Capítulo final:Juguemos con Fuego.

5.8K 328 26
                                    

[Introducir música de Ava Max- Torn]

Capítulo cuarenta y siete.

Mia Hobbs.


Escucho los murmuró entre Carlos y Olivia a lo lejos; Mientras yo me encuentro sentada en el mesón de la cocina. Desbloqueo la pantalla de mi teléfono y es cuando abro mis ojos en sorpresa al leer el mensaje que he recibido.


De: Mi chico misterioso.

¿Por qué me dijiste eso?
¿Estás bien?
Voy a tu casa inmediatamente, esto no se puede quedar así.

✓✓ 2:58(pm)


— Así que vienes para acá… — paso mi mano por mi rostro recogiendo mi cabello en una coleta alta.

Me levanto dirigiéndome hacia los chico, tengo algo en mente y ellos no tienen porque estar aquí.

— ¿Estás bien, Mia?

Asiento, — Necesito que se vallan inmediatamente.

Carlos frunce el ceño, — ¿Qué vas a hacer?

Una sonrisa burlesca se hace presente en mi rostro acomodando mi camisa, — Aprendiendo a jugar.

— ¿Qué? ¿Qué quieres decir, Mia?

— Sencillo, Oli, aquí vamos a morir todos — digo tan segura de mí misma que hasta me sorprendo, — No quiero que salgan perjudicado ¿Ok? Necesito que se vallan porque Alex está por llegar.

Explico y ellos solo se miran fijamente tratando de entender todo. — No te queremos dejar sola. — dicen después de unos minutos.

— Lo sé, lo sé, y voy estar bien. — convencerlos no es mi fuerte, — ¿Quieren ayudarme? — pregunto esperando una respuesta.

— Sí.

— Cuenta con nosotros.

Sonrió ampliamente para abrazarlos. Sin más empiezo a buscar varias cosas y ellos solo se quedan mirándome fijamente, me paró frente a ellos pasandole unas llaves a Carlos.
Mi vista se dirige a mi teléfono mirando la hora, si todo sale como lo cálculo estaremos bien… sinceramente eso espero.

— Carlos, ¿Cuantos minutos duraría Alex de su casa llegar aquí?

Me mira atento sacando cuentas, — 15 minutos, máximo 20.

Miro mi reloj viendo la hora [3:10](am) — Bien… Oli, sube arriba y recoge todos los papeles del despacho. — ella asiente atenta, — Carlos, necesito que consigas gasolina y una grabadora.

— ¿Estas segura de lo que vamos a hacer?

— Nunca había estado tan segura de algo en mi maldita vida, necesito las llaves de tú auto.

Carlos asiente rápidamente pasándolas, antes de salir de la casa les sonrió y veo como se aleja a buscar todo lo que he pedido. De aquí me toca a mí buscar lo demás.
Me subo en el auto dirigiéndome a aquel lugar, lo recuerdo muy la verdad. ¿Cómo no hacerlo?

Tú eres mía, princesa© (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora