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Namjoon se sentía extraño, pero de alguna manera el verse de esa manera lo hacía sentir seguro, lo hacía tener confianza y creía que talvez era porque los demás no lo juzagaban por su apariencia, pero no quería pensar eso porque sería algo absurdo, ¿porqué hacer sentir mal a alguien solo por como luce? ¿Porqué tener que acoplarse a lo que las demás personas quieren y no a lo que tu quieres? No tenía una respuesta precisa para eso.

Sintió que el auto se detuvo y miró el lugar en el que se estacionó. Estaban en la casa de la madre de su Jefe, la auténtica "Mujer Jeon" cómo no conocerla. Era alguien con poder, reconocida en todas las industrias pues ella se había encargado de dejar su nombre plasmado en cada una de ellas.

Salió del auto justo cuando vio a su jefe salir de este.

- Tienes la lista de las posibles candidatas a ser mi esposa. - dijo mirando al frente.

- Las recuerdo perfectamente y todas confirmaron su asistencia.

Claro que lo harían ni siquiera había una opción para decir que no a una fiesta de los Jeon.

- Bien, vamos. - dijo y comenzó a caminar al interior.

Namjoon lo siguió y cuando entraron rápidamente fueron recibidos por un Señor que los guió hacia el jardín, donde todos estaban reunidos.

Si en algo era bueno Jeon además de manejar una empresa, ser modelo, guapo y talentoso, era fingiendo estar cómodo con alguien.

Comenzaba a saludar a las personas y cuando se alejaban hacía una mueca de desagrado.

- Es bueno verte hijo. - habló un señor mayor.

- Si, me voy en una hora. No más. - miró hacia otro lado.

- Pensé que vendrías solo. - dijo mirando al chico detrás de Jeon.

Namjoon hizo una reverencia y le sonrió ligeramente.

- es mi ayudante. - miró a Namjoon.

Cuando sus miradas hicieron contacto, el cuerpo del moreno se sacudió. Había sido extraño lo que sintió, pero no se sintió nada mal.

- ¡Jungkoo! Realmente viniste. - llegó la festejada.

Abrazó a su hijo y miró al moreno de pies a cabeza pero lo ignoró. Supuso que le ayudaba a su hijo.

- No me dejaste opción.- sonrió falsamente. - Ahora a lo que venía...

- Espera, Jin está aquí.

Namjoon pudo reconocer ese nombre, pero no pensó que fuera el mismo que conocía, sería extraño.

- Hola Madre. - dijo un chico que recién llegaba. - padre, Jungkook. - hizo un reverencia.

Al parecer no había notado su presencia y sinceramente lo agradecía, pues no quería incomodarlo.

- Jin, hay una chica que quiero presentarte. Ella es perfecta, está a tu nivel. - habló la mayor muy alegre.

"Claro que le dirá que no porque el ya tiene novia" pensó Namjoon.

- ¿Dónde está ella?

El moreno volteó a verlo sin poder creer lo que había dicho. Estaba molesto, claro que lo estaba.

Entendía el hecho de que quisiera mantener la relación, que tenía con su amiga, en secreto, pero aceptar salir con otra chica.

La mayor se llevó a Jin junto con su padre.

- Estás personas nunca escuchan. - dijo Jungkook. - ¿Quienes son las chicas Namjoon?- no obtuvo respuesta, el chico estaba pensando en mil maneras de decirle a su amiga sin herirla, incluso se debatía en la idea de no decirle, pero no podía ocultárselo. - Namjoon.

Marry You |Kooknam| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora