Capítulo Cuarenta y uno.
Noticias.
Mia Hobbs.
La mansión que tengo justamente en frente es idéntica a la de Alex, hay varias parecidas esparcidas por los lugares cercas. No sabría decir si es por aquí que vive Alex porque nunca me grabé el camino a su casa, siempre que voy es en su auto o con el guarura y lo menos que hago es mirar el camino. Paso a aquella mansión pasando mi mano por todas las paredes. Mi tía recibe una llamada y subo las escaleras dirigiéndome a unos de las habitaciones que llamo demasiada mi habitación.
Abro la puerta admirando toda aquella hermosa decoración, es color blanca perla y cerámica de mismo color. Pasó adentro de aquella acostándome en la cama tapándome con la sábana de seda, valla que si se da la buena vida mi tía Jaile.
— ¿Te gusta mi habitación, mi Janes? — pregunta mi tía adentrándose a ella.
Asiento sentándome, — Tía, quisiera saber aquello que me ibas a contar.
— Tú curiosidad sigue intacta, ahora entiendo todo lo referido a esto. — frunzo el ceño sin entender, — ¿Qué hacías por estos lugares, Mia?
— eh… nada importante, tía.
— Si, claro, y dime… ¿Sabes sobres mafiosos de la ciudad? — pregunta acercándose hasta sentarse en la orilla de la cama.
— No… bueno, sí.
— ¿Quién?
— ¿Para qué quieres saber?
Esta solo enarca una ceja, — Mia, si te lo pregunto es por tu bien, pero primero escucha lo que tengo que decirte ¿Ok?
— Ok.
— primero que todo y lo más importante es, que te cuides a toda costa de cualquier persona que llegue a tu vida de manera repentina, y escúchame muy bien. Jamás, pero jamás te enamores de uno de ellos, — Se levanta caminando de un lado a otro, — Y menos, acostarte con uno de ellos, tú jamás sabrás sus intenciones, son muy habilidosos para huir de situaciones que lo pongan en riesgos.
— Y… ¿Qué pasaría si llegase a pasar? — pregunto con voz temblorosa sin despegar la mirada de mi tía.
— Pasarán cosas muy malas si eso pasará, siempre usará alguna escusa cuando le preguntes alguna cosa referido a eso, tal vez un “Solo confía en mi” “lo hago por seguridad” “llorar los demás a llorar mis seres queridos” “Jamás te metiria"…
No sabría que decir.
No se qué decir exactamente.
Sin darme cuenta he dejado de escuchar lo que me estaba diciendo mi tía, es que. Particularmente es como si ella supiera mi vida y me la haga ver de otra manera, Alex me dijo frases muy parecidas a esas, y no se porque todo me da desconfíanza, o tal vez nunca debí confiar.
Mi vista se dirige en la pulserita que comparto con Alex, una lágrima resbala por mi mejilla recordando todo lo que he pasado, y que tal vez todo aquello fue fingido me rompe el alma.— ¿Janes? ¿Qué tienes?— pregunta mi tía acariciando mi mejilla.
Me quedo callada para mirarla a los ojos, mi labio inferior tiembla y de repente quitó el contacto visual.
— yo… yo soy novia de Mckay.
— ¿¡Qué!? — grita desconcertada agarrándose la cabeza entre sus manos, — ¿¡Eres mujer de Mckay!?
—…si — susurro bajando mi cabeza.
Me siento tan avergonzada, tan vacía, ¿Cómo decirlo? Es que como si te pasará algo, sospechas que te joden la vida, y no saber la verdad me está matando por dentro.
— Hija, dime qué no te has acostado con él, dime que jamás crearon un lazo.
— Tía… me acosté con él, soy totalmente suya.
— Oh, Dios mío. — mi tía se aleja tratando de pensar, — esto no puede estar pasando — susurra pero aún así logró escuchar.
-
Punto de vista desconocido:
— ¿Qué noticias me tienes?
— Señor, ya está todo listo para abrirle los ojitos a esa linda niña.
Mi risa invoca en toda la casa, — Yo se lo diré, y quedaré como el héroe frente a esa ovejita.
— exactamente.
Camino hacia mi escritorio afincando mis manos, — te voy a dar donde más te duele, estas acabado, Señor Mckay.
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Tú eres mía, princesa© (Libro I)
Teen Fiction«La vida es una ruleta rusa que nadie a podido descifrar, y los que quieren mueren en el intento » Me llamo Alex McKay, y tú eres mía princesa, por las buenas o por las malas.