Lluvia Al Corazón

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Artista: Maná
Palabras: 778
Advertencia: Secuela de PillowTalk.

Llorar

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Llorar. Dolor. Esas eran las razones por las que solía despertar en medio de la noche o madrugada, pero no eran propias, escucharlo llorar y retorcerse por el dolor era lo que me despertaba. Verlo sufrir por sus miedos del pasado también me lastimaba, siempre lo abrazaba para reconfortalo y decirle cuanto lo amaba, tal vez era muy pronto para decir eso pero no lo sentía de esa forma.

Cuando lo vi por primera vez caminando al otro lado de la acera bajo la luz de la luna sobre ese hermoso cabello negro, tuve un sentimiento especial, no solo fue atracción también fue un deseo de protección. No lo entendía pero quería protegerlo del mundo y de cualquier cruda mirada, no sé realmente como terminamos enredados en una cama completamente desnudos pero nunca me arrepentiría, la desilusión de despertar y no verlo esa mañana me golpeó con fuerza.

No era la primera vez que tenía una noche de diversión ni mucho menos una aventura de una sola vez pero con él fue diferente, quería estar a su lado, darle esperanza y fé en una vida mejor. Estuve buscándolo durante unos días, con mi trabajo de tatuajes, tenia tiempo suficiente para hacer este tipo de cosas. Entre a un bar desnudista, no esperaba verlo allí y mucho menos de esa manera, no sabría definir con claridad lo que sentí pero no quería que estuviera allí y vendiéndose de esa manera.

Estaba enojado y frustrado pero no con él sino conmigo, quería protegerlo y sacarlo de ese lugar, de esa vida, de sus propios monstruos que lo perseguían día a día. Fui brusco ese día a causa de mis propias emociones, cuando comenzó a llorar me detuve, ahora era yo él que lo dañaba. Verlo tan destrozado y sufriendo de esa manera, me hizo sentir mucho peor, para cuando recapacite ya había hablado y nos besabamos con ternura. A pesar de que no lo planie, nunca me arrepentiría de haber tomado esa decisión, la decisión de amarlo.

Salir del mundo en el que él vivía era difícil y lo sabía, ambos lo sabíamos pero decidimos afrontarlo juntos, así como decidimos estar juntos. Su vida estaba mejorando y la mía también mientras él estuviera en ella. Nunca me juzgó por mi ropa, el color llamativo de mi cabello o mi simple trabajo. Siempre me respondía con que él no era quien para juzgarme y que aún si fuera tenido otro tipo de vida nunca lo fuera hecho.

Siempre me sorprendía cuando lograba encontrar partes de él que nunca imaginé, como su risa extraña pero cautivadora, su hermoso corazón siempre amable y cálido, su sonrisa sincera y pura, su gusto por el pollo frito o simplemente su forma de bailar. Ambos avanzamos y nos apoyamos, sin él nunca fuera tenido la confianza en mi talento para la música, cuando me descubrió tocando la guitarra mientras cantaba y componía me insistió en mostrarlo.

Aún después de todo lo que pasamos, vivimos y superamos juntos, tenia pesadillas que lo atormentaban después de cerrar los ojos, ahí estaba yo para ayudarlo y de algún modo funcionaba pero no por mucho tiempo. Siempre volvían y a veces era muy difícil hacer que se calmará, aún así nunca me cansaría de intentar ayudarlo y mucho menos me arrepentiría de amarlo, porque aunque hemos estado poco tiempo juntos lo amo y estoy seguro de que él también me ama.

Y allí estaba sobre el escenario bailando frente aún público, buscando avanzar y superarse, no solo buscaba la aprobación para la academia sino su propia aceptación. Aceptarse por ser el mismo, por su brillante personalidad y su hermoso baile, no era necesario que entregará su cuerpo a cualquiera sino mostrar su alma a todo el mundo ignorante de su talento. Los aplausos llenaron el lugar y la sonrisa avergonzada pero orgullosa en su rostro era suficiente para mí, para saber que era feliz.

Lo recibí con rosas, un abrazo y un beso tierno que fue correspondido de inmediato, ante mis ojos siempre fue un ser puro e inocente que fue podrido y corrompido por este corrupto mundo. No es necesario mencionar que esa noche no dormimos y al día siguiente pude observar ese hermoso rostro dormido contra mi pecho mientras envolvía su cuerpo con el mío, las quejas de los vecinos eran frecuentes pero eso nunca nos importaba.

-Te amo...

Eran las palabras que más utilizábamos y ciertamente nunca me cansaría de decirlas y escucharlas. Ver su rostro todos los días al despertar, sin importar si hicimos el amor la noche anterior o no, era la razón por la que nunca me arrepentiría de mi decisión de querer protegerlo.

🎶 SongFic 🎶 Chankai [Exo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora