Margaret
Entonces... la escenita de hoy no había sido linda.
Ya sé que se había arrepentido de haber actuado así, pero la que más lo hacía era yo. Porque dije algo que no había pensado. Y después de haberlo dicho, me pegó tan fuerte como a ella.
-Em, creo que este es un tema que tienen que hablar entre ustedes- dijo Tom yéndose a la puerta segundos después por lo que dije.
-No, Tom. No hace falta- le dijo Mora- y lo siento chicos, por lo que dije. Además, la que tiene que irse soy yo.
Dicho esto se fue por la puerta.
Cómo estábamos en su casa, osea en la que yo estaba viviendo, se fue.
-Ufffff, fue fuerte tu comentario.
-Un poco, ¿No te parece?- dije con sarcasmo, mezclado con un poco de preocupación.
-Hey, ¿Todo bien? A que no lo habías pensado antes de decirlo.
-Cuanto me conoces. Es que, simplemente me salió, y ahora que lo pienso...- empecé, a punto de desesperarme.
-Hey, tranquila. ¿Ok? Todo va a estar bien.
-Pero, ¿Qué si es verdad? ¡¿Qué si nunca cambiamos de nuevo?!- grité. Estaba al borde del llanto.
-Hey, mirame. Lo van a lograr, te conozco. No te rendís fácilmente.
Reí un poco, cómo admitiendo que eso era verdad.
Un rato después, él también terminó yéndose, pero yo me quedé.
Me quedé un rato largo, hasta que se hizo de noche, casi inmóvil y con la mente en blanco.
Cuando me di cuenta, ya era tarde, pero no me preocupé.
En vez, se fui pensando en lo que pasó.
Al principio, me había gustado. En serio, me había parecido interesante todo esto de cambiar de cuerpos. En ese momento estaba completamente cegada por mi furia a mi mamá. Digamos que eso no había cambiado.
Pero a diferencia de ese entonces, ahora tenía ganas de que nada hubiera pasado, y de estar normalmente.
Miré al cuadro y pensé que antes yo era ella, la chica de la foto. Y ahora no sabía quién era.
Ahí lo toqué.
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Intercambio
FantasyCuando unos extraños cuadros las hacen cambiar de cuerpos, Margaret y Mora, unas chicas totalmente diferentes de 14 y 15 años, tendrán que hacerse amigas y descubrir como arreglar todo.