Capítulo 40: Una enteración digna de un Oscar (a la peor)

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Mora

Marcos la miró raro.

-Sabes que no es pascua, ¿No? Además, no me cambien de tema. ¡¿Cómo que cambiar de cuerpos?!

-Si se que no es pascua. Lo siento. Soy mala mintiendo. Me voy- dijo la bola de nervios de nuestra amiga yéndose.

-Y, ¿Chicos? Me explican.

-Yo mejor me voy con Paula- se excusó Tom- ya saben, a ver si está bien.

Marcos nos miró de nuevo.

-Es que... estamos escribiendo una historia de ficción- respondió Mar.

-Si. En la que los personajes cambian de cuerpo. Y dijimos lo de las visiones, porque, los personajes son nosotros, y estábamos pensando ideas- le seguí.

-Vamos, a mi no me engañan. Ademas, ¿Por qué te dijeron a vos qué Margaret había hecho algo? Hasta donde yo sé, vos sos Margaret.

-Es que... - ay, no le podía mentir a mí hermano- yo soy Mora.

Paula

-¿Qué hice, qué hice, qué hice?-me pregunté cuando salí de ahí.

Los nervios se habían apoderado de mí, y mi primera opción fue irme.

-¡Pau! ¡Paula! ¡Polly!- después de que me dijera lo último lo miré. Era Tom, que me había seguido.

-Lo siento por eso. Estaba nerviosa.

-Se nota. Y no te culpo, yo ya quería salir de ahí.

-¡Pensé que era para verme!- me ofendí.

-Si, también eso. Ya, ¿Qué pasó?

-Es que, él llego, y me puse nerviosa. Es que, es difícil mentirle a un amigo. Digo, las chicas lo hacían pero nosotros, no tuvimos tiempo. Y ahora que sí, es difícil. Además no sabía cómo se lo explicaríamos.

-Okay, te entiendo. Pero, no me mates por esto.

-Ya te estoy matando.

-¿Segura que es solo por eso?- vi su expresión. Esto iba a ser malo.

-No. No, no, no, no, no, Tom. Se lo que estás pensando. No.

-Yo solo decía. Pero enserio, ¿Segura?

-No. En definitiva, segura no estoy. No estoy segura de nada en este momento.

-Entonces no es un no.

-Pero tampoco un sí.

-Pero tampoco un NO.

-No es nada y punto.

-Entonces no es un no.

Lo miré.

-Hey, que a vos te gusta, ya sabes, ella.

Arqueó una ceja.

-¿Osea que lo admitís?

-¿Osea que VOS admitís?

-No- dijimos al unísono.

-Bueno, mejor vamos a ayudar, que solas no van a poder.

Entramos al cuarto, y antes de que nos vieran escuchamos.

-Pero ¡¿Por qué no me dicen la verdad?! Lo que se están inventando ni siquiera tiene sentido. Y, ademas, si fuera una historia ¿Porque la basarían en esto?

-¡Porque es interesante!

-Hola- dije avergonzada- es que me di cuenta de que no es pascua entonces... vine.

-¿Les podés decir que me digan la verdad?

-¿Que verdad?

-Ay, vamos, no tienen que fingir. Ya se que cambiaron de cuerpo.

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