Mora
No fue la gran cosa. No encontramos nada. Solo empezamos a hablar de cosas que tenían que ver, pero nada. Así que al día siguiente fuimos al castillo.
-Bueno, esto es casi lo mismo. Así que no creo que descubramos mucho más- dijo Margaret mientras subíamos las escaleras.
-Holaaaa- dijo dijo el hermano de Margaret interesado (mirando a Margaret, bueno, a mí cuerpo, como si fuera un diamante)- no te conozco.
Mientras bajaba las escaleras.
-Ioú- dijimos al unísono.
-Es Mora. Una amiga.
-Un gusto conocerte...
-Nos tenemos que ir- lo interrumpió Paula- adiós.
-Okay. Me voy- dijo ofendido- solo tenían que pedirme.
Cuando llegamos a la sala de afuera de la puerta secreta, Margaret agarró un papelito.
-¿Y para qué eso? No me acuerdo de necesitar ningún papelito en la casa de Mora- preguntó Tom.
-Van a entender- le respondió.
Al cabo de diez minutos seguíamos ahí. Ni yo ni nadie entendía todavía que estaba haciendo Margaret.
-Pero...
-Margaret- le llamé la atención. Me iba a acostar en la pared y se fue para atrás. Era la puerta.
-Ouu -se avergonzó.
Llegamos a la gran puerta.
-Como dije- resaltó- no es tan diferente.
-No estaría de acuerdo... - empezó Tom mirando el cuarto.
-Miren- nos llamó Paula- hay algo escrito en la puerta. "A la familia Gaíl".
-Oooooo. Claro- entendió Tom.
-¿¡¡¿Qué?!!?- preguntó Mar.
-Hola. Me presento. Soy Mora Gaíl.
-Claro. Porque ahí está el cuadro de tu familia.
-Si.
-Y en tu casa debe decir "a la familia Guard"
-Seguro.
-¡ahí estoy yo!- exclamó Tom, y solo ahí, nos dimos cuenta de que estaba viendo adéntro de una de las puertas del pasillo.
Y así era. El estaba ahí.
-¿Por qué abriste? Ademas, que casualidad que haya sido el de tu familia- argumento Marg.
-Decía Roberts.
-¿Roberts?- pregunté yo.
-Mí familia es de descendencia inglesa.
-Y ahí está la mía- Paula abrió una puerta.
-Y hay muchas más.
-¿Y como tienen esto?
-Las fotos- dije- cada año nos piden las fotos familiares. De alguna forma, las consiguieron, y recientemente. Esas son las del año pasado.
-¿Pero como?- preguntó Margaret. Muy poca gente tenía acceso- mi mamá es una de las únicas personas que puede acceder, y no creo que hubieran dejado entrar a cualquiera. Quizás podemos preguntarle.
-Dale- exclamó Paula y luego sacó su cuaderno y lápiz - solo déjenme hacer un boceto rápido, así veo si se me ocurre algo.
Fuimos con la mamá de Margaret, y como era "mi" mamá, le tuve que preguntar yo.
-Hey, ma, ¿Podemos ir al lugar donde guardan las fotos familiares del pueblo?
-¿Para qué necesitan ir?
-Es que con los chicos íbamos a hacer un álbum de fotos, y queríamos saber si podíamos ir, para sacarles una foto y después... imprimirlas.
-Perdón, ahora no se puede. Están re modelando el sitio, para que tenga mayor seguridad, y entonces las usan para hacer pruebas constantemente. Pero cuando se pueda les aviso.
-Okay.
Nos fuimos decepcionados de no poder resolver esto, y yo escuché a la mamá de Margaret murmurando.
-No pueden ir a la bóveda. Podrían descubrirlo.
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Intercambio
FantasíaCuando unos extraños cuadros las hacen cambiar de cuerpos, Margaret y Mora, unas chicas totalmente diferentes de 14 y 15 años, tendrán que hacerse amigas y descubrir como arreglar todo.