39- Apagar

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Wu Chuchu no tuvo más remedio que esperar a un lado en silencio. Esperó desde el amanecer hasta el atardecer y luego desde la tarde hasta que anocheció. Los sirvientes de la casa vinieron a entregar las comidas dos veces, y cada que llamaron a la puerta, la chica quedaba muy espantada por un rato. En un par de ocasiones, Wu Chuchu no pudo evitar acercarse a revisar la nariz de Zhou Fei por temor a que muriera en silencio.

El Ku Rong era un invitado no deseado realmente demoledor. Circuló violentamente por el cuerpo de Zhou Fei. A donde quiera que se dirigiera, aunque el exterior de la piel permanecía intacto, la sangre y la carne en el interior parecían estar siendo molidos en su totalidad; fueron atravesados de principio a fin como si fueran a explotar, obligándola a sumergirse en un mar violento. En el trayecto, el centro donde surgía su energía interna original antagonizó el proceso y la azotó de un lado a otro. No tenía sentido querer que ambas energías trabajaran juntas.

Duan Jiuniang era realmente buena en enterrar el pasado sin repercusiones. Para un proceso tan complicado, ella sólo lo había descrito como 'someterse' cuando lo resumió para Zhou Fei, sin mencionar los esfuerzos; no dio más oraciones ni palabras, e incluso si las hubiera, Zhou Fei no se atrevería a escucharla. Realmente no podía creer en la fórmula de los 'altibajos' de Duan Jiuniang.

Zhou Fei perdió poco a poco la percepción del mundo exterior. Si afuera hacía frío o calor, si era de día o de noche, no lo sabía en absoluto. Su débil conciencia casi se desmoronó varias veces, pero al final logró persistir.

Se negó a admitir que tenía miedo a la muerte, pues no podía morir silenciosamente en ese pequeño patio justo cuando Qiu Tianji la buscaba ansiosamente. Zhou Fei creyó que podía enviar a Wu Chuchu de regreso al encuentro con su madre. Las personas, ya informadas personalmente de las malas noticias, volverían para buscar al Beidou y a vengarla... Además, finalmente había podido bajar la montaña y aún no había tenido tiempo de encontrar a su padre.

Zhou Fei se repitió por lo bajo esas razones, por las que no podía morir. Los pensamientos empezaron siendo como arena, pero se convirtieron en grava que rodó por la misma trayectoria cientos de veces, casi convirtiéndose en una fatídica obsesión.

Hacia la noche, la vieja sirvienta puso a calentar una olla con agua y tomó un bollo frío que estaba tan duro como una piedra, lo calentó sobre el fuego y se lo entregó a Wu Chuchu: "Chica, ten algo de comer".

Wu Chuchu encaró a Zhou Fei. No sabía qué hacer, tampoco sabía nada sobre la vida y la muerte, así que se sentó junto a Duan Jiuniang que estaba junto a su vieja nana y se quedó allí todo el día. No había nada que pudiera hacer, sólo podía pensar en lo sucedido; pensaba en su vasto pasado y en el difícil futuro. Era desolador, sería desalentador no encontrar una cuerda de donde sostenerse, ¿cómo podría dar un bocado siquiera a los bollos al vapor?

Ella sonrió amargamente, agitó su mano en señal de rechazo, dudó una y otra vez, pero finalmente no pudo evitar hablar con Duan Jiuniang, quien había estado muy callada todo el tiempo.

Wu Chuchu preguntó: "Señora, ¿cuándo es que ella se recuperará?"

Duan Jiuniang abrió los ojos; primero la miró confundida y luego miró a Zhou Fei. El corazón de Wu Chuchu latía fuertemente en su garganta sólo para que Duan Jiuniang espetara: "¿Quién eres? ¿Qué pasa?"

Afortunadamente, Duan Jiuniang lo recordó a duras penas. Miró la tez de Zhou Fei y frunció el ceño. Presionó la muñeca de Zhou Fei y la miró por un momento, murmurando: "Extraño."

Cuando Duan Jiuniang habló, se puso de pie y rodeó a Zhou Fei varias veces, parloteando nuevamente sobre las dificultades de 'las manos de Ku Rong' a Wu Chuchu. Añadió: "esta técnica es muy malvada, o te causa problemas o mueres". Wu Chuchu era ajena al tema y no entendió nada.

Legend of Fei / Bandits- Autor: PRIESTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora