Plan en ejecución

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Autor: Helindir.

- Bien- Dijo Diamhair, con voz firme- Recuerden

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- Bien- Dijo Diamhair, con voz firme- Recuerden. Iré con Voldemort, le diré que me atacaron y que todos están fuera de los límites del colegio. Él vendrá con todos, y a penas eso pase, volveré. En ese momento, Severus y los gemelos irán por el Horrocruxe, el resto peleará y yo iré por refuerzos... ¿Dudas?

- ¿Qué tipo de refuerzos?- Cuestionó Tonks.

- Unos amigos...- Respondió la elfa- No es relevante.

La Galo frotó sus manos, entre nerviosa y asustada. No lograba juntar la valentía suficiente como para salir volando del colegio.

- Cálmate...- Dijo Severus, cerca de ella- Somos varios... Y si participas, tenemos ventaja.

- Es fácil decirlo, mago de energía como cascada- Intentó bromear ella.

- Si tanto te relaja mi energía ¿Por qué no te acercas?

Diam lo miró fijamente, con sus ojos azules grisáceos, como si internamente estuviera tomando una decisión. Y solo ella sabía cual.

Se acercó velozmente a Snape, bajo la mirada de todos, y la de un pocionista que no entendía por que se aproximaba tan decidida.

Sin importar nada, la elfa sujetó con fuerza el cuello de su casaca y tiro de él, moviéndolo hacia delante. Ella avanzó sin titubear, para terminar depositando un beso para nada delicado en la boca de Severus.

Se acomodó y lo sujetó aun mas fuerte, tomando su rostro, evitando cualquier posibilidad de que el ex mortífago saliera de su estado de shock y optara por apartarse.

Bajo la estupefacta mirada de alumnos asqueados y profesores sorprendidos, Diamhair se dio unos momentos para terminar de deleitarse con los labios de un Snape paralizado. Era un beso para nada pequeño.

Varios segundos después, ella por fin lo soltó, mirando fijamente los ojos negros, grandes como platos que tenia frente a si.

- Mucho mejor- Sonrió Diamhair, palmeando su brazo- Eso me faltaba.

Dio media vuelta y trotó un par de pasos con sus largas piernas, antes de transformarse en aquel dragón negro de ojos amarillos que había roto la jaula con inscripciones en el suelo.

El enorme reptil extendió las alas hasta donde la sala le permitía y remontó vuelo, atravesando una de las paredes, como si esta solo fuese una ilusión. Un rugido lleno de energía cruzó el castillo, infundiendo los mismos deseos de luchar que su portadora.

Luego el silencio.

Los jóvenes no se animaban a decir nada. Después de todo, era Snape. Seguía siendo tan peligroso como cualquier dementor. Los magos veteranos estaban quizás más confundidos que el pocionista.

- ¿Estas bien?- Se arriesgó a preguntar el director.

- Supongo...- Alcanzó a decir Severus- Confundido...

- Creo que no te detestaba tanto como parecía...

- ¿Es posible que me halla inculcado recuerdos?- Indagó él.

- Si, es posible... ¿Qué recuerdas?

- Tengo la imagen de Séan, su madre... Y su voz en mi cabeza...

- ¿Qué dice?

- "La razón por la que no solté la jaula aunque el hechizo me hacia daño"- Recitó Snape.

- Le gustas a Diamhair... Increíble- Susurró Dumbledore- Es muy difícil lograr eso en un Galo.

El ex mortífago no dijo nada. Tenía un revuelo demasiado grande en su cabeza. El beso lo había tomado por sorpresa. Eso, mas la sonrisa que ella le había regalado antes de irse, se mezclaban en su psiquis, generando mas dudas que certezas. Lo único que sabía era que, extrañamente, ese beso público no le había molestado.

Lo que no se había percatado, pero la mayoría si, era una simple acción. Cualquiera no solo hubiese puesto cara de asco, sino que se hubiese lavado, como mínimo, la cara. Severus no. Más allá de la sorpresa, no parecía que le hubiese disgustado. Y ni siquiera había pasado su manga por la boca, como muchos suponían que haría. Eso era un indicio demasiado obvio.

- ¿¡Que!?- Gritó Voldemort, poniéndose de pie, enfurecido.

- Y estoy segura que están por llamar a los aurores- Mintió Diamhair, fingiendo dolor, de pie frente a él- Hay que atacarlos ahora, antes que sea muy tarde. Dumbledore conocía una técnica contra elfos, pero el resto sigue siendo un patético grupo de intentos de mago. Sobre todo Potter. Logré atacarlo, así que esta algo débil ¡Es ahora o nunca!

- ¿Y como se supone que te creeremos?- Escupió Bellatrix- No confío en ti.

- ¿Crees que me dejaría golpear?- La enfrentó la elfa- Tengo un trato con Lord Voldemort, no contigo.

- ¿Qué propones?- Siseó el señor oscuro, con Nagini a sus pies.

- Atacar ahora- Dijo Diam- Todos. No podemos esperar a que esos debiluchos busquen refuerzos.

Voldemort la miró fijamente. Utilizo rápidamente su habilidad de oclumancia y leyó de inmediato la memoria de la elfa. Memoria que ella había modificado gracias a una poción especial, por lo que el amo de los mortífagos vio una pelea con los magos, recuerdos falsos, ideas distintas, creencias que no eran. Cosas que creyó.

- Dice la verdad- Siseó él.

De inmediato llamó a todos sus mortífagos, los cuales llegaron velozmente, invocados por un ardor insoportable en donde yacía la marca tenebrosa.

En poco tiempo, Voldemort miraba a sus muchos seguidores reunidos frente a él, con una acida mueca de superioridad.

Diamhair, mientras tanto, intentaba soportar. Tanta cantidad de magos oscuros la afectaban, a pesar de su condición de híbrida, y tanta maldad acumulada, además le revolvía su estomago y le daba deseos de hacer justicia. Estaba frente a los responsables de que tanto ella como su pueblo, estuviera muriendo.

Ádhmharaighe | SSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora