... no se puede cambiar...

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Izuku despertó lentamente, los rayos del sol entraban por la ventana y daban una gran molestia a la vista, además, sentía como rumi le mordía levemente el cuello mientras babeaba estando dormida.

Se la quito de encima lentamente, con cuidado de no despertarla y dejarla seguir durmiendo, pero ella se aferró a su brazo mientras balbuceaba cosas dormida.

Rumi:*dormida*... mmm... izuku... hagamos conejitos...

Izuku se deslizo del agarre, la arropó para salir de la habitación con dirección al baño para tomar una ducha.

Sacó algo de ropa de su mochila y un par de vendas nuevas, y salió de la habitación.

Entró al baño y cerró la puerta con seguro, comenzando a desnudarse para entrar a la ducha.

El agua estaba tibia y le permitía pensar mejor en algunas cosas... como lo que había pasado el día de ayer con la heroína ryukyu... fue raro, y una experiencia bastante rara a su parecer, y aún más todavía al poder sentir el sabor de su sangre en la boca... era un tanto dulce, con una ligera acidez, y un toque de amargor ligero que balanceaba la mezcla, un sabor particular y único, que le hacía sentir raro, con cierta molestia en el cuerpo, como si sus tejidos tuvieran estática en su interior.

Miró el anillo en su dedo, el cual brillaba por el reflejo que daban los focos, y solo podía pensar en lo mierda de ser humano que podía ser a veces.

Le dio un fuerte cabezazo a la pared, una y otra ves, hasta que una línea de sangre escurrió de su cabeza, dando un último fuerte golpe para que su cerebro reordenara sus ideas.

El agua se llevaba consigo la sangre, que se teñía de un rojo carmesí diluido.

Izuku activo su regeneración y cerró la herida, para esperar dos minutos más y salir de la ducha y secar su cuerpo con una toalla.

Se vistió lentamente, hasta llegar a la parte de las vendas, las cuales ajustó fuertemente a sus brazos, para así evitar que se suelten durante el día, y sobre todo de sus actividades como héroe o entrenamiento.

Seco su cabello y salió del baño para dirigirse a la sala de estar, para sentarse en el sofá y sacar su teléfono y ver las noticias del día de hoy.

Realmente no había nada de su interés, las mismas noticias de siempre, de las cuales el era el autor mayor mente, y unos que otros desastres naturales a un par de ciudades de distancia que no tenían explicación alguna.

Guardó su teléfono en el bolsillo y dejó caer su cabeza en el respaldar del sofá.

Para que después de unos segundos sus labios sean ocupados por rumi, que aún seguía con su pijama puesto.

Rumi: buenos días izuku.

Izuku: buenas.

Rumi dio un pequeño saltito para quedar sobre los hombros de izuku, abrasando su cabeza.

Rumi: bien, llévame a la cocina por mi desayuno.

Izuku: me estás tapando mi visión.

Rumi: es un entrenamiento, llega a la cocina sin ver y tendrás un premio.

Izuku asintió y se levantó del sofá para caminar a la cocina, a pasos lentos como siempre, y agachándose para que rumi no chocara con el marco de la puerta antes de entrar.

Una ves llegaron izuku la sacó de sus hombros y la depositó en una silla, para poder dirigirse a preparar un batido de proteína y algo de carne para poder engañar a su estómago y digerir sus vegetales.

Azami no estaba en la cocina, al parecer, había adelantado su desayuno para no tener que toparse con izuku tan seguido, no le agradaba para nada el aura que tenía, y mucho menos esa mirada seria y poco expresiva que tenía en todo momento, le causaba miedo... así que era mejor evitarlo por completo y solo saludarlo una ves que salía de la agencia con rumi para patrullar.

..Solo soy un juguete..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora