OCTAVO

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—¿Te dio una mamada en la primera cita?

—No digas eso.

—¡¿Te estás quejando de una mamada?!— Park Jimin se negaba a creer lo que estaba escuchando.

—Mamada suena vulgar y grosero.

—¿Cómo quieres que diga? ¿Felación?

—Suena mejor, gracias.

—Jungkook, sabes lo difícil que es conseguir una mamada en la primera cita. Deberías sentirte afortunado.

El mencionado ocultó su rostro entre sus manos. Se sentía tan mal; sentía que había utilizado a Taehyung para saciar sus deseos.

—Jimin, déjalo en paz. ¿No ves que la cabeza le va a mil por hora?— Hoseok habló, poniéndose al lado del menor, pasándole el brazo por los hombros.— Lo que tiene que hacer nuestro Jungkookie es hablar con él...— El celular de Jungkook empezó a vibrar sobre la mesa, mostrando el nombre del protagonista de aquella conversación.— O contestarle las llamadas. Lo que suceda primero.

Jungkook lo miró con una carita de cachorro triste. Su conciencia no le permitía ni siquiera leer el mundo de mensajes que tenía del pelirrojo.

—Vamos Jungkook, debes de dejar de pensar demasiado las cosas.

—¡No puedo evitarlo! Siento que me aproveche de él.— Escondió de nuevo el rostro entre sus manos.— Quiero hacer las cosas bien con él y ahora lo arruine todo por andar como perro en celo.

—Mira-.—Jimin estaba a punto de hablar cuando su celular sonó.— ¿Diga?

Jungkook y Hoseok lo miraron atentamente.

—Sí, aquí está conmigo.— Respondió, posando sus ojos en Jungkook.— No, no está enojado... Ya veras que pronto responderá tus llamadas, dale tiempo... Mira, te voy a dar un consejo y espero este mocoso también lo escuche,— sonrió sin dejar de ver al menor— el quelas cosas vayan rápido no significa que lo que sientan sea menos. Cada relación se va desarrollando de diferente manera y eso es lo que lo hace especial: cada momento que vivan entre ustedes y la forma en que lo vivan...

Jungkook trataba de procesar las palabras que Jimin había dicho. Era verdad lo que decía y a él no le importaba que su relación esté yendo tan rápido. No esperaba llegar más allá de los besos aquella noche pero Taehyung le gustaba tanto que quería más. Más de él. Lo quería todo. Y de todas las maneras posibles y de todas las formas en las que se lo ofreciera.

Le gustaba.

Le gustaba muchísimo.

—Sí, no te preocupes, tratare... También te quiero Taehyung, adiós.— Y colgó.— Bueno, te decía que-.

—¿Taehyung?

Ahora fueron Hoseok y Jimin los que tenían los ojos sobre él.

—Eh... sí...

—¿Ese Kim Taehyung?— Jimin asintió, alzando una ceja.— ¿Eres amigo de ese Kim Taehyung y yo no lo sabía?

Jimin y Hoseok se impactaron cuando su amigo se puso de pie de la nada.

—Mejor amigo para ser exacto.

—¿Y hasta ahora me lo dices?

Park frunció el ceño.

—Creí que lo sabías.

—Pues no,— se giró hacia Hoseok que comía alegremente una paleta— ¿tú lo sabías?

Hoseok alterno sus miradas entre Jimin y Jungkook.

—Eh... Sí, Jimin nos lo dijo hace bastante tiempo.

Gruñó, despeinando su cabello.

—Eso te pasa por ser tan distraído—. Se reía Jimin, a carcajadas.

—¿Taehyung lo sabe?

—Por supuesto que lo sabe, ¿por qué no lo sabría?

¡Hyung!








—¿Puedes creerlo? Todos sabían de Taehyung, hasta parece que es amigo de todos pero yo no me entere de nada. ¡De nada!— Gritó enfadado, con él y con todos. Tenía poco de haberse enterado de que todos sus amigos eran amigos de Taehyung también y él era el único tonto que no se enteraba de nada.

—Pues creo que te vas a enfadar más, porque también es amigo mío.— Escuchó a su hyung soltar desde el otro lado del auricular.

—¡¿Es en serio Jin hyung?!

—Muy en serio—. Suspiró y el mayor se rio.— Creo que tú eras el único que estaba tan enfrascado en su mundo que no reparaba en los demás. Que egoista Jungkookssi.

Rodó los ojos.

—Sigue así y te voy a colgar.

—Sabre que seguirás aquí, estamos jugando videojuegos juntos, ¿recuerdas?

Sibri qui siguiris iqui.

Seokjin soltó una alegre carcajada que contagió de inmediato al menor. Carcajada que se borró al instante al ver como entraba otra llamada a su celular.

—Jin hyung, te marco en un rato, ¿sí? Jimin me está llamando.

—Está bien, nos vemos.

Colgó al mayor y se quedó perdido en la pantalla, leyendo el nombre del rubio una y otra vez hasta por fin decidirse a contestar.

—¿Qué quieres?

Silbó de manera cómica.

—Que humor, solo dime que no quieres hablar conmigo y ya está.

Se acarició la sien con delicadeza.

—Tienes razón, no estoy de humor.— Declaró, mirando por la ventana. Pasar el fin de semana encerrado en la residencia no estaba en sus planes cuando recién se mudo de su casa.— Te dije que me llamaras sólo si era algo de vida o muerte.

—¡Por supuesto que lo es! Pero antes te tengo una sorpresa.— Arqueó una ceja confundido. Las sorpresas de su hyung a veces eran muy malas.— Abre la puerta.

Unos suaves toquecitos se escucharon del otro lado de la puerta y Jungkook estuvo tentado a no abrirla.

—No quiero verte.

—¡Vamos, ábrela! Estoy preocupado por ti, veamos películas, a ver si así te quitas todas esas tontas ideas de que te aprovechaste de Taehyung.

Gruñó en respuesta. No tenía ganas de ver a Jimin pero era difícil decirle que no cuando se ponía así.

En dos pasos estaba en la puerta de su habitación y de dos movimientos ya tenía abierta la puerta de par en par.

—Si empiezas de nuevo con tus tontearías, te juro que-.

Lo que se encontró al otro lado de la puerta no era Jimin. Lo que encontró lo dejó mudo, sin palabras. Era Taehyung.

Con sus ojos brillantes.

Con su ropa demasiado grande.

Con el cabello despeinado y de porte preocupado.

Verlo ahí, nervioso, pequeño a su lado, hizo que su corazón se aplastara; se arrugara, como cuando arrugas una hoja de papel para tirarla a la basura.

—¿Puedo pasar?

Abrazó el puente de su nariz con sus dedos, sintiendo el calor emerger desde lo más profundo.

—¿Ya lo viste?— Preguntaba Jimin al otro lado de la línea.

Traicionero.—Susurró. El rubio rio.

—De nada, que lo disfrutes.

Y colgó. 

JUST AROUND THE CORNER [KOOKTAE][+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora