Artista: Giovanny Ayala.
Palabras: 879
Advertencia: Historia relacionada a "Burdel".Muchas personas nacían sin elección y él era una de esas personas, su madre, una dama de la noche y su padre, alguno de sus clientes habituales.
Era claro que él había nacido para pertenecer únicamente a ese ambiente, había crecido bajo el encanto de hombres y mujeres que vendían su cuerpo para subsistir, no había sentimientos de por medio y jamás deberían haberlos. Su madre y otras tantas personas de su "hogar" habían muerto, muchas por enfermedades contagiadas por su línea de trabajo y algunas otras a manos de clientes peligrosos, quienes eran libres de tratarlos como objetos de placer y nada más.
La primera vez había sido tan doloroso que siguió recordándolo durante años y, cuando se hizo menos doloroso, empezó a fingir mejor que esa vida no era tan mala.
Esa noche no era diferente a cualquier otra, el ambiente cargado de lujuria y obscenidades, la música suave que invitaba a hacer lo que quisieran y las tenues luces que prometían cubrir cualquier delito. Esa noche debió seguir de esa forma pero entonces vió a un hombre abrirse paso con una actitud sumisa y nerviosa, evidenciando su primera vez en esos lugares, además su ropa barata delataba su trabajo mal pagado y pobre vida. Sonrió coqueto y se acercó moviendo las caderas, su trabajo era el mismo de siempre, saciar al cliente y vaciar su billetera sin importarle su situación.
-Hola, cariño~
-Ho... Hola...
Tenía una buena voz y de cerca era muy guapo, aunque no era la primera vez que se topaba con ese tipo de hombres, seguramente era del tipo que exigiría mucho en la cama y más probablemente sería agresivo cuando tuviera confianza. Tomó su mano y lo arrastró hacia la parte de atrás, dónde las habitaciones privadas esperaban, no parecía ser capaz de pagar por alguna bebida y seguramente había ido por la promoción que se hacía una vez cada tanto. Debían atraer clientes con diferentes métodos, rebajar los precios no era su favorito, atraía clientes pobres y en su mayoría extraños pero tampoco podía quejarse.
Después de entrar a la habitación e ir directamente a la acción, le sorprendió que aquel hombre no hubiera buscado satisfacerse únicamente a sí mismo y además había sido tan amable.
Golpeó sus mejillas, obligándose a volver a la realidad, tampoco era su primera vez con hombres amables o que fingían serlo al principio.
-Kai, tu popularidad ha bajado bastante, no es bueno...
-Preocúpate por tu mismo, Baek...
Murmuró de mal humor mientras terminaba de limpiar la habitación y veía de reojo al otro chico, quien le enseñó la lengua y desapareció de la puerta, dejándolo nuevamente solo. Ese chico no había nacido como él en ese ambiente, era un chico que había huido de casa y había terminado ahí, parecía agradarle lo que hacía y se veía constantemente riendo alrededor de los clientes más ricos. En el fondo lo envidiaba, si disfrutará de todo eso, su trabajo sería mucho más sencillo pero no tenía tiempo para lamentarse ni autocompadecerse. Tomó el dinero y salió a encontrarse con la dueña, la mujer le arrebato el dinero e hizo una mueca, era muy poco.
Los siguientes meses no fueron diferentes a todos los años que ya había vivido pero un día volvió aquel hombre y parecía buscarlo únicamente a él, lo que lo hizo sentir algo extraño, era como emocionarse por primera vez en su vida.
-Soy Chanyeol...
Su tardía y torpe presentación lo hizo reír, ciertamente era un hombre bastante diferente a quienes lo visitaban con frecuencia, su encuentro se dió parecido a la primera vez pero Chanyeol lo visitaba cada vez que tenía el dinero suficiente para pagar por su cuerpo y se había hecho costumbre que no se marchara en cuanto terminaba. Muchas veces se habían quedado charlando en la cama, solo pasando el tiempo, no podía creer todas sus palabras pero era refrescante para su corazón vacío. Kai sabía bien que no debía esperar más de sus encuentros, aún si aquel hombre le había prometido liberarlo y llevarlo a una mejor vida, sabía que tener esperanza destrozaría cualquier cosa que le quedará intacta.
Pasaron largos meses sin tener noticias de Chanyeol, algo que debió esperar desde el principio pero no pudo evitar sentirse triste y algo traicionado, era claro que había alcanzado a sentir esperanza. Se había ilusionado como alguna vez en el pasado, sí, muchos llegaban ahí con una mirada brillante prometiendo una vida mejor a cambio de simple amor pero nunca nadie lo había conseguido. Sus clientes disminuían constantemente, aburriéndose de su cuerpo que comenzaba a perder firmeza y juventud, pronto no tendría valor y sería echado sin nunca haber poseído nada.
Miró su reflejo en el espejo, demacrado, ojeroso y algunas arrugas ya eran visibles.
-Chanyeol, mentiroso...
Susurro con pesar mientras algunas lágrimas caían por sus mejillas, no dejaría de envejecer, se marchitaría ahí y moriría sin haber visto nunca el exterior. Kai perdió su belleza juvenil creyendo que Chanyeol lo había abandonado y probablemente moriría sin saber que aquel hombre había trabajado hasta el cansancio, muriendo con el único arrepentimiento de no haber conseguido la exorbitante suma de dinero que costaba la libertad de su preciado chico.
Sus vidas no comenzaron siendo felices y terminaron de la misma forma.
Pueden encontrarla en mi perfil 🤭
Me encanta escribir estás partes cortas y conectarlas a historias un poco más largas, así a veces les da curiosidad y las leen.
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🎶 SongFic 🎶 Chankai [Exo]
RandomEste libro estará compuesto por one shots cortos inspirados por la letra de varias canciones de diferentes géneros. En algunos casos se me ocurrió una idea mientras la escuchaba o simplemente asocie la canción con alguna idea que hubiera tenido. E...