Artista: Wisin Ft. Yandel, Daddy Yankee
Palabras: 800
Advertencia: Ninguna.¿Cuánto llevaba en ese lugar?
Solo, en una mesa en la esquina, una botella de cerveza a medio beber en su mano izquierda y haciendo una mueca mientras escuchaba la estridente música y veía a las personas en la pista. Suspiró ruidosamente y luego rodó los ojos bebiendo un gran sorbo de su cerveza ya tibia, sabía horrible.
¿Qué esperaba exactamente?
¿Esperaba encontrar el amor de su vida en una discoteca?
¿En serio?
-¿Qué tan patético soy?
Murmuró para sí mismo, había bailado con cuanto hombre o mujer se le habían atravesado, aceptado cualquier bebida e invitación hecha pero al final no había obtenido nada. Cruzar miradas con un desconocido y escuchar campañas de fondo o al menos perderse en su mirada lo suficiente como para creer que no existía nada más, sí, eso era justamente lo que esperaba encontrar esa noche pero como todas las anteriores no hubo suerte.
Se levantó sin mirar su cerveza una vez más y se dirigió a la salida, no necesitaba pagar nada, pues todas sus bebidas habían sido invitadas. Salió a las calles solitarias y oscuras, se sentía débilmente mareado, tal vez se había pasado un poco con el alcohol. Se sostuvo la cabeza y respiro con fuerza, se había detenido en medio de la acera pero no habían personas alrededor, por lo que no era una molestia para nadie. Dió unos cuantos pasos sin mirar al frente y choco contra algo, apenado levanto la mirada dispuesto a disculparse.
-Lo siento, iba distra...
Se interrumpió a sí mismo al ver con quien había chocado, un hombre realmente alto y musculoso, su rostro estaba parcialmente cubierto por un cubre-bocas y su cabello era tan negro como el firmamento sobre ellos pero eso no lo cautivó, fueron sus ojos. Dos pares completamente normales, hasta del mismo color marrón que los suyos pero de algún modo tan cautivantes, brillantes. Se quedo ido, sus ojos fijos en los contrarios, el sonido y su alrededor desapareciendo completamente.
-¿Estás bien? Oye, disculpa, no luces bien...
Salió de su ensoñación al escuchar su voz grave pero amortiguada por el cubre-bocas, el cual fue bajado un poco y su rostro se acercó ligeramente más al suyo, parecía algo preocupado. Su boca se movió pero ningún sonido salió, perdió el equilibrio y se inclinó al frente, fue sostenido por los hombros pero las nauseas no le dieron tiempo de disfrutar de la calidez que le brindaba aquellas manos largas y grandes. Termino agachado vomitando mientras el extraño le sobaba la espalda, era tan considerado, aunque era supremamente vergonzoso.
-Lo siento, estoy algo ebrio...
-Ok. ¿Quieres que te lleve a casa?
-¿Ah? No creo que sea necesario, no quiero molestar...
Sus mejillas estaban rojas mientras se incorporaba y limpiaba las comisuras de su boca, le agradeció y se dio la vuelta dispuesto a seguir su camino, no quería avergonzarse más. El hombre lo vio irse en silencio y aunque parecía querer decir algo, al final suspiró, se colocó su cubre-bocas de nuevo y siguió su camino. Logro llegar a casa, entro y se dirigió al baño, se desvitió e ingresó a la ducha. Minutos después estaba maldiciendo y golpeando la pared sin fuerza, tenía ganas de llorar, eso más que vergonzoso fue humillante.
-Maldicion...
Salió de la ducha y se dejó caer en su cama, importandole poco no haberse secado o estar desnudo, después de todo solía dormir sin ropa. Pronto se quedó dormido y para cuando sonó la alarma, sintió que tan solo habían pasado un par de minutos y que no había descansado nada, tenía grandes ojeras y le dolía la cabeza. No volvería a beber tanto. Mucho menos un día antes de su nuevo trabajo, dándose cuanta de la hora, salto fuera de la cama y corrió a su clóset. ¡No podía llegar tarde su primer día!
-¡Kim! ¿Está aquí Kim?
-¡Sí, señora!
Alcanzó a llegar, aunque su supervisora le dio una mala mirada e hizo una mueca mientras le asignaba una zona y le decía cual seria su doctor a cargo, era enfermero. Hizo una reverencia y termino de tomar sus cosas, luego camino por los pasillos blancos concurridos y llegó a la sala donde el Doctor Park los esperaba, obviamente no sería el único bajo su cargo. Aunque tampoco eran un gran grupo, solo cinco.
-Los estaba esperando, chicos...
Un hombre alto con bata de doctor y una enorme sonrisa los recibió en la sala de reuniones, Jongin sintió como sus pulmones se quedaban sin aire al ver esos ojos marrón, era el mismo hombre de la noche anterior. Chanyeol lo miró fijamente y sonrió de lado, lo había reconocido, aunque no dijo nada y se mantuvo profesional explicándoles lo que harían.
Su estadía en aquel hospital apenas iniciaba.
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🎶 SongFic 🎶 Chankai [Exo]
RandomEste libro estará compuesto por one shots cortos inspirados por la letra de varias canciones de diferentes géneros. En algunos casos se me ocurrió una idea mientras la escuchaba o simplemente asocie la canción con alguna idea que hubiera tenido. E...