Cap. 26 Desaparecida

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(Editado)


Ella...

Serena...


Pasaron los días, pero el dolor seguía latente como si hubiera sucedido ayer, aún me duele la idea de lo que al final le sucedió a mi padre, el trágico final de su vida y todo por querer lo mejor para nosotros, a pesar de sus buenas intenciones eso no cambió el hecho de que lo que hizo fuera incorrecto y le costó la vida esas decisiones.

Estás que destrozan a la persona incluyendo a los que están a su alrededor.

-- Serena podrías atender aquella mesa, estoy un poco ocupada. -- escucho la voz de una ajetreada Jenna sacándome de mis pensamientos, con dificultad sujetando como puede cuatro cajas llenas de mercancía.

Asiento. -- Si claro... ¿Necesitas ayuda con eso?. -- señalo el montón de cajas.

Ella niega con una sonrisa. -- No tranquila, yo puedo.

-- Okey. -- murmuro asintiendo llendo atender una pareja en unas de las mesas.

Es difícil, complicado diría yo, creo que aún me destroza la idea de que Jay me lo haya ocultado, hasta el punto en que no se si pueda perdonarlo...

No he hablado más con él, tampoco lo he visto mucho salvo por ese día en la biblioteca.


Flashback.

Estaba tratando de olvidar y despejar mi mente de lo ocurrido con Jay, me sentía agotada podía ver cómo las personas se me quedaban mirando pero no era para menos mi apariencia era un desastre, tenía ojeras, no quería comer, me sentía débil y monótona. Era como si estuviera viva pero al mismo tiempo no lo estuviera.

Me sentía molesta por el hecho de que me afectará tanto, era tan frustrante. Tuve que venir a la biblioteca para leer un libro, de lo que sea pero que me transportará lejos de aquí, lejos de la fría, distante y cruda realidad.

-- Hola... -- me sobresalto al escuchar su voz, está sentado a lado de mi, observándome con esos ojos que me desarman, pero hoy no, no está vez.

Me siento indignada. -- ¿Acaso me ves la cara de estúpida?. -- inquiero enfadada.

Su expresión es relajada cosa que hace que me moleste más. -- No, jamás te ví de esa forma...

-- Pues no te creo. -- Zanjo llevando mi atención de nuevo al libro en mis manos.

Lo escucho soltar un suspiro. -- Oye por favor perdóname, no tolero que estés así conmigo...

-- Pues debiste pensarlo mejor antes de callar algo que es muy importante para mí.

Él no dice nada, se mantiene en absoluto silencio observándome con profundidad, mientras que yo leo una y otra vez el mismo párrafo queriendo concentrarme pero simplemente no puedo.

¡Ahs quiero golpearlo!.

-- ¿Qué lees?...

-- Nada que te importe.

Suelta un bufido. -- No, no me importa lo que lees... pero si el brillo centelleante de tus ojos producto no por lo que estás leyendo si no por querer hacerme desaparecer.

Él idiota tiene razón en todos los sentidos, me produce impotencia el hecho de que con su sola presencia mi corazón se quiera escapar de mi caja torácica. Resoplo, esto es inaudito.

-- Y como es que adivinas. -- respondo observándolo con una sonrisa ácida.

Fin del flashback.

Un Recuerdo Grabado En Mi Piel ✓ [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora