EXTRA 2

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—¡No, no, no!— Gritaba Jimin intentando liberar sus piernas del agarre de Yoongi.— Pero qué haces... Cuando hablaba de acostarme contigo no me refería a que me lamieras... ahí abajo.

El pálido estaba encantado, sonriente y feliz. La timidez de Jimin lo tenía cautivado, más cuando intentaba desesperadamente ocultar su vergüenza en su bonito rostro.

—Pero necesito dilatarte lo suficiente...—Jaló un poco más sus piernas, colocándolas en sus hombros, acercando el rostro a su trasero.

Su respiración le hacía cosquillas a Jimin.

—Pero estoy sucio, ya usaste los dedos... Además, estas cosas se hacen con alguien que le tengas mucha confianza,— Yoongi le mordió la cara interna del muslo, haciéndolo gemir.— ¡no con alguien que apenas conoces!

—De verdad que te quejas demasiado.— La cabeza de Yoongi se perdió entre sus piernas.— Además, si me pegas algo ya sé dónde vives.

La lengua de Yoongi actuó sin que Jimin lo esperara. Aferró las sábanas en sus puños, conteniéndose de gritar. Aquello era un mundo nuevo de sensaciones: la calidez de aquel músculo, la extraña sensación de tener algo dentro de él, la interminable humedad que rodeaba su orificio. Todo era extraño... Pero increíblemente placentero.

Y-Yoongi...— Lloriqueó, sus caderas moviéndose por sí solas en busca de más.— Ya, por favor...

Jimin nunca había rogado por más, pero quería más. Quería experimentar el tener el miembro de Yoongi dentro de él, quería saber qué se sentía ser llenado por otro hombre... Joder, ¿qué le estaba pasando?

—¿Ya estás listo, bonito?

—Sí, sí, sí...

Yoongi dio una última lamida, llegando hasta su miembro. Jimin sabía a la cosa más deliciosa que alguna vez hubiese probado en la vida. No importaba la sal del sudor, lo amargo de su semilla... A Yoongi le embriagaba todo.

Con delicadeza, lo acomodó en la cama. Sus intimidades rozando en el acto. Sus grandes manos colocándose el condón, bombeando un poco su miembro. Todo esto bajo los atentos y adormilados ojos de Jimin.

—No vayas a dormirte otra vez.— Se burló el mayor, posicionando su miembro en la entrada de Jimin.

—¡Eso no te tenía que pasar!

—Con esos ojitos que tienes no se sabe.— Se acercó a su rostro, acariciándole la mejilla con la nariz. Jimin se sintió extremadamente avergonzado.— No sé si me están seduciendo o en cualquier momento se van a cerrar. —Le susurró en la oreja, sus labios acariciando el lóbulo.

—Tú-.

Yoongi entró de una sola estocada en él y con una facilidad que lo dejó desconcertado. El pelinegro sonrió, lo había dilatado muchísimo mejor de lo que pensó.

Su vaivén era lento pero certero, sosteniéndolo de la cintura para moverse mejor. El interior de Jimin era... tan bueno. Sus vírgenes entrañas amoldándose a su longitud, recibiéndolo de una manera tan exquisita que le erizaba hasta los vellos de la nuca. Quería ser bueno con él, suave; pero ver sus piernas enroscarse en su cuerpo, sus ojos suplicantes por más y esos voluptuosos labios que ansiaba besar desde hace tanto.. No podía controlarse.

Los ojitos de Jimin estaban llenos de lágrimas. Lágrimas de placer. El rubio sabía que su zona de máximo placer está ahí abajo pero nunca se atrevió a explorarse. Pero ahora se reprendía el haberse tardado tanto. La naturaleza con la que su cuerpo se fundía con el de Yoongi le asustaba. Le gustaba de igual manera, pero le asustaba más... ¿Podía dos cuerpos congeniar tan bien?

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⏰ Última actualización: Nov 07, 2021 ⏰

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