Legend of Fei / Bandits- Autor: PRIEST

22- Suzaku

El corazón de Zhou Fei dio un brinco y casi sacó su espada.

Pero al momento siguiente, sus oídos se movieron ligeramente y escuchó ropas muy livianas rozándose no muy lejos. Además del ruido de la ropa balanceándose en el viento, los pasos de la persona que venía eran demasiado suaves; si él quisiera ocultar su paradero, Zhou Fei no se hubiera dado cuenta de su existencia.

Ella pensó que los centinelas de Man Shan eran algo maliciosos y no esperaba que un maestro estuviera escondido en la esquina.

Justo cuando Zhou Fei se preguntaba si debería realizar algún movimiento, un repentino sonido de tos vino detrás de ella. La mano en su hombro siguió a la tos del maestro y le presionó involuntariamente. Parecía que el hombre ni siquiera podía pararse y la trataba como un barandal humano.

Zhou Fei giró la cabeza con cautela y vio a un hombre de mediana edad que provenía del interior de la cárcel negra, su silueta tenía la forma de un alfiler. Había permanecido oculto en las sombras, en silencio, para que ella no lo notara.

El hombre tenía ropas blancas, iba vestido como un plebeyo y su postura no era muy encorvada, pero tampoco era recta; su rostro lucía amargo y triste, como una persona 'pobre'. Sacudió la cabeza suavemente hacia Zhou Fei antes de que tuviera tiempo de decir algo y luego hubo otra tos desgarradora. Zhou Fei lo escuchó por un momento, notando que su pecho sonaba áspero, casi como si no pudiera respirar.

Había otra persona no muy lejos que pareció detenerse, probablemente no queriendo acercarse al fantasma de la tuberculosis; murmuró con disgusto y se alejó.

El hombre de mediana edad soltó a Zhou Fei, se inclinó sobre su pecho y se recargó hacia un lado para descansar; su respiración era muy débil.

Zhou Fei no se fue de inmediato, dudó por un momento y susurró: "Disculpe... Mayor, ¿está bien?"

El hombre de mediana edad levantó la cabeza y Zhou Fei se encontró con su mirada haciendo que se sorprendiera sin ninguna razón. Tenía un par de ojos fangosos y sin vida. Cuando lo miró, su corazón se estremeció irrazonablemente.

El hombre dijo a la ligera: "¿Qué haces aquí niña? Eres muy audaz".

Entre las Cuarenta y Ocho Aldeas, había innumerables maestros del mundo oculto. Muchas personas eran como la Sra. Wang; podía parecer una anciana ordinaria pero probablemente tendría habilidades impredecibles. Zhou Fei no sabía mucho. Cuando salió, no sabía cómo vender arroz chai, aceite o sal. Había visto unos cuantos maestros, pero no contaban.

Pero los mayores en la aldea... incluyendo a Li Da, quien era la líder, nadie la había presionado de esa manera indescriptible como el hombre de mediana edad que estaba frente a ella, incluso aunque lucía aún más débil que Zhou Yitang.

Zhou Fei no pudo evitar ser precavida y respondió: "Hay un hermano que pertenece a mi familia y que fue atrapado por ellos cuando salió solo. Tengo que encontrarlo".

El hombre de mediana edad entrecerró los ojos y dijo: "Oh, ¿y quien eres tú?"

Sus palabras eran muy bruscas y estaba acostumbrado a dar órdenes, pero su actitud era bastante natural: hacía que la gente sintiera que él había nacido para hablar así.

Zhou Fei vaciló por un momento, no sabía de dónde había venido esta persona y también sabía que ella no tenía experiencia.

Cuando estaba sola, era algo arrogante, pero cuando se trataba de asuntos de su casa, actuaba más despierta y la cautela le recorría por todo el cuerpo.

Era una pena que Zhou Fei no dijera tonterías desde que era una niña, por lo que no pudo inventar ninguna, así que tuvo que esconderlo y decir: "Sabemos algo de kung fu, fue heredado de los antepasados ​​en casa. Es solo que hay pocas personas en nuestra familia. Es un total de tres personas y dos hermanos de unos parientes".