37- Vestido de novia

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La vieja sirvienta no tuvo tiempo de responder cuando Duan Jiuniang ya había abierto la boca y dijo a la ligera: "Por mi hermana".

"Fui al Norte cuando estaba sola y no hubo problemas. Yo tenía una hermana gemela, y desde la infancia, nuestra apariencia era la misma; sólo mi padre y mi madre podían distinguirnos claramente. Cuando tenía cinco o seis años, mi ciudad natal se vio afectada. Como mis padres no pudieron sobrellevarlo, nos vendieron a nosotras, las dos hermanas. En el camino rompí la cuerda de hierba con que ataron mi cuerpo y salté del carro*. Traté de huir con mi hermana, pero ella no me dejaba tirar de la cuerda; quitó mis dedos y me hizo a un lado, diciendo que no me volvería a ver en su vida... también dijo que padre y madre nos vendieron porque yo no era buena, e incluso ella estaba cansada y me odiaba."

*[Específicamente una carroza que podía ser arrastrada por un animal de carga]

"He sido arrogante y excéntrica desde niña, y a menudo era reprendida por los adultos. No era tan inteligente como mi hermana, en ese momento era joven e ignorante. Cuando escuché eso, le creí y lo odié. Lloré y corrí en el acto. Luego entendí que ella temía que esa gente volviera y yo no pudiera escapar, que tenía que alejarme rápidamente porque entre la gran multitud ¿dónde podrían encontrar a una niña pequeña? En todos esos años no supe si ella estaba viva o muerta".

"No fue sino hasta una vez en que bebía con alguien, que escuché a un viejo amigo decir que había visto a una mujer en el Norte y que pensó que era yo, que estaba desorientada. Se acercó a saludarla antes de darse cuenta de que estaba equivocado. Dijo que la persona se parecía a mí, sólo que su ánimo era muy diferente".

Duan Jiuniang simplemente estaba loca. Wu Chuchu y Zhou Fei habían dejado de hablar con ella. Quién sabe si estaba bien otra vez. Cuando habló de su hermana, fue clara y se expresó bien, e incluso lucía seria. Zhou Fei sintió que la sangre en su cuerpo se aligeraba, y entonces supo que Duan Jiuniang no había usado mucha fuerza para controlar sus puntos de acupuntura. Mientras le ponía atención, trabajaba secretamente.

"Escuché y supe que podría haberse encontrado con mi hermana, que había estado desaparecida desde hacía veinte años y rápidamente le pregunté a la persona cuándo y dónde la vio, pero ya había pasado mucho tiempo y sólo pudo dar una idea aproximada. Tuve que ir todo el camino hacia el Norte preguntando sobre eso. Pero ese perro de apellido Cao había herido a alguien, no sé a quién, así que ahora presentía peligro en su corazón y cuando veía a alguien, sospechaba que iría en contra suya. Era vergonzoso..."

"No esperaba conocerlo".

Duan Jiuniang habló sobre todo eso, todavía lucía bastante normal; luego entró en trance nuevamente.

Wu Chuchu instintivamente volvió a levantar el tazón, como si pusiera un escudo delante suyo. Zhou Fei sentía sólo una de sus manos, pero se atrevió a moverse hacia un lado. La oscura cabaña permaneció en silencio durante un buen rato; la vieja criada puso al fuego una olla con agua caliente y las dos chicas miraban sin aliento a la loca, que no se sabía cuándo iba a volver a enfermarse.

Duan Jiuniang debía haber sido guapa en su juventud. Las chicas jóvenes, siempre que sean enérgicas, se ven limpias y hermosas. En ese momento estaba mirando la llama de la lámpara de aceite como si no tuviera miedo de quemarse los ojos, y las finas arrugas en las comisuras de sus ojos se ablandaron bajo la hipnotizante luz; se veía algo descolorida.

Probablemente olvidó por completo que había otras personas en el mundo y se sumergió de lleno en la vieja escena.

De repente, Duan Jiuniang se echó a llorar sin previo aviso.

El sonido del lamento sacudió a las demás en la habitación, conmocionándolas.

La lunática no sabía controlarse. Su boca lucía como si realmente estuviera llorando y aullando, pero ni siquiera sollozó. Agarró un espejo de bronce del tocador. El espejo parecía un fideo hervido en la palma de su mano. Lo giró de un golpe y le rompió el mango.

Legend of Fei / Bandits- Autor: PRIESTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora