Capítulo 42

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Por mandato real, Garlan Tyrell y su hueste navegaron hacia el Norte en el más estricto de los secretos. Desembarcaron cerca de la Costa Pedregosa, a partir de allí empezaron su invasión. Atacando las aldeas, tomando los torreones y aplastando toda resistencia que encontraban a su paso. Garlan Tyrell ordenó que se tratase con respeto a los prisioneros. No eran animales. Aquel que lo desobedeciese moriría. Nunca se dio lugar a cumplir con tal amenaza. Aunque los soldados del Dominio no estaban acostumbrados al frío su gran superioridad numérica les daba la ventaja. Tomaban todo aquello que necesitaban, ropa de abrigo, comida, caballos. En menos de una quincena ya controlaban todo el Sur del territorio. Tuvo que dejar hombres para asegurar los castillos. Garlan tuvo bastantes problemas en Foso Cailin debido a las emboscadas de los lacustres. Por ello y sin poder perder tiempo dejó una fuerte guarnición, con suficiente comida, abrigos y medicinas y partió hacia el Norte, debía llegar y tomar Invernalia antes de que pudiesen llegar las nuevas a la reina Sansa y al rey Gendry.

Con el paso de los días llegaron a Invernalia, el castillo estaba preparado para un asedio prolongado

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Con el paso de los días llegaron a Invernalia, el castillo estaba preparado para un asedio prolongado. Las murallas y las puertas estaban reforzadas y la defensa del castillo estaba en manos de Rodrik Forrester, un vasallo de los Glover pero que había mostrado su valía en muchas ocasiones. Garlan no podía permitirse eso, sus hombres no aguantarían un asedio duradero. Antes de que pudieran rodear el castillo el Maestre Wolkan, guarnecido junto a los príncipes Theon y Davos, pidió la ayuda de a la reina en el Norte, enviando un cuervo a Agusadulces. Vio cómo las tierras aledañas eran destruidas, los hombres asesinados, las mujeres y los niños hechos prisioneros y el ganado robado para aguantar más el asedio.

Lord Garlan y el ejército Tyrel asediaron Invernalia durante días, las catapultas empezaban a hacer mella en los muros de Invernalia pero sus intentos de ataque con las escaleras no habían tenido éxito. Viendo como pronto el frío acabaría con ellos antes que la batalla decidió parlamentar. Se abrieron las puertas y del interior del castillo salió Rodrik Forrester.

- Lord Rodrik- dijo Garlan.

- Lord Garlan- dijo Rodrik.

- Sin duda sabéis que no podéis ganar.- dijo Garlan.

- Yo no estaría tan seguro. Vosotros estáis expuestos al frío y la nieve, nosotros no. Además, nosotros estamos acostumbrados, cuanto podrán aguantar vuestros hombres- dijo Rodrik.

- El castillo está rodeado. Os superamos ampliamente en número. Y tenemos el control del territorio, no recibiréis ayuda.- dijo Garlan.

- Se me encargo la defensa de Invernalia. Y cumpliré hasta la muerte- dijo Rodrik.

- Hasta vuestra muerte. Pero no tiene que ser así. Rendid el castillo y os prometo que nadie más morirá. Vos y vuestros hombres podréis regresar a casa.- dijo Garlan.

- Y los príncipes?- preguntó Rodrik.

- Los príncipes serán tratados acorde a su posición. No sufrirán ningún daño y no les faltará de nada. Lo juro.- dijo Garlan.

El Rey Cuervo y la Reina Dragón - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora