21. One Day.

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Capítulo Veintidós.

One Day.

Alex McKay.

La miro sonriendo mientras la veo venir hacia a mi con un libro entre sus manos, ella ríe y se sienta en mi regazo agarrando una fresa y metiéndola en su boca, me pasa el libro y rió al mirar lo ilusionada que esta, parece una niña cuando le prometes un dulce y esta a punto de dárselo.

— Anda, me prometiste que me ibas a leer. — insistió dándome un casto en los labios.

La vuelvo a besar, — Lo haré, estas cosas que me haces hacer, princesa.

— Me gusta cuando me llamas princesa. — confiesa con sus mejillas sonrojadas.

— Es que eso eres, mi princesa hermosa, mi novia, mi bebé, mi razón de vivir.

— Alex… me haces sonrojar, — bufa haciendo un puchero, — esto es injusto, yo no te hago sonrojar.

Rió acariciando su mejilla, — Es que tu eres más inocente, princesa.

— ¿inocente? Dime un concepto de inocente. — insiste comiéndose muchas más fresas.

La volteo desprevenida quedando encima de ella, sonríe, — A ver, dime, ¿Has visto películas eróticas?

— ¡No yo no he visto cosas eróticas!, — grita sonrojada tapando su rostro sonrió con tan solo verla.

— Te voy a corromper, princesa.

Levanta una ceja divertida, — ¿ah, si? ¿Cómo vas a hacerlo?

— Me encantas cuando te pones traviesa, — ríe bajando la vista a mis labios.

Sin pensar mucho me le voy acercando lentamente hasta unir nuestros labios en un beso, ella proporciona sus manos en mi rostro acercándose mucho más y se acomoda mejor debajo de mi, sonríe sin separar sus labios de los míos, suspiro y me alejo mirándola.

— Te amo.

Sonríe al escucharme decirle esas dos simples palabras, — Te amo demasiado.

Ella se acerca de nuevo besándome, muerde mi labio inferior. Paso lentamente mi mano por su cintura acariciando la comisura de su camisa, se tensa hacia mi tacto y veo su miedo en sus ojos la miro extrañado, le doy un beso casto.

— Tranquila, soy yo, no te va a pasar nada mientras estés conmigo.

Veo como se relaja y sus ojos se cristalizan, — No quiero que te sientas mal, Alex, te amo… ¿lo sabes?pero tengo miedo.

Sonrió tratando de calmarla, — Venga, yo te quito el miedo.

Sonríe pícara, — Solo tu puedes hacerlo.

Pensar que tan solo esto hace que mi mundo sea un poco mejor es impresionante, porque yo no quiero cambiar, yo soy así. Pensar que tengo a la mejor persona y saber que es mía me hace querer encerrarla en una habitación y no dejarla salir para que nadie se le acerqué, a la mierda con todo ella es mía.

-

— Abre la boca Alex, no seas terco tienes que comer.

Habla rodando los ojos, la miro con diversión al verla con el ceño fruncido. Ella esta sentada en mi regazo con una taza llena de frutas en sus manos, llevamos poco tiempo peleando pero solo lo hago para verla molestarse porque se ve tan hermosa.

— Mejor te como a ti, mi vida.

Me mira con toda las mejilla ruborizadas con la boca abierta en sorpresa, — ¡Alex! ¡No digas eso!

Arrugo las cejas en diversión, — ¿Por qué? Si yo puedo comerte cuantas veces yo quiera, donde sea, y como sea… porque eres mía.

— ¡Alex! ¡Ash! Es imposible hablar contigo, — Bufa haciendo un puchero y me acercó rápidamente besándola.

Me mira sorprendida sonriendo a boca cerrada, ¿Qué? — preguntó ante su mirada, — Te veías linda, no podía desaprovechar el momento.

— Eres increíble.— dice con emoción en su rostro agarrando la ultima fresa.

— Oye, esa es mía.

Ríe mirándome, — No si yo me la como primero, — se levanta corriendo por el jardín de la casa y empiezo a correr tras ella.

Empezamos a correr jugando entre los dos, entre risas y juegos las horas se nos pasa volando pero todo se acaba cuando vemos entrar cuatro autos saliendo cada una de las esquinas bloqueando el paso, me pongo en alerta y Mia sólo se asusta escondiéndose atrás de mí.

— Valla, valla, hasta que por fin conozco a la dulce princesita.

Post Data de la escritora: ¿¡Qué!? ¿¡Qué!?,jajaja, esto se pondrá muy bueno, ¿Qué tal un poco de acción para eliminar la felicidad? Jajajaj. Mucha felicidad aburre Minion.

Bye, sigueme.

Lokoolu,

Tú eres mía, princesa© (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora