La noche transcurría con lentitud, haciendo que el cielo cada ves se torne más oscuro, el cual desprendía un frío envolvente y un silencio profundo en la habitación, que poco a poco era perturbado por unos ligeros gemidos.
La respiración entre cortada de una pelimixta causo que esta misma despertara en medio de la noche, debido al suave tacto que recorría cada centímetro de su cuerpo, el cual parecía tener las intenciones de desnudarla.
Fuyumi: ¿i-izuku?.
Su débil voz no parecía ser escuchada, ya que no obtuvo respuesta alguna del peliverde, el cual se mantuvo en silencio mientras le quitaba la parte superior del pijama y le dejaba sus pechos al descubierto.
Fuyumi: i-izuku no, eri esta~ ahh
Un suave gemido se escapó de entre sus labios, los cuales cubrió con sus manos para no hacer ruido, ya que podía despertar a la pequeña peliblanca que dormía junto a ellos.
Fuyumi: ahh~ i-zuku, d-detén-te.
Esta trato de contener su voz, pero le era casi imposible.
Sus pechos estaban siendo estimulados por la boca de izuku, el cual succionaba fuertemente, como si estuviera esperando a que algo escurriera del interior de los senos de fuyumi.
Ella estaba intentando apartarse, pero le era imposible, estaba siendo apresada por los fuertes brazos de izuku, quien no parecía querer detener sus caricias y estímulos por más que ella se lo pidiera.
La boca del peliverde dejó de succionar, y solo su escurridiza lengua siguió recorriendo las rozadas areolas del los pechos de fuyumi, para después seguir subiendo poco a poco hasta llegar a su cuello, donde la mordió suavemente, enviando un toque de electricidad, lo que causó que ella curvara un poco su espalda y dejara escapar un lindo gemido.
Fuyumi: i-izuku... no~
Sus palabras cada ves eran más débiles, y su respiración se volvía agitada mientras era sometida con gentileza por izuku, quien no emitía palabra alguna ante la situación.
Este abrió ligeramente su boca, mostrando sus afilados caninos, los cuales fueron los encargados de clavarse en el cuello de fuyumi, transformando ese pequeño momento de lujuria y placer en un desagradable dolor punzante.
La sustancia carmesí bajaba lentamente por la garganta del peliverde, mientras este apreciaba cada textura y sabor de aquel valioso líquido, sin siquiera ser consiente de lo que estaba haciendo.
El leve sonido de una gota salpicando fue aquello que despertó del profundo sueño a izuku, quien abrió sus ojos con lentitud, solo para ver el brillante reflejo de las lágrimas que bajaban por las mejillas de fuyumi.
Fuyumi: *sollozando* p-por favor izuku, detente, me duele.
Este se apartó de inmediato, dejando de causar aquel dolor punzante en el cuello de fuyumi, quien estaba confundida y asustada por lo que estaba ocurriendo.
Izuku encendió las luces de la habitación, para ver el desastre que había provocado en fuyumi... la imagen desnuda del cuerpo de ella era opacada por las dos finas líneas de sangre que escurrían de su cuello, las cuales manchaban su piel y las sábanas de un rojo opaco.
Fuyumi: *sollozando* me-me duele.
La confusión duro un segundo, izuku se acercó a ella, mordió su dedo, y dejó que su oscura sangre se derrame, para que así pueda ser bebida por fuyumi, quien abrió levemente sus labios y probo aquella sustancia carmesí de sabor dulce, la cual acabó poco a poco con aquel dolor punzante en su cuello, y cerró las heridas causadas por la mordida.
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..Solo soy un juguete..
De TodoIzuku midoriya, estudiante de 1º año en la UA, no destaca en lo absoluto, y tampoco intenta sobresalir por el simple echo de que no quiere, ¿por que?, desde su primer año simplemente a sido el objeto de las mujeres, un simple muñeco, marioneta, jugu...