Talk Me Down

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Artista: Troye Sivan ft. Blue Neighbourhood
Palabras: 914
Advertencia: Secuela de Wild y Fools.  Muerte de personajes.

El señor Park había muerto

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El señor Park había muerto. Nunca podría ser considerado como el mejor padre, cualquiera lo diría pero aún así Chanyeol se encontraba llorando en su entierro mientras el sacerdote daba su sermón y su novia le daba la mano en señal de apoyo, sus dedos entrelazados en lo que se diría era un acto de confianza y costumbre. Eran adultos ya formados y con vidas hechas, caminos separados y recorridos, decisiones tomadas de las cuales tuvieron que hacerse responsables.

Jongin estaba ahí, vestido al igual que todos de luto, mirando desde lejos como el que fue su amigo y amante era consolado por aquella mujer que creyó no llegaría tan lejos. Miró el suelo, el ataúd había descendido y cubierto de tierra, ya no volvería a ver al Señor Park. Sus ojos se fijaron entonces en las manos unidas de la pareja, sintió como la tristeza y la decepción volvían a envolverlo aún después de tantos años. Se alejó negándose a llorar por eso, aún lo amaba pero no podía seguir haciendose daño, no así. Chanyeol cayó de rodillas completamente deshecho, no le importaba su alrededor, ni siquiera había notado que su ex-amante había estado ahí hace apenas unos segundos.

-¡Déjame en paz!

Se quitó la mano de su novia del hombro, no quería su apoyo, no la quería a ella en ese momento. Estuvo largos y amargos minutos llorando en silencio frente a la tumba de su padre, los recuerdos llegando como un tsunami, tan grande y arrollador. Cuando era pequeño y lo acompañaba a cazar, solo ellos dos, riendo y divirtiéndose como cualquier familia. Cuando creció y consiguió la novia que tanto deseaba el mayor para él, ambos arreglando barcos pesqueros, bromeando como lo habían dejado de hacer. Compartiendo cervezas y viejas anécdotas, ambos hablando y teniendo charlas de padre a hijo, siendo normales.

Se levantó por fin cuando las lágrimas dejaron de caer y caminó sin rumbo con la mirada perdida ¿Había caso en seguir? Lo había perdido todo. Había dejado a Jongin, su primer y único amor, de lado por el amor paterno, amor que ahora ya no existía. Levantó la mirada al tener unos zapatos similares delante suyo, reconocía ese cuerpo que recorría con la mirada lentamente, su vista nublada captó la expresión ensombrecida de su ex-amante. Jongin lo miraba con tristeza sin ser capaz de comprender su dolor pero dispuesto a apoyarlo, tomó sus manos pero eso no era suficiente, así que lo atrajo con brusquedad para envolverlo en un abrazo apretado.

-Estoy aquí... Llora todo lo que necesites, seguiré aquí después de eso...

Su voz, su hermosa voz, era más profunda pero tan encantadora como la recordaba. Se dejó abrazar, escondió su rostro en el hombro contrario y se permitió llorar nuevamente, al parecer las lágrimas eran interminables. Jongin lo sostenía, sus manos dando caricias a lo largo de su espalda con paciencia, lo calmaba. Él calmaba su dolor. Él era lo que necesitaba. Su cuerpo ahora más grande y musculoso le daba tranquilidad, le brindaba la seguridad que nunca creyó poseer nuevamente, le transmitía un cariño puro que nunca pudo encontrar en nadie más. Chanyeol lo sabía pero...

-¿Chanyeol?

La voz femenina los hizo separarse de un salto, miraron hacia la parte baja de las escaleras, habían estado en la parte superior de las escaleras todo el tiempo, donde estaba su novia con una expresión confundida mirándolos de uno al otro. Jongin miró al más alto, aún lo era por varios centímetros, esperando su respuesta final. Chanyeol le dedicó una mirada de disculpa mientras se separaba por completo y bajaba las escaleras hacia la chica, la tomó bruscamente del brazo y la arrastró lejos de su vista mientras discutían en voz baja, así que esa había sido su elección. Miró el camino que recorrió la pareja previamente y se perdió en sus recuerdos, recuerdos que solo le traían tristeza, recuerdos que debía olvidar si quería avanzar.

-Adiós, Chanyeol...

Susurró reteniendo sus lágrimas mientras se disponía a seguir su propio camino, uno lejano, uno que lo llevará lo más lejos posible de su primer amor. Los recuerdos fluían como una cascada interminable, ambos de niños tomándose de la mano y caminando por las calles, ambos corriendo y riendo por el bosque más cercano, ambos ayudándose mutuamente mientras escalaban un gran árbol cerca a sus casas... Jongin se alejaba sin saber que Chanyeol también recordaba todo ello, sin saber que se había alejado de su novia y recorría un camino diferente, uno del cual nunca regresaría. Llegó al acantilado, irónicamente cerca al cementerio, un lugar donde vagaban almas tristes, destrozadas y desoladas.

Su vista viajó al mar, a ese inmenso pedazo de agua, donde tantos bellos recuerdos tenía. Sonrió con tristeza. El último recuerdo feliz que poseía respecto a ese lugar era con Jongin, cuando ambos eran niños y sus padres se llevaban "bien" (sin peleas injustificadas), se habían sonreído mutuamente, se habían tomado de las manos con fuerza y habían corrido por el muelle. Finalmente, habían saltado. Risas, chapoteos, bromas, charlas sin sentido, era un recuerdo trivial hasta ese momento. Se acercó más a la orilla, las puntas de sus pies sobresalían, no dejó de ver el agua que se movía a tan solo unos metros de él pero no veía eso. No. Él veía dos niños felices jugando en el agua que nunca debieron haber crecido.

Nunca debió haber abandonado el mar.

Lo siento, Jongin...

Un chapoteo, que nadie más escuchó, sonó al final.

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