..Solo soy un juguete..

... solo es el primer día...

Izuku despertó,  era bastante temprano por la mañana.

Un día lunes normal,  excepto por el echo de que comenzaban las pasantías y estaría una semana entera fuera de su hogar...

Miró a fuyumi quien dormía tranquilamente en su pecho, tenía una sonrisa suave y una respiración calmada.

No la quería despertar, pero la situación era complicada,  estaba sobre su pecho, una posición en la que se había acostumbrado a dormir días anteriores por la tranquilidad que le causaba oír los latidos del corazón de izuku.

Lentamente comenzó a retirarse, quitándosela de encima, pero fallando en el proceso.

Fuyumi: *somnolienta*....mmm,  buenos días izuku.

Izuku le dio un pequeño beso en la frente.

Izuku: buenos días fuyumi.

Fuyumi: *bostezo*... ¿que hora es?.

Izuku: *mirando su reloj*... son las 6 am.

Fuyumi: eh?, ¿por que tan temprano?.

Izuku:  hoy comienzan mis pasantías de segundo año,  y tengo que llegar más temprano de lo habitual.

Fuyumi asintió, se quito de encima de izuku para darle más libertad,  levantándose de la cama para vestirse.

Mientras que izuku se levantó y tomó una toalla para dirigirse a la ducha, arrastrando a fuyumi consigo.

Fuyumi:  i-izuku, !¿q-que haces?!.

Izuku: mm? Solo voy a tomar una ducha, creí que también tomarías una.

Fuyumi: y-yo,  este......b-bueno.

Ambos se dirigieron al baño,  para después cerrar la puerta con seguro y comenzar a desvestirse y quedar completamente desnudos.

Izuku apreció por unos segundos el cuerpo de fuyumi, tenia ligeras curvas que resaltaban su figura,  y una piel bastante blanca que culminaban en sus sonas íntimas en un ligero color roza,  y un rojo pálido de sus mejillas por la vergüenza de que la viera así, y más por ver el cuerpo de izuku, no sabía la razón exacta del por qué había cambiado tanto desde el día que lo conoció por primera ves en esa cena,  ya era más alto que ella en esos momentos, pero ahora,  su altura la acomplejaba bastante,  sobre todo al momento de besarlo, ya que tenía que ganarse de puntillas.

Una ves que fuyumi perdió un poco la vergüenza, ambos entraron a la ducha, bajo el chorro de agua tibia que limpiaba sus cuerpos por completo.

Mientras que fuyumi limpiaba la espalda de izuku pudo apreciar lo amplia que era, además de su tatuaje, y las partes en blanco que habían en el,  probablemente de heridas durante peleas.

Una ves que termino seguía ella,  pero sintió un escalofrío recorrer toda su espalda cuando las manos de izuku bajaron por todo su cuerpo hasta parar en su intimidad.

Fuyumi: ¿ i-izuku?.

El peliverde se quedó en silencio, no le respondió en lo absoluto, solo siguió con lo suyo, dándole placer con las manos,  estimulándola en distintas partes de su cuerpo, haciéndola gemir de manera leve,  besando su cuello hasta subido a sus labios y seguir con las caricias.

Fuyumi no se resistía en lo absoluto,  de todas formas su cuerpo lo necesitaba de vez en cuando, solo que no tenía la valentía de pedírselo a izuku por ella misma, por la vergüenza de que crea que es una pervertida.

Izuku siguió frotando la intimidad de ella con sus dedos, introduciendo dos en la mojada abertura, en un constante movimiento que no pararía hasta llevarla al climax.