Mora
Se había ido. Y era una pena pero por otro lado no me importaba mucho. "Que lo disfrute" pensaba "tiene suerte. Yo por mí parte nunca fui a una fiesta. No festejamos mucho. Aunque a veces me gustaría. Me gustaría tener mucha plata, poder ir a fiestas y divertirme cuando se me placiera. Comprar muchas cosas, también tener una casa más grande (tampoco pido un castillo, aunque estaría bueno), así todos viviríamos mejor. A veces enserio querría tener más plata, más cosas y no tener que trabajar taaan duro por ello. Quisiera tener la oportunidad de también hacer cosas que quizá costarán plata. Tener más espacio, ahhhhh y ¡¡¡Conseguirle un amigo a Lui!!! Pero no todo se puede" ahí fue cuando la vos de papa me saco de mis pensamientos
-¡Chicos, a cenar!
Entonces me fui.
Después de comer me fui al cuarto secreto.
-Mira. Que felices están en su castillo. A mí me gusta mí vida, pero, no puedo dudar que a veces los envidió.
Ahí fue cuando vi una inscripción en el marco del cuadro.
"Intercambio por consecuencia"
Margaret
Me pareció raro y entonces...
Mora
Entonces...
Margaret y Mora
Lo toque.
Mora
Lo que pasó después fue... fue muy raro.
Fue horrible y fantástico a la vez. Me dio mucho miedo, pero al mismo tiempo estaba calmada. Lo sentí como si fuera todo y nada a la vez. Ahora les cuento.
Primero lo toque y al instante lo único que veía era negro, o quizás blanco. Difícil de explicar. Era como si estuviera viendo a la nada. Y ahí, fue cuando sentí realmente. Por mi mente pasaron un millón de recuerdos de todo tipo. Iban y venían. Pero, no eran míos. No eran las cosas que yo había vivido. Eran las de otra persona, y yo sabía perfectamente quien era.
Margaret
Después de eso no sentí nada, pero sentí todo lo que podía sentir.
Aparecieron imágenes. Pero no reconocía a nadie en ellas. Primero era alguien chico pero después crecía. Eran como... recuerdos.
Mora
Pero después de un rato llego el final.
Me desperté alarmada, pero pensé que por suerte ya estaba despierta. Aunque me sentía rara. No me sentía cómoda con mí cuerpo. Me sentía más baja, y más chica. Era solo un poquito, pero un gran cambio. Me incorpore. Abrí los ojos y ahí fue cuando me extrañe. Ese no era mí cuarto. Vi un espejo pero ahí enserio me asuste, porque no vi a mí reflejo, ahí no estaba yo. A quien vi... fue a Margaret.
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Intercambio
FantasiCuando unos extraños cuadros las hacen cambiar de cuerpos, Margaret y Mora, unas chicas totalmente diferentes de 14 y 15 años, tendrán que hacerse amigas y descubrir como arreglar todo.