Cap. 14 Adrenalina y estrellas

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(Editado)



Ella...

Serena...


Mi respiración se atasca en el preciso momento de escuchar su voz tan ronca y hostil que puede emitir, me volteo lentamente hasta estar frente a su presencia altiva recargada a un árbol, tiene las manos escondidas en sus bolsillos, su mirada escrutadora me causa escalofríos él lo termina notando por qué sonríe con malicia y solo ese gesto me causa desconfianza e inquietud, desde el primer momento que lo ví solo me provocaba eso, desconfianza, tal vez en su mirada o en su andar no lo sabía con certeza pero sentía como si él supiera algo que yo no, como si jugará un juego conmigo en las que yo tenía todas las de perder y eso me preocupaba en demasía.

-- ¿Qué haces aquí?, ¿Porqué me sigues?. -- no puedo evitar el ligero temblor que se notó en mis palabras o el simple hecho que se me dificultó pronunciarlas.

Él solo se limita a mirarme lo que me hace bufar ya inquieta por demás de nerviosa. -- ¿Qué es lo que quieres?. -- espeto enojada por la situación. Su sonrisa ya presente solo se ensancha ante mis palabras sin inmutarse.

-- Haces tantas preguntas, ¿te lo han dicho niña ingenua?. 

¿Ingenua?.

-- Mira imbécil deja de seguirme o si quiera molestarme, consigue algo mejor que hacer en tu estúpida vida. -- escupo con fastidio y con un rastro de valentía que no tengo idea de dónde provino, me volteo para irme y seguir mi camino sin tomarme la molestia de ver su expresión.

-- Me sorprendes la niña ingenua tiene agallas, si supieras la persona que soy lo pensarías dos veces antes de hablarme de esa forma. -- sigo caminando sin inmutarme dándole la espalda ignorando sus palabras aunque alcancé a escuchar el tono brusco y enojado de su última frase.

Trato de caminar lo más relajada que puedo pero siento como resuenan sus pasos contra el pavimento dificultando mi acción, mis hombros están tensos y puedo saborear el sabor metálico por morder tan fuerte la cara interna de mi mejilla. Esto es tan frustrante.

-- Sabes, no puedo evitar preguntarme porque sigues con él si todo este tiempo te ha estado ocultando cosas que ni tú te imaginas.

Me detengo abruptamente al escuchar sus palabras, me volteo hacia él con la manos temblorosas y la poca valentía que tenía se había esfumado sin darme cuenta. -- ¿De-e que estás hablando?, Tú no sabes nada.

Sonríe victorioso. -- Creeme sé más de lo que tú te imaginas y por supuesto que no te lo ha dicho aún, pues no me sorprende.

Resoplo -- Pues sea lo que sea tarde o temprano me lo dirá...

-- No, claro que no. -- camina lentamente hacía mí como un felino cazando a su presa. --  Porque él sabe que si llega a decirte te irás de su vida odiándolo. -- se detiene muy cerca de mí, mis manos se aferran tan fuerte a las bolsas que duele y el nudo en mi garganta cada vez se hace más denso al ver la oscuridad en su mirada, es tan sombrío, tétrico. -- Tal vez para siempre quién sabe.  -- se encoge de hombros.

-- Eso nunca pasará. -- niego no muy convencida. ¿Porque no estoy del todo convencida?, Debería de estarlo, debería de tenerle más confianza a Jay.

-- No me creas entonces. -- su rostro frente a mí y el choque de su respiración me deja paralizada en mi lugar, ¿en que momento se acercó tanto?. -- Pero cuando te des cuenta creeme yo estaré cerca, Muy cerca. -- termina susurrando lo último en mi oído, se aleja un poco pero yo no puedo moverme por el miedo y desconcierto tan palpable en mi cuerpo. -- Hasta pronto niña ingenua, hasta muy pronto.

Un Recuerdo Grabado En Mi Piel ✓ [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora