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Las voces de dos niños pequeños que gritaban desde su lugar se escuchaban por toda la pequeña casa, exigiendo justicia pues ante sus ojos estaba pasando la peor de las injusticias.

- ¡EL TIENE MÁS CEREAL QUE YO!

- ¡TU TIENES MÁS!

Los dos comenzaron a sacar comida del plato del otro creando un gran desorden en la mesa de la cocina.

Un chico mayor muy sonriente entró a la cocina pero esa sonrisa se borró en cuento vio el desorden que había. Rápidamente corrió a la mesa y arrebató los dos platos de las manos de sus hermanos.

Los miró seriamente mientras los niños competían en una guerra de miradas por ver quién obtenía la culpa.

- No deben de pelear, ni jugar con la comida - dejó los platos, que ahora estaban medio vacíos, en la isla de la cocina - ya habíamos hablado de esto.

Los dos se rindieron al ver el rostro de mortificación de su hermano mayor por lo que solo bajaron su rostro apenados y un poco dolidos por el "regaño"

El mayor volvió a colocar los platos pero con más cereal y leche, les colocó a cada quien su plato, para después regresar a terminar los lonches que se llevarían a la escuela.

- Cuando terminen limpiaran la mesa.

Los dos no tuvieron otra opción más que asentir y seguir comiendo.

- ¿idas a trabajad? - preguntó uno de los niños con su boca llena de cereal.

Los menores no eran conscientes de que su hermano había sido despedido de su antiguo trabajo, según lo que le dijo su jefe, por no ser competente con el puesto, lo cuál lo deprimió pues cada vez se alejaba más de su sueño de ser un gran escritor.

- Si, así que quiero que se comporten cuando llegue Sun. No quiero recibir quejas de que se pelearon - los miró seriamente a lo que los dos asintieron.

El había terminado su carrera con mucho esfuerzo, pues lamentablemente el día que su madre falleció, sus hermanos quedaron a custodia de el y eso no le resultaba malo, pues el los amaba pero sin duda alguna había sido muy difícil terminar su carrera y cuidar de ellos.

Hubo muchas veces en las que intentó rendirse, pero sus amigos siempre se mantenían junto a el y lo alentaban a seguir, con lo que no podía estar más agradecido.

Hace algunos días, la empresa para la que trabajaba cayó en quiebra pues el superior había hecho una mala negociación lo que llevó a muchos a ser despedidos.  El moreno creyó que por fin obtendría un ascenso, pero cuando escuchó "Estamos haciendo un recorte de personal que no nos es útil" su mundo se vino abajo, pero no podía caer porque si el caía sus hermanos también y el no permitiría eso.

Ese mismo día contuvo las ganas de llorar por la impotencia y salió en busca de nuevas oportunidades, lamentablemente los días pasaban y no estaba obteniendo respuestas lo que lo ponía muy preocupado, pues se acercaba el día donde el señor Choi, el dueño de las casa, llegaba a recordarle que debías hasta el alma, y además de que tenía que pagarle a la chica que le ayudaba a cuidar de sus hermanos.

- ¿llegarás tarde?

- No lo se, pero les compraré algo rico para cenar.

Los dos menores gritaron entusiasmados, pues muy raras veces su hermano les compraba algo de comida rápida.

Después de cepillarse los dientes y ponerse sus zapatos, salieron de su casa directamente hacia la escuela. En el transcurso fueron hablando de los amigos que habían hecho el primer día, que no había pasado más de una semana.

Llegaron y el par se fue corriendo hacia el interior cuando vieron a sus amigos.

- ¡Yo también los quiero! - dijo Namjoon al verlos, y supo que lo escucharon cuando voltearon y levantaron su mano en forma de despedida.

Soltó un suspiro pesado y caminó sin un dirección fija, pues tenía la intención de ir a varios lugares donde pudiera dejar su currículum.

Solo había tenido suerte en locales pequeños, tiendas de ropa y supermercados, pero no era exactamente lo que estaba buscando, pues el quería un trabajo que más tarde le diera una oportunidad a ser un escritor en artículos de revistas, aunque no descartaba las oportunidades de los locales pequeños, pues hasta ahora eran los únicos lugares en los que estaba encontrando una respuesta positiva.

Entró a una pequeña empresa, era un editorial poco conocida, pero sabía que podría encontrar algo que le ayudaría.

Los nervios habitaban en el pero no se permitiría demostrarlo, por lo que con seguridad caminó hacia el mostrador, donde estaba una chica atendiendo una llamada. Se puso frente a ella y espero a que terminara de hablar.

Era un espacio pequeño pero sin duda alguna, todo se veía muy lindo, tenía orden y mucho color, los colores eran abundantes pero no abrumadores.

- ¿Le puedo ayudar en algo? - preguntó la chica.

Namjoon rápidamente sacó su currículum de su bolso y lo colocó en el mostrador.

- Buenas tardes, estoy buscando trabajo - la chica tomó el currículum y comenzó a leerlo - no he trabajado en muchos lugares, pero aprendo rápido y me puedo acopla...

- Lo siento, no cumples con los requisitos. - dijo con simplesa - deberías ir a un supermercado, estoy segura de que te darán algo.

Esas palabras le habían dolido, pero solo se limitó a asentir y agradecer con una inclinación para después salir en busca de otro lugar.

Ya había pasado tres lugares, y en ni uno estaba obteniendo la respuesta que esperaba.

Miró el gran edificio que estaba frente a el y soltó un suspiro lleno de ilusión, aunque un poco frustrado. La compañía de moda más grande del país estaba frente a el, luciendo todo su esplendor en esos brillantes azulejos.

- Me van a rechazar... - dijo sin ilusión alguna, pues el ya esperaba un rotundo NO - No se ni porque lo voy a intentar... - dijo para el mismo.

Caminó hacia la puerta con la intención de llegar a recepción, pero una mano lo detuvo.

- No puede pasar.

- ¿Qué? No, yo solo quiero dejar esto...

- No tiene cita.

- Solo quiero dejar mi currículum - dijo frustrado.

- necesita una cita incluso para eso.

El guardia de seguridad miró a la chica de recepción, quien no parecía comprender lo que sucedía, así que le permitió el acceso.

Namjoon no lo pensó dos veces y casi corrió hacia el interior.

No esperaba obtener una respuesta positiva tan rápido, mucho menos en la empresa.

- Tu trabajo es sencillo - hablaba el chico mientras lo llevaba al elevador.

Namjoon iba detrás de el escuchando todo atentamente.

- Serás el ayudante del Señor Jeon.

Había visto fotos de el, incluso lo había visto en televisión y parecía ser alguien agradable y sin duda alguna muy apuesto.

Rasgos duros, cuerpo atlético y ojos encantadores, parecía alguien muy agradable.

- ¿Seré su secretaria?

- Ser su secretaria solo aplicaría en horas de trabajo y tu tienes que estar a disposición por más horas.

- ¿no tengo un horario fijo?

- No, si el señor Jeon te quiere en la madrugada, estás en la madrugada y porfavor no le preguntes por tu hora de salida que te despidira y a mi también.

Namjoon comenzaba a asustarse pues no lo describía como el lo veía en la televisión o en entrevistas.




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Una disculpa por los errores y muchas gracias por leer 💕💕




Marry You |Kooknam| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora