Legend of Fei / Bandits- Autor: PRIEST

25- Confidente

Xie Yun le echó un vistazo con una mirada extraña. Zhou Fei pensó que se le ocurriría una nueva forma de disuadirla. Inesperadamente, se calló y dijo: "Sí, es realmente importante explicarlo, pero es sólo una vida desafortunada. No vale más que las de los demás. En ese caso, vamos, hay que liberar a esos miserables desafortunados; puede que quien nos conduzca sea la muerte o el destino, sin duda".

Xie Yun divagó mucho, no dejaba de refunfuñar. Zhou Fei extrañamente no encontró ni un poco de emoción en él esta vez. Siguió escuchándolo sin prisa un poco más antes de que él se quedara tranquilo.

Xie Yun suspiró: "Un hombre extraño como yo, que mide siete pies de alto* y tiene cinco pies y medio de largo** en las piernas, puede incluso conocer a su medio confidente. ¡Afortunadamente!".

*[Casi 2 metros]
**[Como 1.70 metros]

Esa auto-descripción era bastante discordante y lo hacía sonar como si fuera un gran escarabajo con una espada.

"..." Zhou Fei hizo una pausa y le preguntó al humanoide bocón que empuñaba el arma frente a ella, "¿Por qué soy la mitad?"

El gran escarabajo armado untó el antídoto en la puerta de una prisión de piedra, instruyó al hombre para que escapara con rapidez y se volvió para acariciar la cabeza de Zhou Fei; le dijo directamente: "Porque yo sólo soy los primeros cinco pies (unos 1.55 m)".

Al momento siguiente, salió volando desde el suelo como una brisa y se rió, huyendo de la implacable espada de Zhou Fei.

Algunas personas son tan cándidas como una luz nueva y algunas son tan serias como los que son más viejos que ellos. Quién sabe si fue porque Xie Yun era demasiado afable. Zhou Fei no era una persona vivaz ni juguetona, pero inmediatamente se familiarizó con Xie Yun como si se conocieran desde hace tres años en lugar de sólo haberse reencontrado.

Xie Yun dijo que el polvo amansador (la 'Dispersión Apacible') era medicina para caballos. No era seguro si él estaba diciendo tonterías. De todos modos, el efecto en las personas no parecía ser tan fuerte. Con un poco del antídoto, aunque muchas de las habilidades de los afectados no se recuperaban por completo, ya podían ponerse de pie.

Las personas de los poblados eran duras y podían correr y saltar una vez que conseguían pararse.

La mayoría de la gente era lista. Pronto olieron el peligro. Después de que salieron, se apresuraron hacia Zhou Fei y Xie Yun para sostenerles la mano, les dieron las gracias y huyeron. Todavía quedaba un puñado de personas que habían estado encerrados durante mucho tiempo. Tanto familiares como amigos fueron encerrados en otras cárceles de piedra. Lo primero que hicieron después de que salieron fue apresurarse a ayudar y gradualmente todo se convirtió en un torrente de personas.

Los centinelas en el valle también se recuperaron y se dirigieron hacia adelante para interceptar y matar. El hombre negro traído por Shen Tianshu tampoco se quedó atrás. Lo siguió de cerca y las tres partes se lanzaron a luchar.

Xie Yun se dio la vuelta, había muchos seguidores nada amenazantes y perturbadores detrás de él. De repente estalló en risas, lagrimeando. Estaba a punto de preguntar unas cosas más cuando un centinela joven apareció de repente detrás de él, al lado de la prisión de piedra. Un viejo taoísta lo vio y dijo: "¡Ten cuidado!"

Xie Yun no tuvo tiempo de detenerse, pero un puño de arena voló a su lado, imparcial, y cayó en los ojos del atacante furtivo. Xie Yun aprovechó la oportunidad para esquivar una peligrosa espada: "¿Necesitas hacer un ataque furtivo para matarme? ¿No te da vergüenza?"

El atacante furtivo se limpió la cara, lo persiguieron hasta que fue interceptado por el cuchillo horizontal de Zhou Fei, que lo atrapó.

Xie Yun, que había escapado del desastre, seguía a su lado, todavía persistiendo: "¡Buen viento, buena arena, buena espada!"