Capítulo Treinta y tres.
Enfrentamiento.
Mia hobbs.
Aquí estoy, llegué hace unos minutos a la mansión de Alex, estoy decidida a decirle todo; A decirles sus verdades, mis sospechas y mis pruebas. Es como cuando sientes que nada puede salir mal e intentado ser fuerte, pues así me siento, quiero que termine esto, las mentiras, las malditas notas, ese chico acostándome y que por una vez en mi vida sienta que Alex está siendo completamente sincero conmigo, y sí. Estoy dispuesta a enfrentar a McKay.
— Princesa, no sabías que ibas a venir.
La voz de Alex me hace voltear quedando de frente, mis ojos lo escanean, está nervioso y sudado, su pantalón luce desarreglado y su cabello un poco desordenado.
Decido ignorar aquello y suspiro para empezar a hablar. Saco el teléfono de mi bolsillo para enseñarle aquel mensaje.
— Recibí este mensaje, Alex, estoy cansada de tantos misterio y espero que hoy seas sincero con… — el semblante de mi rostro cambia completamente cuando veo bajar a la chica de la otra vez con una toalla enrollada en su cuerpo y luce igual que Alex.
— esto no puede ser.
Susurro para mí misma sin entender nada en concreto, mis ojos escanean a los dos individuos frente a mi y la desesperación me invade sin ningún permiso.
Yo necesito ver.
Necesito verlo con mis propios ojos.
— Mia…
Lo empujó subiendo las escaleras hasta llegar hasta su habitación, cuando estoy frente a aquella puerta me hago dudar ¿Debería entrar? Algo me dice que no, pero quiero ver, quiero saber si mis sospechas son cierta, si… si es lo que pienso.
Abro la puerta de un tirón volteando a mirar toda la habitación y suspiro al ver la ropa de ella sobre su cama, no está desordenada; no luce mal, estoy confundida. No sé qué sentir, que creer o que inventar.
Siento la presencia de Alex detrás de mí, me volteo mirándolo a los ojos, — ¿Qué mierda está pasando, Alex?
— Princesa, entra, hablemos aquí.
— ¿¡Qué!? ¿¡Quieres que hablemos aquí donde puede que hallas tenido sexo con esa chica!?.
Si, estoy indignada.
Me siento boba, no se porque sigo aquí esperando que hable conmigo y dejando que me explique algo que tal vez si sucedió y me lo va a negar, es que ellos lucen sospechosos además ¿Por qué carajos Alex luce nervioso? Osea, como dice mi mamá 'El que nada debe, nada teme' entonces, el no debería estar nervioso si no ha echo nada. Maldición, necesito un maldito siquiatra.
— Princesa, por favor.
Me encamino adentro de la habitación y veo como recoge su ropa y se la pasa a la chica, la muy cínica me mira dándome una sonrisa a boca cerrada. Desvío la mirada jalando a Alex por le brazo y este cierra la puerta.
Mis ojos vuelven a la escena, es que no se como pudieron haber echo algo y que todo este acomodado, su cama luce intacta y no hay pistas que digan lo contrario a mis sospechas.— No es lo que piensas.
— Ok, entonces ¿Qué es lo que pasa? — me escojo de hombros mostrando molestia.
Este se acerca tocando mi espalda baja mirándome a los ojos, — Quiero aclararte que jamás te sería infiel, Mia, así que desvía esa idea de tu cabeza.
— ¿Cómo aseguró yo que es cierto?
— Mi…
Lo interrumpo tenaz — No, cállate, ahora me vas a escuchar a mi, — sentencio alejándome de él, — Decís que me amas y me niegas frente a esa chica, me tratas como si no fuera tu novia y mandas a tu guarura para que vele por mi sabiendo que lo tenías que haber hecho tú — golpeó su pecho, — Luego, estuve en peligro ¿Sabías? — enarcó una ceja con mala cara, — obvio que sabes, tú lo sabes todo, intentaron abusar de mi otra vez, gracias a una chica no lo lograron, conocí a un tal Mike, entraron a mi casa me amenazaron y golpearon, le cuento a mi amiga lo que pasó y ella dice que estoy alucinando y por último no me han dejado en paz mandándome mensajes anónimos atormentandome, y mi novio con una chica en su habitación sin camisa y me pedís que no piense mal. Explicame por favor, voy a tomar nota, ¡Explicame, maldición! — grito furiosa golpeando con mis manos un ceibo.
—Hace una semana, recibí un anónimo donde me amenazaban con tentar contra tu vida… tengo muchos enemigos, princesa, así que decidí no decirte nada y tomar medidas por mi propia cuenta, — explica agarrándome de las manos — la chica es una hacker, está intentando acceder a las coordenadas de otra mafia y poder tomar aquel dominio, no he podido saber quién te manda los anónimos y tampoco sé que dicen, estuve esperando mucho para poder decírtelo — se acerca quedando a pocos pasos de mi, — Perdóname por negarte frente a ella, es que no pudo seguir esponiendote a que algo malo te pase, entre menos sepan de qué estamos juntos estarás aún más segura, ¿Entiendes?
Todo suena creíble, pero aún no entiendo que tiene que ver ella aquí en su habitación. No me lo explicó y dudo que lo haga, creo que mejor es irme de aquí.
— Quiero irme de aquí.
Suelto sus manos caminando hacia la puerta cuando siento que me estampan contra la puerta golpeando levemente mi espalda, intenta acercase a mis labios y volteo mi rostro a otro lugar sin mirarlo. Tragó saliva nerviosa por lo que estoy haciendo, siento como apoya su frente contra la mía, su respiración es calidad y tranquila, sus manos siguen en mi cintura y no se han movido de ahí.
— Princesa, créeme.
— ¿Cómo quieres que te crea si siempre me mientes? — el suspira bajando la mirada, — Alex, para una relación se necesitan dos, dos siendo honestos, dos dando amor, dos dispuestos a todos...
— Lo sé, maldición, se que esto no sobrevive con un solo corazón. — relame su labio inferior, — si la vida fuera fácil yo tuviera mil amores más, y tú seguro tendrías otro que te haga suspirar.
Niego sujetándolo del hombro,— Cuando yo te dije te amo, es porque de verdad lo siento ¿Sabes el significado de te amo? Pues, significa, te acepto tal cual como eres, amos tú imperfecciones y todo de ti, no me interesa lo que hagas o tu profesión, lo que si me interesa son las cosas que me ocultas, que hace que se joda todo lo que hemos construido.
Quedamos en silencio total solo haciendo contacto visual, nuestras manos están unidas y su agarre se ha puesto tenso, la presión entre nosotros es incomoda, es como cuando intentas estar firme pero sabes que en cualquier momento te vas a derrumbar simultáneamente.
—Lo siento.
Es lo único que se limita a decir acercándose aún más a mi rostro, un beso casto en mis labios me hace estremecer haciendo que mis piernas tiemblen.
Tengo que ser dura con él.
Lo tengo que hacer, todo por descubrir lo que hay detrás de esto.
— Cuando estés dispuesto a empezar con la verdad, me-me buscas.
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Que disfruten pequeños Minion.Lokoolu
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Tú eres mía, princesa© (Libro I)
Teen Fiction«La vida es una ruleta rusa que nadie a podido descifrar, y los que quieren mueren en el intento » Me llamo Alex McKay, y tú eres mía princesa, por las buenas o por las malas.