(Editado)
Él...
Jayden...
Él sonido estridente del despertador me saca del poco sueño que alcancé a conciliar esta madrugada, gruño molesto y sin salir de mis sábanas me acerco a la orilla de la cama, saco mi brazo de la profundidad de mis sábanas hasta alcanzar el objeto que se haya en el suelo y que terminará con mi tormento de todas las mañanas.
Tomo el bate de béisbol y arremeto contra la máquina roba sueños hasta que el ruido escandoloso se detiene, suelto un suspiro de alivio al escuchar el silencio, silencio que necesito cuando mi cabeza no me está martillando con los pensamientos y cuando estoy a punto de alcanzar de nuevo el sueño la voz de Daniel me hace soltar un bufido.
-- ¡Jay! -- Resoplo al escuchar sus pasos subir las escaleras. Daniel abre la puerta de mi habitación bruscamente haciendo que esta se golpee con la pared. -- ¡Jay Es en serio volviste hacerlo!. Es el décimo cuarto despertador que te compro y lo destruyes.
Suelto un suspiro buscando paciencia y sin moverme de mi lugar le respondo. -- Porque tanta importancia por un despertador y ya lárgate y déjame dormir.
Escucho sus pasos acercándose a la cama. -- Porque es necesario para que no te quedes dormido idiota y respondiendo lo otro ya levántate se nos hace tarde para ir al instituto.
-- No lo haré, no iré.
-- Okey como quieras. -- suelta calmado gesto que me hace fruncir el ceño, ¿así tan fácil?.
Siento su presencia irse de la habitación y le agradezco para mis adentros, me acomodo mejor en la cama sin intención de ir a ningún lado o al menos por el momento, más tarde me levantaré e iré a un lugar.
Pero definitivamente no iré al instituto, no puedo al menos no ahora de solo verle la cara a Serena y rememorar todo lo que pasó hace que el pecho se me comprima. Duele, duele mucho.
Sin darme cuanta siento como un balde de agua fría cayera sobre mí ¡Literalmente! Me levanto abruptamente sintiendo la sensación tan fría en mi piel que quema, abro los ojos de forma desmesurada al observar mi cuerpo, cama y sábanas empapadas de agua, volteo mi mirada hasta hallar el causante de tal atroz acto, Daniel se encuentra de pie enfrente de mi con una estúpida sonrisa burlona surcada en su rostro mientras sostiene el balde ya vacío.
-- Tienes que admitirlo no me diste otra opción. -- responde serio pero sé que trata de ocultar la carcajada que quiere salir al ver mi aspecto.
-- Y tú tiene suerte que no me siento con ánimos de nada porque te aseguro que estarías acompañando al gato enterrado en el jardín. -- expreso amenazante.
Él entrecierra sus ojos. -- No te atrevas a mencionar a pitbull. -- ahora él es el amenazante.
Un gato con un nombre como pitbull, ruedo los ojos, que irónico.
<< Y ya termina de levantarte y sal a desayunar, si no vas al instituto al menos toma un baño que apestas. Te espero abajo. -- Y con eso se va de la estancia.
Vuelvo a rodar los ojos fastidiado y salgo de las sábanas empapadas para tomar un baño, me las pagara estoy seguro pero ahora no me encuentro de humor ni para salir de la casa.
Entro al baño para tomar una ducha y siento el agua caliente caer sobre mi cuerpo y suelto un gemido de alivio al sentir mis músculos agarrotados relajarse poco a poco, después de un rato tomo una toalla, observo mis nudillos rojos los aprieto ante el recuerdo que me causa impotencia y duele un poco la acción pero no sé acerca ni siquiera un poco al dolor que siento en el alma, envuelvo la toalla en mi cintura y salgo, por inercia me miró en el espejo pero este se haya echo pedazos, de nuevo, camino con cuidado de no hacerme daño con los fragmentos de vidrio que se esparcen por el suelo.
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Un Recuerdo Grabado En Mi Piel ✓ [Completa]
Teen FictionSerena ha tratado de vivir en su vida tranquila y rutinaria pero había algo que ella hacía siempre, se encerraba en el vacío de su propia soledad y era producto del abandono de su padre que desapareció de su vida misteriosamente. Su vida da un giro...