2. La idea.

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Capitulo Dos

La Idea.

Alex McKay.

Estoy cansado, desvelado, trasnochado, no pude dormir bien por sólo pensar en la princesa labios bonitos.

Si, algo muy tonto. Pero nunca me había pasado algo parecido, me tropezó y a decir verdad estaba muy molesto y le iba a gritar a insultar por no mirar por donde camina, pero, su carita tierna sonrojada me lo ha impedido.

- Lo siento, - Su voz dulce es música para mis oídos. Su leve sonrojo por darse cuenta que me ha devorado con la mirada.

Sin poder evitarlo, esos labios rosados por el frío llegan a mi mente. Sus ojos marrones observándome descaradamente, sus mejillas sonrojadas por la vergüenza, su voz... Su voz dulce e inigualable a otra, su inocencia no ha dejado de rondar por mi cabeza.

Necesitó verla, necesito tocarla, necesitó hacerla mía,necesitó, la necesitó. Puede que suene como un loco obsesivo pero ya nada me importa, a partir de ahora hasta que ella no sea mía no la podre sacar de mi cabeza.

Camino hacia la entrada de mi mansión, a mi vista llega mi hermano parado al frente de uno de los auto, - ¡Andrés! - Este voltea a verme, - ¿Sabes donde queda la casa a la cual fuimos ayer?.

- Sí mano ¿Por qué?

- Porqué vamos de nuevo, - Le quitó la llave del auto y me subo.

Este repite mi acción, se que va a empezar a interrogarme, pero no temo a decir la verdad.

- Vamos de nuevo por la chica ¿Verdad?

No respondo sólo sigo manejando, bufa y lo miro de reojo.

- ¿Quieres que sea tuya verdad?

Sonrió, - Ella es mía, desde que me tropezó ¿Ok?

- Calma, hermano, yo coloque los ojos en la hermana de Thomás.

- Esperó y no la cagues, - Y justo en ese momento una idea llega a mi cabeza, - Y tú, - lo agarró del hombro, - Me vas a ayudar.

Andrés abre la boca sorprendido, - Wow, el gran Alex McKay, el mafioso más temido de todo el mundo necesita de mi ayuda, Wow esa si que es una noticia jugosa.

- Ni te ilusiones, solo que te sale bien ser indiscreto.

- ¡Yo no soy metiche!

- Yo no te dije metiche.

- Bueno, bueno, Y, ¿le dirás que eres un mafioso?

- No digas estupideces, obviamente no.

-

Me encuentro parado en la esquina de las escaleras de la casa de Thomás, Hemos hablado de cosas triviales esperando que la princesa labios bonitos baje.

No fui tan obvio al venir aquí sin ningún motivo, Andrés esta haciendo una cuenta de la mercancía que supuestamente esta "Mal". No salió tan bruto como pensé, al menos se que si piensa.

- Oh, vamos chicos hablando como amigos y no como socios ¿Porque vinieron a esta hora?

Andrés ríe y me mira, - Yo porque quería preguntarle algo a tu hermana.

- ¿A mi hermana? ¿Y eso?

Andrés vuelve a su porte serio, - Bueno, Thomás te lo voy a decir de la maneras más clara que puedo, tu hermana me gusta y quitó tener algo serio con ella.

Si no estuviera serio diría que es una vil mentira, pero este imbécil con todos y uno de sus defectos solo se ha enamorado una sola vez desde entonces no lo vi repitiendo esas simple oración. Que estúpido debo lucir esperando a que ella baje, puedo tener a miles de mujeres, sólo eso demuestra que también puedo tener a la que quiero, y la voy a tener.

Thomás esta en shock, - Sólo te voy a decir algo no la hagas sufrir, por favor.

- Tengo por seguro, cuñado.

Ruedo los ojos, - Ya, ya - ríen, - Thomás, ¿Como se llama la amiga de Amber?

- Ahora entiendo todo, - Sonríe, - Se llama Mia pero no se te va a hacer fácil con ella, tal vez sí la sabes manejar todo se te haga fácil, es muy tímida. Jamás ha tenido un novio.

- Nada es imposible para mí.

Sí, mi ego me dobla el tamaño.

- Wow, Wow, cuidado con lo que vas a hacer sus padres son muy sobre protectores solo la dejan venir a mi casa y muy poco.

- Uhmm.

- Además, debes tener en cuenta cada movimiento que hagas porque los padres al ver cualquier movimiento sospechoso la encierran y no la volves a ver durante años, - Andrés chasquea la lengua.

- Bien, Gracias por advertirme.

- De nada, hermano, aunque de todas las mujeres que hay en este mundo ¿Por qué ella?

- Su inocencia, y otros motivos me cautivaron. - enarcó una ceja, - le voy a decir que la puedo llevar al instituto.

- ¡Yo me llevo a Amber!, - Grita exasperado Andrés, le doy una mala mirada.

- Aveces me fastidia tenerte conmigo ¿Sabes?

- claro que no, solo lo dices porque tienes un humor de mierda.

Tú eres mía, princesa© (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora