Bad Romance

107 19 20
                                    

Artista: Lady Gaga
Palabras: 850
Advertencia: +16

Y ahí estaba, frente a un espejo de cuerpo completo y rodeado por al menos otros diez chicos de su edad, ninguno mostraba expresión alguna pero intuía que se sentían como él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y ahí estaba, frente a un espejo de cuerpo completo y rodeado por al menos otros diez chicos de su edad, ninguno mostraba expresión alguna pero intuía que se sentían como él. Atrapado. ¿Cómo había terminado en un lugar así? Recordaba haber salido buscando un trabajo, llegando a ese lugar por recomendación de un conocido y luego estaba vistiendo de forma extraña, tomando pastillas y vendiendo su cuerpo como si nada. Ahora era sencillo, antes no fue realmente difícil, tal vez un poco incómodo.

-Preparense, salen en cinco...

Suspiró tomándose una de aquellas pastillas blancas, se miró una vez más en el espejo, su reflejo le devolvió una mirada melancólica que pronto fue reemplazada por una vacía y un brillo azulino. Su cabello platinado estaba peinado hacia un lado, tenía un top-crop negro decorado con brillantes plateados y flecos que caían por los brazos, una tela oscura (parecida al cuero) cubría su hombría mientras sus glúteos y piernas eran cubiertas por un velo plateado que en realidad no ocultaba nada, su rostro estaba maquillado simulando un antifaz azul oscuro y estaba descalzo.

Estaba listo.

-Es hora de empezar con el espectáculo...

Su jefa era una mujer pequeña y regordeta, se podía ver la ambición en sus ojos negros, además era vanidosa. Salieron formando una línea y ocultos tras grandes abanicos, era un salón grande y con poca iluminación, ellos estaban en el centro con todas las luces encima y sin poder ver quienes los observaban. La música inicio y sus cuerpos se movieron prácticamente solos, danzando mientras tiraban los abanicos lejos y dejaban a la vista sus cuerpos casi al desnudo, después de todo estaban ahí para eso. Los clientes eran hombres de diferentes lugares del mundo, sentados junto a una computadora y con el rostro cubierto por un antifaz, hacían apuestas, bebían y pagaban por obtener el que más le gustara.

La presentación termino y ellos volvieron a salir del salón, yendo a lo que sería su camerino para cambiarse y después dirigirse a las habitaciones donde ya los esperarían quien los hubiera comprado esa noche, se quitó absolutamente todo y se colocó tan solo una bata de seda transparente que no cubría nada. Su jefa llego poco después y les ordenó hacia donde ir, dejandolo a él de últimas, eso no sucedía con frecuencia. Casi siempre obtenía las ofertas más altas y la mujer llegaba a él con una enorme sonrisa, esta vez se le acercó con el ceño fruncido y una mueca.

-Como siempre obtuviste la mejor oferta, Kai, pero...

-¿Pero?

-No fuiste comprado para una sola noche...

No era realmente extraño que eso sucediera de vez en cuando, a veces ellos eran comprados por periodos de tiempo más largos como semanas o meses, eso garantizaba ganancias y buenas críticas para el lugar pero la mujer no lucia feliz. No era su primera vez siendo comprado por más de una noche, llego a irse por tres meses como máximo pero esta vez parecía diferente, lo supo cuando la mujer lo guió hacia la habitación y al entrar ésta estaba completamente vacía. Siempre había alguien esperando su llegada, ¿por qué está vez no?

-Kai, ¿cierto?

Se giró encontrándose con un hombre alto, maduro pero apuesto y enérgico, no traía el antifaz por lo que podía apreciarlo por completo. Usaba una camisa blanca manga larga pero las mangas estaban arremangadas hasta los codos y tenía los tres primeros botones abiertos, usaba un pantalón negro ajustado y zapatos lustrados, además de que tenía los ojos azules y el cabello negro peinado hacia un lado. Salió de su ensoñación al verlo acercarse, asintió sintiéndose algo avergonzado y desvío la mirada, el hombre rio con suavidad mientras llegaba frente a él y se cruzaba de brazos resaltando sus trabajados músculos.

-Soy Chanyeol, tu nuevo dueño...

-¿Nuevo dueño?

¿Era por eso que su jefa estaba molesta? Aunque pudo haberse negado a venderlo, ¿no? Bueno, en ese momento obtener una gran suma de dinero era tentador pero podía seguir obteniendo buenas ofertas si lo conservaba, entonces, ¿por qué venderlo? ¿Era Chanyeol tan poderoso como para lograr eso con tanta facilidad? Sus ojos habían perdido el brillo azulino y la pastilla también había perdido sus efectos, había pasado demasiado tiempo, ahora podía sentirlo todo y con mejor claridad. Esa pastilla dormía parte de sus sentidos, naturalmente se tomaría otra antes de ir a la habitación pero su jefa no se lo había permitido, ahora entendía por qué.

-Bien, es hora...

Paso saliva cuando Chanyeol descruzo los brazos y se termino de acercar, le quito la bata y lo llevó a la cama, lo dejó con delicadeza y lo observó con una sonrisa de lado mientras se desvestía y mostraba su tan bien trabajado cuerpo. Mordió su labio inferior nervioso pero deseoso, ¿cuándo había sido la última vez que tuvo relaciones sexuales reales, sin aquella pastilla, sintiendo todo? Su piel fue acariciada, besada, lamida y mordida, se sentía atrapado bajo ese hombre desconocido y tan experimentado. Se entregó, gimió, grito y rogó por más.

Tal vez ese cambio de dueño no había sido malo.

🎶 SongFic 🎶 Chankai [Exo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora