Déjala Que Baile

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Artista: Melendi Ft. Alejandro Sanz & Arkano.
Palabras: 841
Advertencia: Un romance fuera de este mundo.

Desnudo, en su habitación, frente a su espejo de cuerpo completo, admiraba a su verdadero yo, su piel de tono azul tan oscuro que parecía casi negro con toques coloridos y brillantes

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Desnudo, en su habitación, frente a su espejo de cuerpo completo, admiraba a su verdadero yo, su piel de tono azul tan oscuro que parecía casi negro con toques coloridos y brillantes... ¿No era similar al firmamento que podía solo ver desde la ventana y cuando era de noche? Se acercó a dicha ventana y estiró la mano hacia el cielo oscuro, esa noche no habían estrellas y la Luna estaba oculta, una lágrima escapó mientras pensaba en su hogar.

Su planeta de origen era tan negro y oscuro que al verlo desde lejos parecía aterrador pero sus habitantes eran quienes le daban color y vida.

Él no era único ni especial, muchos eran más coloridos o más brillantes pero en ese lejano planeta sobresalía con demasiada facilidad, tal vez por eso prefería ocultarse.

Ocultar su naturaleza y su verdadero yo.

Lo había visto, en ese planeta no faltaba variedad ni color o brillo pero los humanos eran criaturas extrañas y excluyentes, siempre criticando, menospreciando... Discriminando la diferencia y olvidando la unidad. Cerró los ojos mientras sentía el sol salir y se esforzaba por cambiar, su piel perdió los colores y el brillo, volviéndose tan pálida y sin vida, su cabello era un simple negro opaco, al igual que sus ojos. Se miró una vez más en el espejo, un ser extraño lo saludo sin ánimo devuelta, ese no era él pero debía aguantarlo un poco más.

Su turno en el trabajo terminó, era un bailarín que no sobresalía pero que hacía lo suficiente para mantener su puesto, estaba recogiendo sus cosas cuando escuchó la voz de su jefa.

-Hey, Chanyeol, ¿ya tienes planes para tus vacaciones?

-Así es, señora...

Era una mujer vieja, alta y amargada pero confiable y justa, les daba oportunidad a quienes tenía talento y les pagaba lo que merecían. La mujer le dedicó unas cuantas palabras más y se alejó para ver el bienestar de otro de sus bailarines, bueno, no eran tantos pero se preocupaba por cada uno. Salió del lugar y fue directamente a casa, tendría que dejar muchas cosas listas antes de su viaje, en unos cuantos días estaría en el desierto y probablemente no volvería más.

Esa era tan solo una pequeña esperanza.

El desierto era diferente al lugar donde había estado sobreviviendo todos esos años, era caliente y agotador, la arena y el viento lo sofocaban pero no podía quitarse la ropa para sentir alguna mejoría. Todavía no. Caminó durante días, sintiendo que sus pies terminarían por caerse y que tendría que volver nuevamente pero sin haber logrado su objetivo, quería verlo. Verlo solo una vez era suficiente, no tenía que volver si así era el destino. Extrañaba su hogar , mucho pero si el destino no lo quería devuelta, simplemente se resignaría y seguiría en ese planeta con poco brillo y habitantes descoloridos.

-Ahí está...

Un suspiro abandonó sus resecos labios, sus ojos se iluminaron de forma literal mientras aceleraba el paso, ya no tenía mucha energía pero lo tenía tan cerca. El cielo estaba completamente oscuro y nuevamente estaban ocultas tantos las estrellas como la Luna pero no estaba del todo oscuro, un brillo iluminaba tenuemente su camino y al final de este estaba su objetivo, aquel objeto que podría llevarlo a casa o indicarle el camino devuelta. Su única esperanza de regresar. Era un cubo del mismo tamaño que un carro pequeño, totalmente negro y sin aberturas pero tenía un ligero brillo que disminuyó al tocarlo, asustado retrocedió.

-¿Por qué...?

Algunas lágrimas cayeron pero se contuvo cuando escuchó ruidos cerca suyo, se ocultó tras un montículo de arena y forzó sus ojos en la oscuridad, una figura masculina hizo acto de presencia y se acercó al cubo. Era más bajo que él pero se veía como cualquier humano que hubiera visto, el desconocido tocó el cubo y reaccionó de la misma forma que hizo con él, salió de su escondite y se acercó cuando lo vió caer de rodillas llorando desesperado. El otro chico se tensó al sentir alguien cerca suyo, secó sus lágrimas y se levantó de un salto, colocando distancia entre los dos.

Se miraron con sorpresa, eran...

Estiró la mano en su dirección y, aunque temeroso y tembloroso, el otro chico hizo lo mismo. Las puntas de sus dedos se tocaron y sus pieles comenzaron a cambiar, volviendo a su forma original, aquel extraño era igual que él. Tocaron sus manos con más confianza y calmaron sus corazones mientras más cercanía obtenían, sus cuerpos comenzaron a moverse como solían hacer en su planeta, saludándose con un baile sencillo pero animado y lleno de buenos deseos. Su nombre era Jongin, un nombre lindo, un nombre que contenía sentimientos preciosos y que transmitía a través de su toque varias emociones.

Luciendo sus verdaderas formas, tan coloridas y brillantes, continuaron bailando mientras se movían alrededor de aquel cubo que ya no poseía energía alguna para ser de ayuda pero que su sola presencia los había reunido.

Tal vez aún no podría volver a casa pero ya no estaría solo.

🎶 SongFic 🎶 Chankai [Exo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora