de Enero del 2019.
Venezuela. Estado Lara.

Un elefante Renault se detuvo frente al Liceo Lisandro Alvarados. Erick Reagal le dió un beso a su hija en la mejilla.

—Suerte, nos vemos más tarde.

Ella sonrió y se despidió de su padre con un abrazo.

El liceo era un edificio con una nutrida historia en el estado. Con dos pisos, un gimnasio apartado y multiples salones, el liceo era uno de los grandes del estado.

En el primer piso, en una zona donde se habían hecho multiples mesas de concreto, algo maltratadas por el tiempo y los alumnos revoltosos, yacia una joven de baja estatura, con un par de ojos escondidos bajo unos lentes de montura negra. Carlys, leía un thriller psicológico siendo ello una de sus mayores pasiones, la mente humana. La joven cerró el libro suspirando mientras se acomodaba los lentes.

—Por cosas como estás nunca llego tan temprano—Se quejó.

Miró a su alrededor, las mesitas como le decían ellos estaban casi vacías excepto por alguno que otro estudiante. ¿Pero como se le ocurría llegar incluso antes que los maestros? Sus quejas quedaron atrás cuendo vió a su amiga pelirroja subir por las escaleras cortas del lado derecho.

—¡Juliette!—Exclamó emocionada.

La pelirroja saludo con una radiante sonrisa a su amiga la cual se acercó a abrazarla. Juliette rio bajo y respondió el abrazo.

—¿Eres la única?—Inquirió Juliette.

—Si, por desgracia—La joven se apartó.

Ambas tomaron asiento en la mesa donde estaba Carlys, la pelirroja tomó el libro que ella leía. Al Calor del Verano leyó ella en el título. La señorita de lentes lo tomó y lo apartó.

—¿Y que me cuentas? ¿Que tal tus vacaciones?—Preguntó la Mercenario.

—Pues...

Mientras ambas hablaban, más y más alumnos fueron llegando al liceo, junto con unos pocos profesores que iban llegando por igual. Azul y Hilary llegaron a las mesitas saludando a Carlys con un abrazo e igual a Juliette.