60- Soldado

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Si alguien pudiera salir y echar un vistazo en ese momento, se daría cuenta que el cielo ya estaba brillante.

En el camino secreto, todos estaban nerviosos, ansiosos o ensimismados, y sus corazones estaban tan tensos como la cuerda de un arco. Todos sintieron como si el tiempo se hubiera detenido.

En el momento en que el falso muro de piedra se rompió, Zhou Fei permaneció inmersa en ese estado, casi misterioso, de hacía un momento. Para ella, todos los sonidos y cambios a su alrededor iban como en capas. La espada en su mano, Ji Yunchen al frente y lo demás detrás de ella. Parecía que un hilo delgado e invisible era usado en el gong de cobre para hacerlo sonar. Zhou Fei no se preocupó demasiado por eso; la punta de su espada estaba en una postura muy cómoda, siguiendo la línea.

Sin esperar a que la piedra superior cayera al suelo, se giró rumbo a los pedazos, lanzándose al frente.

El sable de Xie Yun procedía de Zhao MingChen. Siendo el único objeto valioso en ese pobre cuerpo, el sable tenía una joya nacarada en la vaina como única decoración. Un tenue brillo serpenteó en el canal lateral, casi como un cabello soplando al viento.

La puerta hacia el pasadizo de la sala del eco permitía el paso de un solo hombre a la vez. La persona que se adelantó y apartó la pila de piedra, era un subordinado. Sin decir una palabra, Zhou Fei lo atravesó con la espada, asesinándolo en el acto.

La hoja cortó la carne, como si penetrara en la cera, sin ningún estancamiento. Zhou Fei retrajo su mano y tiró del cadáver frente a ella. Simplemente lo atrapó el estrecho pasillo y lo convirtió en su escudo humano.

Una antorcha se balanceó en el angosto túnel, haciendo temblar las siluetas.

Zhou Fei miró hacia adelante, a través de la luz del enemigo. La punta de su espada se frotó suavemente un par de veces contra la envejecida pared; dijo: "Esperé toda la noche por ustedes".

El golpeador del gong la estaba mirando con una expresión en blanco. Estaban uno junto a otro, y por un momento, no fue claro si él tenía el aspecto más fantasmal, o si la chica frente a él se veía más espeluznante.

En ese momento, alguien detrás de él dijo con una voz profunda: "Retírate".

El percusionista bajó las cejas y dijo: "Sí".

Miró a Zhou Fei con cautela, inclinó la cintura y bloqueó el gong frente a él, luego salió de espaldas del estrecho pasillo y saludó a alguien afuera, en la esquina.

Después de un momento, Lord Qing Long se llevó las manos a la espalda con una expresión seca y caminó lentamente dentro el pequeño sendero. No se veía tan fuerte como era originalmente, y estaba en una habitación oscura donde el fuego parpadeaba de forma intermitente, iluminándolo así. Cuando un rostro excepcional está lleno de luces y sombras, se vuelve más aterrador.

No se percibía ningún movimiento bajo los pies del Maestro Dragón Azul. Su figura pareció destellar y llegó hasta Zhou Fei en un santiamén.

Lord Qing Long se componía de varios aspectos. Qué tanto se debía su verdadero conocimiento y que tanto se debía a su descaro, no era fácil de decir, pero lo que, si era seguro, es que se trataba de un maestro de clase mundial.

Era alto y feo, y tan talentoso que voló a través del estrecho camino como si fuera ingrávido. La sensación de opresión que trajo consigo era indescriptible; mucho peor que si estuvieran bajo el cielo azul.

Si Zhou Fei todavía tuviera una forma de retirarse, ésta habría sido moderada, pero la noche anterior había sido torturada sin descanso por la Espada del Norte, y después de repetidas dudas, llegó al punto de quiebre . Sin mencionar al Maestro Dragón Azul, que, incluso si se le suplicara, ella sabía que él les bloquearía el paso de todos modos.

Legend of Fei / Bandits- Autor: PRIESTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora