Margaret
-¿Y quien sería M.G?- pregunté al escuchar la firma- porque es la misma persona que nos encerró. Porque si fuera alguien de mi familia, se dificulta un poco. Mi mamá empieza con M, mi papá empieza con M, mi hermano... bueno, no creo que mí hermano haya echo esto, pero empieza con M. Mis tíos, mis abuelos, mis primos y contando- me había empezado a alterar, nuestra única pista de quién había echo todo esto, no nos servia- Y con la g, lo mismo. Toda mi familia paterna es Guard, ya que solo tiene hermanos varones, y la de mí mamá, casi toda es Gérol.
-Lo mismo- dijo Mora- todos somos M.G.
-Que raro, y que suerte tiene la persona que hizo esto- comentó Tom- que todos tengan la misma inicial. Es... sospechoso.
-Si un poco, y nos va a tardar, mucho, pero van a ver qué al final lo vamos a descubrir y todo va a tener sentido- animé.
-Si, Margaret tiene razón. Bueno, mejor me llevo la carta, así puedo decodificar lo que dice, pero el sobre dejémoslo. ¿Para que nos sirve?
-Dale, pero tené cuidado. Tu mamá no puede verlo- le advirtió Pau.
-Lo tendré.
Y nos fuimos, cada un por su camino.
Deja de narrar Margaret.
Eran las 12:00 am.
El palacio era un silencio. Todo estaba oscuro y apagado. La familia real estaba durmiendo, excepto alguien.
Se prendió una luz en el cuarto de la reina. Con sigilo, para que nadie se diera cuenta, salio del cuarto. Con una linterna se guió hasta la sala de estar, y ahí abrió la puerta.
Prendió las luces del pasillo secreto, que se fueron iluminando de a poco hasta el final. Abansó en silencio hasta llegar a la gran puerta. Entró.
Tocó la pared, esperando traspasarla pero no pasó. Soltó un pequeño grito de frustración. Luego tocó el "intercambio por consecuencia". Le llegaron todo tipo de memorias, pero se centró, y vio el cuarto de la otra casa.
Con cuidado saco el cuadro de su lugar, y lo puso boca abajo en la mesa.
-¡No!- exclamó cuando abrió el sobre, dándose cuánta de que no había nada adentro- no puede ser. Lo encontraron. No pueden saber que fui yo la que creo todo esto. Por otro lado, se cumplieron mis sospechas. Sabía que había pasado algo con Margaret. No estaba igual. Ahora ya veo. Pero tengo que hacer algo rápido.
"Van por buen camino. Y si siguen así, van a llegar a descubrir lo que pasa muy rápido."
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Intercambio
FantasyCuando unos extraños cuadros las hacen cambiar de cuerpos, Margaret y Mora, unas chicas totalmente diferentes de 14 y 15 años, tendrán que hacerse amigas y descubrir como arreglar todo.