Believe

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Artista: Elton Jhon
Palabras: 799
Advertencia: Ví Gladiador :v

Artista: Elton Jhon Palabras: 799 Advertencia: Ví Gladiador :v

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Odiar. No solo es una palabra. Es uno de los sentimientos más fuertes existentes, solo había otro capaz de compararse, el amor. El emperador romano lo sabía bien, él era capaz de amar, de hecho cuando lo hacía se entregaba por completo a ese hermoso sentir. El problema residía en que así como era un gran amante también podía convertirse en el peor enemigo, el odio lo había comenzado a consumir desde pequeño, desde que notó la atención que le dedicaba su padre al hijo del general.

Todo estaría bien si su padre le fuera prestado al menos la mitad de esa atención, si su madre le fuera dado más cariño o si su hermana no le ignorará tal como lo hacía su padre, incluso el hijo del general recibía la atención de su única hermana. El odio hacia la humanidad, y los que serían su pueblo, comenzó a formarse pero la persona a la que más odiaba estaba parada justo frente suyo con una sonrisa orgullosa, nuevamente su odio lo cegó.

-Ahora no eres más que un esclavo...

Jongin, quien había tomado el cargo de su padre con méritos, no era más que un esclavo pero aún veía a su emperador con una sonrisa. Chanyeol no podía entender esa actitud, el tiempo no espera a nadie y así hizo de las suyas, en la arena un nuevo gladiador había surgido llenándose de alabanzas. El emperador miró con rabia y asombro, bien oculto, hacia el gladiador que levantaba su casco con orgullo y le mostraba esa odiosa sonrisa. Nuevamente se sentía superado por él y el odio volvía a surgir.

-¿Qué sucede? ¿No le satisface mi desempeño?

Jongin preguntó sin apartar la mirada de esos oscuros ojos, que en secreto amaba, Chanyeol miró hacia las gradas. El pueblo aplaudía y gritaba el nombre del moreno con admiración, no tuvo más opciones, le dio un pulgar arriba permitiendo que se retirará victorioso. Aún no lo entendía ¿Qué estaba haciendo allí? ¿Por qué? Simplemente no podía entenderlo. Pero ya era tarde, ya estaba en el cuarto (celda) de Jongin, ya no podía dar paso atrás... Ya era tarde para arrepentirse.

Así pasó el tiempo, donde de día Jongin desafiaba la autoridad del emperador en la arena y vencía como guerrero, de noche Chanyeol visitaba al moreno y se mostraban un amor imposible. Una noticia fatídica había llegado a los oídos del emperador, su hermana quería escapar con el gladiador estrella y matarlo, a su propio hermano. Realmente no se sorprendió ya veía venir algo así pero no lo que el moreno le pidió esa noche.

-Matame en la arena... Dejame mostrarte una sonrisa más sincera...

Chanyeol lo pensó seriamente sin poder pegar un ojo en toda la noche, al final accedió al pedido, si el pueblo romano deseaba diversión y una buena entretensión, él se las daría, era parte de su trabajo como emperador. La hora de la batalla llegó con rapidez y Chanyeol se acercó al moreno para poder susurrarle antes de salir frente a sus espectadores.

-De General a Esclavo, de Esclavo a Gladiador, de Gladiador a...

No pudó terminar porque realmente no quería matarlo, era la primera persona que en verdad le había mostrado lo que era amar, Jongin volvió a mostrar esa fastidiosa sonrisa antes de abrazarlo con fuerza. Jongin usaba su armadura negra de batalla, a la perfección, como siempre. Chanyeol usaba una tradicional armadura blanca, nada habitual en él, ya que no era tan diestro en la lucha como debería serlo un emperador.

Jongin! ¡Jongin! ¡Jongin!

Los gritos de la multitud  resonaron en el coliseo, la arena se llenó de pétalos de rosas rojas, Chanyeol sonrió con tristeza, no esperaba menos. Después de todo no era amado por su pueblo ¿Cómo iba a imaginar algo distinto? Sabía que la mirada de preocupación de su hermana era dirigida al moreno, que el apoyo de los romanos hacia el gladiador pero la sonrisa del guerrero logró tranquilizarlo, al menos el amor de Jongin era para él.

La lucha dio inicio, el metal estrellándose de las espadas, al encontrarse una contra otra, era el sonido que llenaba sus oídos. Chanyeol recorrió el lugar con la mirada mientras recuperaba el aliento, realmente nunca había deseado nada de eso, solo quería ser amado. Jongin se abalanzó sobre él para terminar con eso pero no previó lo que haría su amado emperador. El más pálido se dejó atravesar con la espada al mismo tiempo que enterraba la suya en el pecho del moreno.

-Te amo...

Susurraron al mismo tiempo regalándose la última sonrisa, la más sincera de todas, los dos cuerpos cayeron al suelo sin vida. Las espadas enterradas con precisión en el corazón, de cada uno, fue la última imagen del emperador más odiado y del mejor gladiador de Roma.

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