SÉPTIMO

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No supo en qué momento le devoraba los labios con soltura a su acompañante. Ni mucho menos supo cuando las manos de Taehyung se enterraban en su cabello con fuerza.

Se sentía mareado. No sabía si era los vasos de alcohol que había tomado o si se estaba embriagando con el dulce sabor de los labios de Taehyung. A licor de fresa.

Hyung... Hyung, espera...

El mayor paró, concentrándose en sus ojos después de separarse de él. Cuando sus ojos se encontraron, el corazón le latía como loco; por poco y sentía que se le iba a salir por las orejas. Sin mencionar que sabía que su cara estaba igual del color de su cabello.

—Taehyung—. Dijo y el menor abrió grande sus ojos de cervatillo. Taehyung tragó saliva. —Dime Taehyung.

Jungkook sintió un calor concentrarse en su cuerpo. Extrañamente en la parte baja de su cuerpo.

Ahora fue su turno de tragar saliva.

—Taehyung.— Susurró el moreno.

Y ese fue el detonador que hizo a Taehyung explotar.

Se lanzó de nuevo a sus labios. Degustando por completo cada parte de ellos. Como pudo, se sentó a horcajadas en su regazo, sintiendo, ahora sí, por completo todo de él.

En su desespero, el pelirrojo le besaba las mejillas, el cuello y todo lo que encontraba a su paso. Estaba hechizado. Jungkook lo tenía hechizado.

Hyung...—Más besos en los labios, Suaves. Mordiendo y jalando. —Taehyung....— El mayor paró de nuevo. Con la respiración agitada y los mofletes colorados. Jungkook soltó una risilla nerviosa. —Tranquilo, no me voy a ir a ningún lado. —Le acarició con delicadeza el rostro, acunando su mejilla.

Taehyung se recargó en ella, suspirando.

—Más te vale, Jungkook.

Volvió a reírse, dejando un casto beso en sus labios. No pasó por alto que lo llamó por su nombre, ya que pocas veces lo hacía. Siempre era: su lindo hoobae, su pequeño. Pocas veces era Jungkook: el hombre que lo estaba haciendo suspirar.

Los brazos de Taehyung rodearon su cuello con suavidad, peinando los cortos mechones de su nuca.

—¿Puedo continuar?— Preguntó ahora el mayor, con una mirada insistente e inocente.

Jungkook echó la cabeza hacia atrás y cubrió su rostro con las manos. Si su hyung seguía así, le iba a ser imposible controlarse. Y eso que estaba juntando todas sus fuerzas para no llevárselo a la habitación más cercana. Abrió sus dedos un poco, dejando ver sus ojos por el espacio libre y fue acechado, de nueva cuenta, por los maravillosos ojos de Taehyung.

—¿Puedo continuar?— Se acercó un poco más, rozando sus pechos.

Rodó los ojos.

—Ya sabes que sí.

Dio saltitos de alegría, rozando de manera poco sutil sus intimidades.

El mayor renovó su tarea de besos. Iniciando por su frente, bajando por las mejillas, acariciando su cuello con sus cálidos labios. Todo aquello se estaba sintiendo el cielo de bien.

No sabía si culpar al alcohol o al hombre encima de él, pero se encontraba abrumado. Sus labios entumecidos, sus mejillas rosadas mientras su cabeza daba vueltas. Cada beso que Taehyung le daba parecía anestesiarle cada músculo.

No notó cuando el pelirrojo bajó más de lo propiamente requerido, hasta que sintió sus húmedas caricias en su abdomen.

—T-Taehyung—. Tartamudeó.

JUST AROUND THE CORNER [KOOKTAE][+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora