Capítulo 21: Hey, Tom es MI amigo

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Margaret

-Okay, déjenme procesarlo- pidió Paula después de nuestra explicación- ¿Entonces las dos encontraron en sus casas unos cuadros mágicos a los cuales tocaron y entonces cambiaron de cuerpo por alguna razón y se despertaron en el cuarto de la otra y entonces todo este tiempo desde que Mora y su hermano, el amigo de Tom, se fueron a su campo estuvieron viviendo la vida de la otra?

- Si... Mas o menos- dije. Con toda la explicación hasta yo me había perdido.

-Wow, esto parece una película de esas de fantasía que hay en Netflix.

-Si. Claro, y ahora me van a decir que yo no soy Tom, pero que soy el príncipe, y solo estoy en el cuerpo de Tom porque unos cuadros mágicos me absorbieron el alma y me la escupieron en su cuerpo. ¿Enserio?- Tom todavía no nos creía, pero lo entiendo. Tampoco es que sea una situación del día a día.

-Primero, nadie se trago nuestras almas, segundo no creo que seas mi hermano, y tercero... Enserio Tom. ¿Por qué no nos crees? ¿Pensás que haríamos una broma de todo esto?- le pregunté a mí amigo.

-Si, además eso explicaría porque estaban actuando tan raro. Seguro se juntaban para descubrir lo que estaba pasando- agrego mí otra amiga defendiéndonos.

-Si, si querés nos pueden hacer preguntas. Para comprobarlo- sugirió Mora- alguna cosa que solo Margaret sepa, y nos la preguntan a las dos. Así, prueban quien es ella.

-Okay. Suena convincente- aceptó Tom- Uuuuu, tengo una. ¿De quién te hiciste amiga primero, de mi o de Pau?

-¿De Paula?- tiro a pegar Mora sin saber nada.

-Pregunta capciosa. En realidad de ninguno, vos ya eras amigo de Paula, y cuando los conocí, me hice amiga de los dos.

-!Bingo!- celebró Pau.

-Em... okay. Esa estaba bien- aceptó Tom, que no sabía que decir- otra. ¿Cuál era tu mayor miedo cuando tenías 4 años?

-¡¡¡Tom!!!- exclamé.

-Hh, la vieja confiable- se rió mi amiga- buena esa Tomy.

-Me dijeron que hiciera preguntas- dijo el mientras levantaba las manos mostrando ser inocente.

-Pero...

-¿Van a responder o no?

-Bueno, ya- acepté- mi mayor miedo cuando era chica era... que cuando estuviera comiendo viniera una grulla de origami gigante y se comiera mí comida para después comerme a mí.

-Ja- se rió Mora- ¿Enserio pensabas eso de niña?

-Eu, no se rían. Era muy chica- me quejé- pero ¿Por lo menos eso prueba que soy yo Tom?

-Totalmente- dijo sonriendo - igual, ya te creía a la primera.

-¡Que feo!

-Bueno, ¿Y ahora que?- preguntó Mora- si, ya les dijimos. Pero que hacemos ahora.

-Bueno, nos pueden llevar a su, digo tu casa, a ver si averiguamos algo.

-Dale.

Llegamos a la que ahora estaba siendo mi casa y nos encontramos con Marcos.

-Hola Tom. ¿Qué onda? ¿Qué haces acá?

-Vine con Mar... Mora y unas amigas. Mira que coincidencia que tu hermana y Margaret se conocían, entonces nos juntamos.

-Cool- le dijo de mala gana para después dirigirse a mi- hey, Tom es MI amigo. Era mi amigo por un principio. Y será mi amigo

-Bueno, pero eso no significa que no pueda ser el mío también.

-Eu. Es como si yo me hiciera amiga de esa tal amiga tuya Margarita, Margarita, María - dijo sin acordarse- Margaret y la trajera a casa sin tu consentimiento.

-Bueno, yo por lo menos conocía a Tom por esa tal "Margaret" amiga mía. Yo por lo menos sabía su nombre. Y además, seguro no aceptaría venir con vos.

-Que alma tan cruel.

-Que alma tan débil.

-Y otra pregunta.

-¿Qué?

-¿Se supone que tengo que hacer una reverencia o algo? Ya sabes, la princesa... - me susurró.

-Neh. Está bien.

-Hey, no te encares con mí hermano. Se supone que yo me tengo que encarar con mi hermano- me explicó Mora.

-Qué te puedo decir.

Nos guió a todos al sótano y por la puerta secreta.

-Wow, esto es más cool de lo que pensé - admitió el amigo de "mí" hermano.

-Si esto te parece impresionante, espera a ver el de mi casa- presumí.

-Y, ¿Saben que hay en esas puertas?- preguntó Paula señalando a las del pasillo.

-No. Pero no quisiera averiguarlo. Tampoco querría ir a parar al cuerpo de una persona en el otro lado del mundo.

-Buen punto. Y otra pregunta, ¿Como entra este pasillo en tu casa? ¡¡¡Y sin que nadie se de cuenta!!!

-Bueno, cómo vieron hay otro pasillo de camino a acá. Seguro es del mismo largo de este... y hablando de eso, llegamos- indicó Mora- acá es donde sucedió la magia.

-Todo acá es diferente a en mi casa. Es menos... lujoso

-¿Quizás porque tu "casa" es un palacio enorme de cuatro plantas?

-Tiene sentido. Quizás acá allá algo que nos ayude.

-Mmm, no se. Vine acá varias veces y no encontré nada. Bueno casi nada.

-¿Qué?

-Una vez estaba acá con mí hermano, ah, a propósito, el sabe de este cuarto. Bueno, estaba acá y toqué la pared del cuadro, pero la traspase con la mano.

-Cool- murmuré.

-Marcos llegó y me vio- prosiguió ella- nos quedamos intentando entender que pasaba y me tropecé. Me caí y te vi a vos- me miró- y a tu hermano. Ahí fue cuando fui a verte al parque.

-Claro. Ahora lo entiendo todo.

-Si, y la que no entiende soy yo. ¿Qué pasó?- preguntó Paula.

-Les explico.

Y ahí les conté lo que había pasado.

Estaba, como dijo Mora, en el cuarto con Matías.

-Wow, no mentías.

-No. Y este es el cuadro del que te ab...- salté para atrás.

-¿Qué pasó? ¿Estás bien?

-¡¡¡¿Viste eso?!!!

-¿Qué?

-¿No lo viste?

-¡¿Que cosa?!

-No, no. Seguro no paso nada. Seguro fui yo.

-No. Ahora me contás.

-Vi algo, no. Alguien... - miré el cuadro- ella.

-¿Quien? ¿La chica? ¿La rubia?

-Si. Ella estaba ahí.

-No se que decir.

-Nada. Estaba ahí.

-Como digas. No puedo comprobarlo- dijo no muy convencido- ¿Y que otras cosas hay acá?

-Nada. Nada interesante. Bueno, ya lo viste. Otro día volvemos.

Y ahí nos fuimos.

-Y entonces me fui a la plaza -les seguí contando a mis amigos- Seguro llegué antes y me viste ahí porque queda más cerca de mi casa. Cuando te vi, no sabía que estaba pasando y entonces corrí. Me armé una escusa porque no te lo iba a contar. Además no te conocía. En uno de nuestros encuentros lo iba a decir por fin, pero no sabía cómo, y tampoco sabía si había pasado de verdad, o era solo mí imaginación.

-Okay. Cosas interesantes pasaron acá- se sorprendió Tom.

-Ni te imaginas.

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