Legend of Fei / Bandits- Autor: PRIEST

56- Camino secreto

El dorso de la mano de Zhou Fei tenía un rasguño debido a las rocas que acababa de cortar por todo el trayecto mientras se encontraba agitada, escapando; no lo había notado, pero hasta ese momento fue que sintió que la pequeña y delgada herida le picaba un poco. Bajó la cabeza y la lamió; luego preguntó con un poco de rudeza: "Ya que el mayor Ji no empuña ninguna espada, ¿nunca pensaste en lo que sucedería si la gente en la posada no podía matar a Jiulong Shou?"

Los ojos de Yin Pei se volvieron ligeramente y cayeron sobre Zhou Fei. Después de un rato, su expresión lucía un poco insatisfecha, como si se preguntara por qué esa chica salvaje de quien sabe dónde, tenía tanta suerte, un profundo aprendizaje familiar y una espada aguda, pero era muy estúpida.

"¿Cómo sería?", Preguntó Yin Pei en voz baja, "¿De qué otra forma?"

Zhou Fei lo pensó la respuesta rápidamente: "sí, no pasaría nada; a lo sumo, Ji Yunchen y la posada morirían por la mano de Jiulong Shou. Yin Pei sólo tuvo que encontrar una razón, alegando la existencia de un odio entre él y Ji Yunchen. Como el demonio era ajeno a ambos, creería que había cuentas pendientes entre él y Bei Dao (La Espada del Norte). Si Ji Yunchen caía, Jiulong Shou sólo sería complaciente".

Porque el viejo probablemente nunca, ni cuando murió, conoció el apellido de Yin Pei, 'Yin'; y ahora, el novato no planeaba regresar.

Yin Pei se miró los dedos casualmente y dijo con indiferencia: "El furtivo Bei Dao se ha mantenido vivo después de tantos años. Creo que, sin importar qué método use, no es fácil que mueras ¿verdad, Ji Da-xia?"

Ji Yunchen estaba bien, aún estaba preparado para enfrentar ataques. Por otro lado, Jiulong Shou era estúpido.

Ji Yunchen estaba sin palabras. Sólo alzó un brazo, bloqueando desesperadamente al furioso tendero Hua. Sus manos, delgadas y ásperas, estaban cubiertas de venas. Esas manos no se parecían en nada a las de un hombre famoso. El dorso estaba cubierto de pequeñas cicatrices y arrugas, las uñas estaban bien recortadas, pero las puntas de los dedos se veían ligeramente agrietadas y había marcas esporádicas de congelación y quemaduras: esas eran las manos de un cocinero.

Xie Yun sacudió la cabeza y dijo: "No veo mucha traición a la justicia. Ahora que he visto al Sr. Yin, me doy cuenta de que los ojos de lobo no son muy blancos*".

*[Es malagradecido]

Yin Pei no respondió.

Podía comportarse como un perro agachado antes de matar a su padre y a sus enemigos, y probablemente no le importaban mucho los comentarios de los demás.

"Duan Wang acaba de decir algo que es correcto", dijo Yin Pei, "Ese demonio viejo que robó cosas, independientemente de cuando haya sido, es un ladrón. No importa si fue a la 'Espada de la Montaña' o todo lo demás bajo el apellido 'Yin'; ahora tengo derecho a recuperarlo, ¿no es cierto? Dado que esto es correcto, ¿por qué deberían decirles a personas irrelevantes que saben cómo reclutar más ladrones?"

Incluso la inusual animada expresión de Xie Yun estaba un poco fea.

Cuando las palabras de Yin Pei sonaron, Hua empujó a Ji Yunchen y dijo: "Estoy agradecido con el hermano Ji por su ayuda. Dado que insiste en protegerte, me estoy portando bien frente a él. Eres tan poderoso; estoy seguro que en cuanto salgas, no necesitarás ayuda. Voy a dejar este asunto aquí, hoy. Tú a lo tuyo y yo a lo mío. Pero ya veremos la próxima vez..."

Dijo eso, sonrió con sensatez y luego volvió a mirar a Ji Yunchen; dijo: "En estos años he recibido tu amabilidad y ahora tengo un pleito con este chico. Eso no es bueno. ¿Tienes algo que decir?"

Ji Yunchen dijo tontamente: "Lo siento por ti".

Hua parecía querer reír, pero finalmente, la risa no pudo formarse de manera convincente. Caminó hacia un lado y se sentó junto a Zhou Fei, invisible.