Entes oscuros

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Autor: Helindir.

- ¡Magus ab damno! (¡Mago de maldición!)- Dijo Diamhair con fuerza, acusándolo, mientras ceñía aun mas las enredaderas alrededor de Severus, asfixiándolo- ¡Aegrus magus! ¡Officium annihilare! ¡Vis potui atrum vulnero nostras terras! ¡Ac aequus eni...

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- ¡Magus ab damno! (¡Mago de maldición!)- Dijo Diamhair con fuerza, acusándolo, mientras ceñía aun mas las enredaderas alrededor de Severus, asfixiándolo- ¡Aegrus magus! ¡Officium annihilare! ¡Vis potui atrum vulnero nostras terras! ¡Ac aequus enim sequi unum aspis censere! (¡Débil mago! ¡Debería condenarte! ¡Tu magia oscura ha dañado nuestras tierras! ¡Y solo por seguir una estúpida ideología!)

- ¡Diamhair! ¡Déjalo!- Pidió Albus, sujetando sus delgados brazos- Él no fue un mortífago común. Era mi espía. Yo lo metí allí. ¡Déjalo!

La elfa miró al anciano, con un velo de traición en los ojos. Los altos elfos sufrían crudamente los embates de la magia negra que emitían los magos oscuros de todo el mundo. Y ella sabía que Dumbledore conocía ese detalle, por lo que le parecía particularmente doloroso que él hubiese permitido un mortífago más en las filas, peor aun, de su bando y que además clamara por su vida.

Diam liberó el agarre de un pocionista que respiró con fuerza, llenando nuevamente sus pulmones con aire.

- ¿Por qué?- Preguntó la pálida criatura en el mismo idioma que ambos magos, con un dejo de tristeza y viendo fijamente a Albus- Los Galos estamos viendo nuestras plantas morir por esa clase de magia negra. Hace años que nada florece. El gran río esta lleno de tierra y los pocos frutos que crecen, no tienen sabor. El cielo esta siempre nublado, llueve todo el tiempo y envejecemos prematuramente. Y lo sabes. ¿Por qué lo hiciste?

- Diamhair...- El anciano se le acercó lentamente- Necesitaba meter a alguien entre las fuerzas de Voldemort. Necesitaba que alguien me dijera que rayos pensaba hacer o cuales eran sus planes. Severus utilizó pocas veces su magia negra y además nos ayudo a detener posibles desastrosos desenlaces. Tuve que hacerlo... La vida de muchos magos inocente estaba en juego.

- ¿Valió la pena?- Susurró ella, perdiendo ese tono arrogante y fuerte de poco tiempo atrás- ¿Las vidas que salvaste realmente valieron tanto sufrimiento?

- Todas y cada una...

La elfa lo miró con un dejo de soberbia y reanudó su camino silencioso hacia el colegio, esquivando troncos.

Severus y Albus se miraron levemente y avanzaron varios metros detrás de ella, dudando.

- Curioso que se decidiera hablar en nuestro idioma- Susurró Snape.

- Lo hizo por que quería que tú también oyeras...- Le respondió Dumbledore, no muy feliz.

- ¿Y que era todo eso que dijo? ¿Los Galos?

- Los elfos como ella provienen de una tierra muy pura, escondida entre los Alpes Suizos, que lleva el nombre de Galia- Explicó el director- Los que provienen de allí, se los llama Galos. En ese lugar la magia del mundo los afecta directamente. Si existen muchos magos haciendo magia blanca, sus tierras y todo lo que contiene se ve beneficiado. Pero con Voldemort y la horda de mortífagos que utilizan magia negra muy fuerte, Galia esta comenzando a perecer. Y con ella todas las plantas, ríos, animales mágicos y los mismísimos Galos. ¿Recuerdas que los elfos tienen su habilidad natural para vivir cientos de años?

- Si.

- Bien, con tanta magia oscura, también están perdiendo eso. Ya han muerto varios Altos Galos, de siglos de vida.

- Son solo elfos... Ya no quedan de esos...-El pocionista le restó importancia.

- No son solo elfos, Severus. Son parte del mundo. Son seres puros. Que dejaran de existir definitivamente sería la peor pérdida que podríamos tener.

- No veo pureza en esa elfa... Solo agresividad.

- ¿Realmente no tiene pureza?- Le indagó Albus- ¿Estas seguro? No debes confundir una actitud con su esencia. Diam tiene que ser así de agresiva y hostil. Pertenece a la rama guerrera de Galia. Su habilidad en combate depende de eso, pero en su esencia, es diferente.

- Espero que no te equivoques. ¿Y como se convierte en dragón? ¿Un hechizo? ¿Poción?

- Digamos que nació de un huevo de dragón... El resto seria demasiado complejo de explicar.

- ¿Algo natural? Extraño...- Dijo Severus arqueando una ceja.

Lentamente Hogwarts surgía frente a ellos y ambos la vieron de pie en la entrada, esperándolos. Pasaron junto a ella y solo notaron una mirada fugaz en ellos. Ninguna palabra en cualquier idioma ni acciones de violencia. Era como si Diamhair estuviera pensando.

- No te invitaré a pasar, Diam- Le dijo Dumbledore, volteando a verla- Quiero que consideres el colegio como tuyo. Puedes desplazarte por donde se te plazca, sin restricciones. Solo procura no dañar a nadie.

- Lus ax appellare... Tunc non abdere (Tú lo has dicho... Luego no te arrepientas)- Susurró ella con un tinte extraño en sus ojos grises.

Eso había alterado levemente al director. Sabía que esa clase de elfo era también muy calculador y eran conocidos por amar los juegos de palabras. Una combinación terrible ya que utilizaban lo dicho en contra del que lo decía, para su beneficio. No era un acto de maldad, sino de astucia, ya que al final de todo, sus acciones tenían un solo objetivo: la paz.

Albus analizó lo que había salido de sus cansados labios y recordó la frase: "Quiero que consideres el colegio como tuyo...".

Encontró la trampa. Y lo peor, no podía arrepentirse. Lo que se le dice a un elfo, es ley. Y si él había dicho que considere a Hogwarts como de su propiedad, era casi obvio que lo haría.

La vio avanzar, mirando todos los rincones del lugar, como estudiando si lo que veían sus ojos, le seria útil en un futuro.

Dumbledore comenzó a poner en tela de juicio de que haberla convocado e invitado allí hubiese sido su mejor idea. Estando bajo la varita y torturas de Voldemort, parecía una buena idea. Pero ahora titubeaba. Diamhair era conocida en Galia por tener una esencia abundantemente más perversa que el resto, regalo de su naturaleza extraña, resultado de la mezcla de un elfo y un dragón. Por eso siempre estaba en misiones lejos de su hogar. Por eso era útil en batalla. Y por eso comenzaba a temer. No todos los Galos eran puros. Habían "Galos Dorcha", elfos oscuros, los mas peligrosos.

¿Y si acababa de meter en Hogwarts a un Galos Dorcha? Era lo mismo que meter un mortífago.

Fue en ese momento y viendo la mirada fría de Diamhair que Albus reconsideró lo que Severus había notado; poca pureza. Descubrir eso le heló la sangre.

Ádhmharaighe | SSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora